Siete consejos para diputadas y diputados

Evite frivolidades. No ostente su posición de privilegio a través de sus redes. Los congresos no son espacios para tomarse selfies ni fotos de sociales. El cargo legislativo es un trabajo grave y serio. Tenga empatía. Recuerde que allá afuera, hay miles de personas que han perdido seres queridos por la pandemia. Que hay miles de desempleados y negocios en la ruina. Haga de su encargo una responsabilidad digna. Para eso está ahí. Para eso se le eligió.  Prepárese siempre para el debate. Esté siempre informado. Un legislador debe ser un estudioso. Un polemista. Un luchador de ideas y posiciones. Se debate en la tribuna, pero también en los medios y en las redes, en las mesas de familiares y de amigos. Lea y analice el impacto de las leyes. Los  programas de gobierno. Analice las realidades sociales. Consulte opiniones. Conozca los contextos. Y sobre todo, escuche a la gente.  Póngase del lado de la gente más que de su partido. Si bien usted pertenece a una organización política a la que le debe disciplina, ponga por encima el interés de las personas y los grupos sociales que representa. La lealtad tiene prioridades y la suya es estar de lado de la gente.  Establezca muy bien sus prioridades de acción. Usted no lo puede resolver todo y andar en todos los temas a la vez. Si anda en todo, anda en nada. Cada quien tiene un perfil y una trayectoria. Enfóquese a ellos. Obvio: sin descuidar todos los demás temas.  Utilice sus redes para informar más que para promover su figura. La gente tiene que saber que están haciendo los congresos. Qué se discute, se aprueba o modifica. Y cómo impacta en la vida diaria. Evite informar sobre las reuniones de partido, las felicitaciones a sus líderes y los halagos a los jefes políticos. Todo ello forma parte una comunicación vieja y rancia.  Evite la inflación legislativa. La modificación o la creación de leyes, no es un juego de carreras. Usted no será  más eficiente por el número de iniciativas que presente, más si éstas no son estrictamente indispensables. Cuando usted proponga una iniciativa no olvide contestar estas preguntas ¿Es necesaria? ¿A quiénes beneficia? ¿Cuánto costará implementarla? ¿Qué impactos y consecuencias tendrá? Sea humilde de a deveras. Los cargos públicos y el poder son préstamos del pueblo. Pasan. Pasan. Nunca olvide sus orígenes. No cambie sus rutinas. No ignore a sus amigos ni se crea más que ellos. Que el cargo no le cambie el modo de andar.  Periódico El Debate. Culiacán, Sinaloa, enero 12 de 2022. Twitter @guadalupe2003  Nació en Culiacán, Sinaloa. Es politólogo por la Universidad Autónoma Metropolitana. Cuenta con una Maestría en Administración Pública por el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Es Doctor en Derecho de la Información por la Universidad Autónoma de Occidente, donde es profesor e investigador desde hace 13 años.
Además, fue profesor por 5 años en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en la facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas. Ha sido Coordinador de la Maestría en Gestión y Política Pública (4 años) y Coordinador del Doctorado de Gobiernos Locales y Desarrollo Regional (2 años) de la Universidad Autónoma de Occidente.
Ha tomado cursos de postgrado en las universidades españolas de Salamanca y Carlos III de Madrid. Cuenta con una estancia académica posdoctoral en la Universidad HEC de Montreal, de Canadá. Es autor de 5 libros y ha participado como coautor en 6 libros más, además de varios artículos arbitrados.
En 2004 fue representante de México ante el programa Sociedad Civil e Instituciones Democráticas, auspiciado por el Departamento de Estado de USA. Ha sido colaborador de El Debate desde 1989, con su columna “Domingo Político desde México” publicada en Guamúchil. Se ha desempeñado por más de 35 años como servidor público en los tres niveles de gobierno. Su último cargo: Coordinador de Asesores del Gobernador de Sinaloa. Ver más



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