La Asamblea General de las Naciones Unidas se dispone a condenar este miércoles por 29ª vez el embargo estadounidense impuesto a Cuba hace casi seis décadas, con la previsible oposición del propio Estados Unidos, Israel y quizás, una vez más, Brasil.Como ocurre desde 1992, tras un año de pausa debido a la pandemia de coronavirus, la Asamblea General de la ONU votará la resolución cubana de condena del embargo que se descarta será aprobada por abrumadora mayoría.En la última votación, ocurrida en noviembre de 2019, la medida fue condenada por 187 votos contra tres, siendo negativos los habituales de Estados Unidos e Israel, y por primera vez, de Brasil.
En ese último caso, además, dos países se abstuvieron, siendo por un lado Ucrania y, por primera vez, Colombia, cuyo presidente, Iván Duque, es otro gran aliado de Washington.El embargo estadounidense fue impuesto en febrero de 1962 por el gobierno de John Fitzgerakd Kennedy, fue endurecido en varias oportunidades. Cuba asegura que esta medida ha provocado perjuicios a la isla por más de 138.000 millones de dólares.La resolución fue aprobada por ley y solo el Congreso estadounidense puede ponerle fin. Por esa razón, la apertura y el restablecimiento de relaciones diplomáticas que impulsó en 2016 el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, no significó el fin del bloqueo.Pero ese año, 2016, fue la única vez en que Washington se abstuvo de votar en contra de la resolución cubana de condena al embargo, luego de que ambos países restablecieran relaciones en 2015.
Luego, el expresidente Donald Trump dio marcha atrás a ese acercamiento: volvió a declarar al país comunista como estado patrocinador del terrorismo e impuso cerca de 250 nuevas sanciones contra la isla.Las medidas provocaron una crisis de energía y combustible, restringieron los viajes de turistas estadounidenses a la isla y el envío de remesas de cubano-estadounidenses a sus familiares en Cuba.El actual presidente estadounidense, Joe Biden, de momento no ha revertido ninguna de las sanciones impuestas por Trump desde su llegada a la Casa Blanca en enero.No obstante, en su campaña había prometido hacerlo y había señalado que la línea dura de Trump contra Cuba “no ha hecho nada para avanzar en la democracia y los derechos humanos” en la isla.
