Fin del ciclo político deja al país dividido en dos Chile: en uno vive la nueva constitución y en el otro corre peligro



Las encuestas esta vez no fallaron. La segunda vuelta presidencial llevará al ring dos visiones diferentes de país, las miradas quizás más opuestas de esta elección, y que podría polarizar aún más el escenario, con la ausencia del centro.
Si bien en Apruebo Dignidad asumían este escenario de balotaje con José Antonio Kast, lo cierto es que las esperanzas estaban puestas en que fuera Gabriel Boric quien pasara con más votos a la segunda parte de este proceso. Hasta el cierre de esta edición, Kast superaba por 2,6% a Boric, no logrando el diputado llegar al 30% de las votaciones ni tampoco su proyecto transformador, que tendría mayor sintonía con las demandas levantadas el 18 de octubre del 2019.
De hecho, en una lectura rápida, Kast logró superar los votos de la primaria de Chile Vamos, mientras que Boric bajó el rendimiento de lo que obtuvo Apruebo Dignidad en su primaria.
La lectura transversal en los sectores políticos es que la segunda vuelta estará más polarizada y que una de las grandes pruebas que tendrán ambos candidatos será convocar al centro, y en especial a ese desconocido mundo de los votantes de Franco Parisi. Pero esta fractura política en dos, que enfrentará dos caras de Chile, está acompañada también de una fragmentación territorial que evidenciaron los votos.
Así lo planteó por ejemplo el analista Tomás Duval, quien sostuvo que “vamos a quedar en un país tremendamente dividido, con dos proyectos muy distintos. Pero también dividido territorialmente, y esa es una cuestión tremenda. Parisi gana en el norte de Chile, Boric en los centros urbanos y Kast en la zona sur. Es una cuestión muy nueva para nosotros pero yo lo encuentro un fenómeno muy interesante”.
Y si bien el fenómeno es nuevo, no sorprendió, puesto que de diversos sectores políticos concordaron en que el candidato del Frente Social Cristiano logró capitalizar el voto de la macrozona sur con este manejo del concepto del orden, la no violencia y la militarización de la zona, y también parte del norte con su discurso relativo a la migración irregular.
Para el director de la Escuela de Gobierno y Comunicación de la Universidad Central, Marco Moreno, “no es sólo una polarización derecha-izquierda, sino que es también afectiva”. A su juicio, Kast “logró entender esta suerte de contraestallido que hay en el país, en un sector de la población que mira con preocupación lo que pasó con el estallido social. Él capta este clima y lo convierte en un relato, de nosotros contra ellos”. “Él aprieta las teclas del miedo a la inseguridad, el miedo a los migrantes y eso le da cierto rendimiento electoral”, agregó Moreno, quien consideró que por el otro lado, Boric no logró hacer esa lectura.
Con todo, los analistas coincidieron en que las votaciones en el proceso electoral dieron cuenta de un cambio de ciclo político, donde los dos conglomerados tradicionales salieron de la “primera línea” de la política – Chile Vamos y la ex Concertación – dando paso a nuevos espacios políticos, como el Partido Republicano, Apruebo Dignidad e incluso el Partido de la Gente.
“Si uno juzga por el resultado y el desempeño que tuvo Nuevo Pacto Social y la votación que saca Yasna Provoste, uno podría deducir esta idea de que hay un desplome de las coaliciones tradicionales”, puntualizó Marco Moreno. agregó que “lo que termina de morir es el binominal. Las candidaturas de Kast y Parisi terminan de romper la lógica que tuvo Chile en los últimos 30 años”.
La sorpresa de Parisi y los desafíos en la oposición
Franco Parisi nunca llegó a Chile, tampoco votó. Fue el candidato a distancia y por eso no muchos le tenían fe, a pesar de que en la elección pasada superó el 10%. Si bien no adelantó por mucho al candidato Sebastián Sichel – poco menos de 10 mil votos -, se quedó con el tercer puesto, marcando una incertidumbre también sobre cómo actuarán sus votantes en segunda vuelta: si apoyarán a Kast, a Boric o no votarán.
“La votación de Parisi hay que leerla como un voto de castigo a la política”, enfatizó el analista político Marco Moreno, quien además hizo hincapié en que influyó también el mal desempeño de la oposición.
En el resto de las fuerzas políticas consideraron que se trata de un voto antipartidos, contra el establishment, de personas que buscan desmarcarse de la política tradicional y de distanciarse de la lógica de la derecha y la izquierda, lo que ha sido el gran gancho de Parisi para con sus adherentes. Este bolsón de votos es el que podría marcar el rumbo de la segunda vuelta, ante la incertidumbre sobre cómo es el votante de Parisi, cómo actuaría en el balotaje y si – también en el Congreso – tenderá puentes con la derecha o la izquierda.
Tanto Kast como Boric, de hecho, incluyeron en sus alocuciones de cierre a estos votantes, invitándolos a ser parte de su electorado en segunda vuelta. En el caso de Kast, no titubeó en convocar a todos los sectores políticos. Durante su campaña esa convocatoria estuvo marcada por el concepto del anticomunismo.
En el caso de Boric, también hizo una convocatoria abierta, sin embargo, en la DC no fueron claros en recoger ese guante, a diferencia del PS y el PPD, que salieron a respaldarlo rápidamente. Tanto sectores de la DC como la misma excandidata, Yasna Provoste, no le dieron respaldo abierto a Boric, lo que se explica, según algunos en Nuevo Pacto Social, por las tensiones que tuvo la DC con Apruebo Dignidad desde el inicio de la campaña. La presidenta de la DC, Carmen Frei, por ejemplo, dijo que no darían un cheque en blanco. Una de las dudas que tienen algunos en ese sector es si esta elección romperán o no los ya debilitados lazos de la histórica relación DC-PS y si estos resultados, lo que dijo la ciudadanía, dan pie a concretar una ya incipiente reconfiguración de la centroizquierda.
En la ex Concertación son críticos sobre el trato de dicho bloque con ellos y sus gobiernos, pero además cuestionaron el tono del discurso de Gabriel Boric. A juicio de un parlamentario del bloque, el también diputado “se ha concentrado más en demostrar que es de izquierda, en hablarle a los convencidos, que en expandir su discurso más allá de su nicho”. Una visión que comparte otro dirigente de Nuevo Pacto Social, que reforzó que “no le habla a los indecisos, le habla a los convencidos”.
En sectores de la exConcertación puntualizaron que la reconciliación no será tan fácil, y que el proceso va a estar marcado por cuánto Boric logre rediseñar su campaña, desde el lenguaje hasta el programa, y cuánta resistencia ponga Apruebo Dignidad a aquello. Algunos además sacan los trapos al sol de la demora de Beatriz Sánchez en la pasada presidencial de explicitar un apoyo concreto a Alejandro Guillier.
En el bloque algunos históricos dirigentes sostuvieron que la alineación de las fuerzas progresistas en pos de derrotar a Kast pudiese ser más compleja que la de la derecha, donde reconocen que hay mucho más pragmatismo. Una de las principales preocupaciones, dicen, es el futuro del proceso constituyente, ante la falta de garantías de un eventual gobierno del representante del Frente Social Cristiano, que presionaría a acuerdos.
Si bien ya han existido conversaciones informales, se espera que en las próximas horas existan análisis y diálogos más formales, a un mes del balotaje.



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