“Hombro congelado”: el mal que podrían sufrir los más trabajólicos


Actividades tan cotidianas como peinarse el cabello, aplicarse desodorante bajo la axila o llevarse un tenedor con comida a la boca, de pronto, se vuelven sinónimo de un padecimiento casi apocalíptico. Las molestias en el hombro y, luego, la imposibilidad casi total de moverlo, vienen como segunda derivada. El dolor, de la nada, se vuelve constante.Podría usted estar experimentando un síndrome de “hombro congelado” -también conocido como capsulitis adhesiva-, una condición que abre debates entre especialistas, tanto por su frecuencia como sobre sus causas, las cuales pueden ser multifactoriales, fìsicas, de entorno o hasta emocionales.Coincidencia o no, en plena pandemia, con muchas personas teletrabajando en condiciones poco óptimas desde sus casas, asumiendo varias tareas hogareñas y laborales simultáneamente y en un contexto de mucho estrés, el cuadro se ha hecho frecuente en consultas kinésicas.Buscando las causasEl hombro congelado es una alteración de la movilidad de la articulación glenohumeral y puede ocurrir por causas idiopáticas -es decir, por patologías previas, que pueden ir desde diabetes a trastornos de tiroides o condiciones cardiacas- o, de forma más frecuente, como consecuencia de alguna lesión, traumatismo o recuperación de una cirugía previa en el sector.”Es interesante cómo se da, porque hasta el día de hoy las causas no están del todo claras, pero se sabe que en su peak de frecuencia afecta a personas entre 40 y 60 años, y se ha asociado más a las mujeres, aunque en hombres la evolución es más difícil, la severidad es mayor y la recuperación es más larga”, explica Francisco Zumarán, académico de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso (UV), sobre esta compleja patología musculoesquelética, que no se atreve -al menos no todavía- a asociar directamente con la pandemia.Y aunque coincide con el académico en cuanto a que las causas siguen actualizándose con nueva evidencia clínica, el kinesiólogo y experto en hombro de la Clínica Meds, Marco González, detalla que el cuadro afecta “especialmente a gente que está sometida a muy alto estrés o una muy alta carga laboral, es decir, sobre todo gente que es muy trabajólica”.¿Si ha afectado la pandemia? “Sí, y creo que incluso también el estallido social. En general todo este periodo ha generado un alto estrés, el encierro, la incertidumbre de no saber qué va a pasar, el multitask o tener que hacer muchas tareas, entre lo laboral, el cuidado de los niños y lo doméstico”, agrega González.Buscando las causasEn lo que los especialistas coinciden plenamente es que el ejercicio es clave para evitar o reducir el riesgo de hombro congelado. “Una articulación sana es una articulación que se mueve. Y eso nos va a llevar a un círculo virtuoso (…) El movimiento estimula la secreción de líquido sinovial, que lubrica la superficie de la articulación y permite un movimiento fluido, sin roce e indoloro. No hay que dejar de moverse”, recomienda Zumarán.Para González, en tanto, el ejercicio aeróbico moderado, junto a una alimentación sana y un puesto de trabajo “ergonómico” en casa, es decir, optimizado para las muchas horas que se pasan en él cada día, son claves, además de permitirse tiempos de ocio y distracción.”Y por supuesto, si un paciente presenta algún tipo de dolor en la extremidad superior, que consulte con un especialista en hombro para evitar en el largo plazo comenzar a perder movilidad, o generar un hombro congelado”, agrega el especialista de Meds.



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