Para el desarrollo nacional – El Mostrador



¿Estamos a punto de sufrir un cambio de gran magnitud en el sistema capitalista a escala mundial, provocado por el impacto de la epidemia? Soy de los que creen que en el capitalismo del siglo XXI hay fuerzas materiales muy poderosas, que van a mantener las bases del capitalismo moderno en funcionamiento sin grandes cambios.
¿Qué va a cambiar de todas maneras, con o sin pandemias?
1. La industria automotriz, en la cual se va a incorporar la impulsión eléctrica de los motores, generada por baterías recargables de litio. Y en una próxima etapa, a unos 30 años, a motores impulsados por celdas de combustible alimentadas por oxígeno generado por energía solar.
Tres países latinoamericanos que tienen grandes industrias automotrices, Brasil, México y Argentina, tienen que realizar cambios en sus industrias, que aún ni han iniciado, con grandes impactos económicos y productivos. Eso tal vez dé origen a una complementación industrial, que todavía ni se ha iniciado.
En el desarrollo de las baterías de litio y en la generación de oxígeno a partir de la energía solar, nuestro Chile tiene grandes posibilidades de desarrollo industrial. Lo que falta es un Estado moderno y una clase capitalista con voluntad de invertir a mediano plazo y sin tendencias especulativas de corto plazo.
2. Hay una poderosa tendencia a automatizar la industria manufacturera y la agroindustria, mediante la incorporación de nuevas tecnologías que incorporan los llamados mecanismos y circuitos inteligentes basados en microchips. Estos son fabricados en su mayor parte en EE.UU. Y crecientemente en China. Parte de la rivalidad y competencia entre estas dos superpotencias tienen su origen en estos productos y tecnologías.
Entre las principales disyuntivas que deberán verse a mediano plazo es si el mercado mundial de la alta tecnología se va a segmentar en dos grandes bloques mundiales, uno encabezado por EE.UU., que predomine en Norteamérica y Europa, y otro encabezado por China, que predomine en Asia y África. Está por verse si Rusia y su área geográfica se suma a uno de estos polos o trata de constituirse en un tercer conglomerado. Chile tiene una situación geográfica privilegiada en el océano Pacífico y mantener independencia en sus macrodecisiones es una tarea vital para su desarrollo en la próxima década.
3. En los próximos años habrá un declinación de la extracción petrolera y de las refinerías químicas. Los países con grandes reservas de petróleo tratarán de extraerlo y colocarlo en el mercado mundial. Habrá una gran inversión y desarrollo de la industria química derivada, incluida la producción de fertilizantes. La producción de alimentos naturales, la agroindustria y la producción de alimentos sintéticos para alimentar a una población de 7.000 millones de seres humanos, se trasformará en una meta global apremiante que obligará a crear un nuevo sistema mundial de relaciones entre los bloques y los países. ¿Llevarán estos tres grandes objetivos, a materializarse en este siglo, a modificar el sistema capitalista en forma fundamental o se realizarán cambios que adapten su estructura productiva manteniendo la base del sistema capitalista moderno, basado en la extracción de plusvalía del trabajo humano?
Dos grandes metas que hay que impulsar si se desea que Chile se incorpore al desarrollo y se alcancen metas de bienestar para su población, que está alcanzando los 20 millones de habitantes:
a. En Chile todavía no se aprueba legalmente la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. En forma casi simultánea y continua debe desarrollarse la campaña por la reducción de la jornada a 35 horas semanales. Esa es una gran meta electoral para la socialdemocracia, a la que se sumarán con entusiasmo las nuevas fuerzas políticas y todos los trabajadores. La clase capitalista lúcida se sumará a esta campaña que otorgará tranquilidad a las familias chilenas.
b. Es indispensable que a la matriz productiva se sume un programa de nuevas industrias con tecnología moderna, a la cual se incorporen sociedades mixtas en las cuales participen el Estado chileno como capitalista mayoritario e inversionistas privados, chilenos o extranjeros, que aporten conocimientos tecnológicos y/o mercados. La Corfo debe volver a ser el polo de desarrollo de estas nuevas iniciativas industriales y concentrar su labor en programas productivos.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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