Fallece el médico Federico Hashimoto Rodríguez en Los Mochis




Los Mochis, Sinaloa.- Rodeado de su esposa Martha García y sus tres hijos: Martha, Diana y Federico, falleció la mañana de este domingo el prestigiado médico especialista en medicina interna y terapia intensiva, Federico Hashimoto Rodríguez.El especialista fue presidente del consejo de administración de Sociedad Médica del Noroeste, empresa propietaria de Hospital Fátima, con una presidencia muy exitosa, haciendo crecer los bienes del hospital en forma muy significativa y a partir de abril del 2021 comenzó como presidente del consejo de administración de Hospital Fátima, empresa usuaria del hospital.El médico Hashimoto Rodríguez nació en Los Mochis el 15 de julio de 1956 y estudió su carrera universitaria y especialidad en la Universidad Autónoma de Guadalajara.Regresó a su tierra natal en 1985 en la especialidad de medicina interna y terapia intensiva y laboró hasta la fecha en el Hospital Fátima en estas especialidades.Al llegar conoció a Martha García, originaria de Guasave, Sinaloa con quien se casó y procreó 3 hijos: Martha, Diana y FedericoFamiliares, colegas y amigos lamentaron el sorpresivo deceso del prestigiado médico y recordaron alegres anécdotas vividas en los casi 36 años de convivencia en Hospital Fátima de Los Mochis.Conmovido por la muerte de su colega y amigo, el cirujano Jorge Vega Acuña, mencionó que Federico Hashimoto fue un hombre caracterizado por una entrega absoluta a su profesión, un especialista muy distinguido en Los Mochis, fue pionero en la terapia intensiva de los hospitales privados en Los Mochis, el primero que trajo un ventilador volumétrico a los hospitales privados de esta ciudad, sobre todo a Hospital Fátima y al antiguo hospital Agraz. “Ayudó a muchos pacientes en estado crítico, durante muchos años, tuvo un gran don de gentes, hizo grandes amigos en la ciudad, muy querido por sus pacientes, muy querido por sus compañeros y amigos médicos. Es una pérdida muy lamentable para el gremio médico, para los internistas, para el hospital Fátima y para toda la gente que lo conoció”.Lo calificó como un hombre muy inquieto, a quien le gustaba mucho la ganadería y la agricultura. “Fuera de la medicina participó en la ganadería donde se ganó grandes amigos ganaderos viejos de ese negocio en la región y también fue agricultor, teniendo también grandes amigos en el valle y en Guasave, por su gran don de gente en esos trabajos de la agricultura, se daba tiempo para todo, su esposa decía que nunca paraba, porque aparte de que trabajaba intensamente en la medicina trabajaba también en otras áreas”.El lico, como amigablemente y queridamente le decían sus amigos médicos, formaba parte muy importante del staff médico del Hospital Fátima de Los Mochis y estuvo siempre a la vanguardia en su especialidad e interesado en que el hospital creciera.Federico Hashimoto Rodríguez era un padre ejemplar, amoroso, cariñoso, enamorado de su esposa. Murió rodeado de su familia, reveló su amigo, el doctor Vega Acuña, puesto que su familia quiso que él pasara sus últimos días en su casa “y ahí murió junto a sus hijos y mujer que tanto quiso y con nosotros que lo queríamos como un hermano, porque en mi caso particular trabajé 35 años con él casi a diario”.Un hombre entero, honesto, claro, jamás un doblez, un gran especialista, dijo, que se ganó el cariño de mucha gente de Los Mochis. “Mucha gente de Los Mochis vivió agradecida con él, sobre todo los pacientes graves, hace 35 años llegó y al poco tiempo trajo un ventilador de volumen para los pacientes que salían graves de operaciones o traumatizados y él los podía ayudar. Hizo crecer la terapia intensiva de nuestro hospital”.Como administrativo de Hospital Fátima deja una huella muy grande, hizo grandes reformas en Sociedad Médica del Noroeste, la dueña del inmueble, adquirió propiedades muy importantes, construyó muchos consultorios nuevos bajo su administración, abrió el área específica para pacientes Covid y después de esa administración tan exitosa en Sociedad Médica del Noroeste inició la presidencia de Hospital Fátima que es la usuaria del edificio y traía grandes proyectos de remodelación que estaban en marcha y seguramente en su memoria se terminarán.Con tristeza en sus ojos, pero una sonrisa en los labios, Jorge Vega Acuña recordó anécdotas con su amigo, el doctor Hashimoto, como la forma en que solicitaba apoyo de los especialistas para pacientes de escasos recursos.Leer más: ¡Atención! Dan fechas para aplicación de segunda dosis covid-19 para mayores de 30 años en Ahome“Cuando él tenía un paciente muy pobre y quería que lo viéramos sus colegas especialistas, o que en rayos X o laboratorio le hicieran estudios, era famosa su frase “velo nomás así”, como para que no le cobráramos y era parte de su humanidad, nosotros ya entendíamos el mensaje de que no le cobráramos a ese paciente, los que trabajamos cerca de él sabemos esa frase: Velo así nomás”.



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