Arquitecto Miguel Lawner en conversación con Alejandro Aravena: «El término subsidio me parece inaceptable, porque la vivienda es un derecho»



Para iniciar la conmemoración del Mes de la Arquitectura en Chile, durante la tarde de este miércoles se realizó el estreno del conversatorio “La arquitectura como agente de cambio desde la vivienda: una conversación entre Alejandro Aravena y Miguel Lawner”.
La pieza audiovisual fue filmada el pasado sábado 24 de julio en la sede nacional del Colegio de Arquitectos de Chile y moderada por la presidenta del gremio Jadille Baza.
El resultado de esta reunión fue conversación entre Lawner, Premio Nacional de Arquitectura, y Aravena, Premio Pritzker de Arquitectura, quienes proyectaron el pasado, presente y futuro de sus vidas y carreras, así como el desafío que genera el déficit de vivienda que vive actualmente el país.
La apertura del conversatorio comenzó con una presentación realizada por el vicepresidente del Colegio de Arquitectos, Francisco Herrera, seguido de la presidenta de la asociación, Jadille Baza.
Ambos destacaron el rol público, o político, de la arquitectura, valorando la posibilidad que tiene de funcionar como agente de cambio en las ciudades. Y  que no es la arquitectura por si sola que tenga siempre el poder de cambiar la sociedad, pero al menos puede reflejar los matices de una sociedad cuyos valores están en constante cambio.
Historia, carrera y vivienda social
Durante la conversación entre Lawner y Aravena hicieron un repaso por proyectos históricos de viviendas sociales y la importancia de la discusión sobre vivienda en el contexto actual.
“Nosotros en la CORMU, cuando yo asumí, nos impusimos como propósito que las obras de vivienda social que hiciéramos debíamos incoporarle el ingrediente estético y que deberían ser bellas y yo creo que tuvimos éxito en ese propósito”, comentó Miguel Lawner.
Por su parte Alejandro Aravena comentó respecto a su carrera que “el interés por la vivienda surge por vergüenza de mí mismo, me invitaron hacer clases a la universidad de Harvard en el año 2000 y había que escoger el tema sobre qué hacer clases”.
“Yo el año 2000 no sabía lo que era un subsidio, en un país donde el 60% de la vivienda que se construye ocupa subsidio, ¿cómo puede ser? ¿En qué planeta vivía? Me pareció impresentable de mí mismo, en verdad porque no tenía idea de vivienda social”, agregó el arquitecto.
Urgencia habitacional
Entre los temas que más hablaron los dos arquitectos fue la crisis actual que existe en el país en torno a la vivienda social y cómo esta problemática está dentro de un contexto político y social especifico refiriéndose a las desigualdades evidenciadas antes y durante la crisis sanitaria.
“En la vivienda hay un triple déficit: uno es el tamaño de las unidades que estamos entregando, hay un déficit de una cantidad de deudas anuales que estamos entregando y un déficit del tiempo que nos estamos demorando para entregar esas soluciones. En Chile deberíamos construir entre 90 mil o 100 mil unidades al año y estamos entregando 60 mil unidades”, explicó Aravena.
Mientras que Lawner también expuso que “Chile tiene ahora el problema no solo de los sin casa, sino que también de los con casa, porque nosotros no podemos condenar a estas familias a seguir viviendo en esos bloques”.
Crisis de sentido
Por su parte Aravena manifestó que más allá de la vivienda en Chile hay una crisis “de sentido” provocada por el sistema neoliberal actual.
“Hay una crisis que es probablemente la que más me complica, que es una crisis de sentido con esta autorregulación. Cuando hay un modelo que trata todo el rato de bypassear esta regulación, lleva a estas cuestiones de rabia y resentimiento porque hay algunos que a costa de otros logran cosas que en estricto rigor no necesita”.
Y añadió: “entonces que no estés enrabiado, cuando el relato es ‘esfuérzate, porque eventualmente algún día vas a mejorar’, y en un par de décadas estás donde mismo, entonces te preguntas, ¿para qué me voy a esforzar si quedé donde mismo y no dependió de mí mejorar? Lo que encuentro más difícil es la crisis en sentido personal”.
Frente a esto, Lawner criticó el sistema de subsidios a la vivienda que existe en el país.
“El subsidio habitacional fue creado como un mecanismo para transferirle la plata que invertía antes directamente el Estado a la empresa privada, y a mí personalmente solo el termino subsidio me parece inconcebible e inaceptable,  porque le quita el sentido del derecho. La vivienda es un derecho y no un don que se le otorga un tipo que tiene plata,  y eso hay que recuperarlo”.
El conversatorio se transmitió por las redes sociales y fue la primera actividad que realizó el Colegio de Arquitectos de Chile en conmemoración al Mes de la Arquitectura.
Pioneros de arquitectura
En 2019, Lawner fue el galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura por su extensa carrera dedicada al desarrollo de viviendas sociales. Durante el gobierno del presidente Salvador Allende, Lawner se desempeñó como director ejecutivo de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU).
Entre sus obras de este periodo se encuentran el diseño y ejecución de varios conjuntos habitacionales en Santiago, como la Villa San Luis, o el proyecto habitacional CORMUVAL, entre Santiago y Valparaíso.
También fue parte de la planificación del edificio para la UNCTAD III y la Exposición Internacional de la Vivienda (VIEXPO). Durante su dirección ejecutiva, la CORMU construyó alrededor de 158 mil viviendas sociales. Después del golpe de Estado de 1973, Lawner fue detenido y pasó por distintos centros de detención, incluido Isla Dawson, para finalmente ser exiliado a Dinamarca.
Entre sus obras más relevantes se cuenta la Población Abate Molina en Talca, el Colegio Universitario Regional de Temuco, el Edificio de la COOPERCARAB en Santiago, el Edificio Consistorial de Lo Prado y la rehabilitación del Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Ha sido ganador de la Medalla Claude Francois Brunet de Baines (2010), el Premio Edwin Haramoto (2011) y el Premio Conservación de los Monumentos Nacionales (2016).
Por otra otra parte Alejandro Aravena es arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En 1993 estudió Historia y Teoría en la IUAV, y grabado en la Accademia di Belle Arti di Venezia. En 1994, estableció su propia oficina, Alejandro Aravena Arquitectos. Desde 2000 hasta 2005, fue profesor en la Universidad de Harvard, donde fundó ELEMENTAL —junto con Andres Iacobelli—, oficina que dirige desde 2001.
En 2010 fue nombrado miembro internacional del Royal Institute of British Architects (RIBA). Fue Director de la 15ª Exhibición Internacional de Arquitectura de La Biennale di Venezia (2016) y ganó el Premio Pritzker de Arquitectura en 2016.



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