Delfín Pechocho recibe a sus primeros visitantes en Topolobampo

Los Mochis, Sinaloa.- El Pechoco, el querido delfín de todos los sinaloenses, se pudo ver de lo más feliz el día de ayer en su hábitat natural de la ensenada El Bichi, en el bello puerto de Topolobampo, Ahome, al recibir a sus primeros visitantes al recuperarse de las heridas que sufrió.Y es que después de permanecer aislado un mes para que sanara de unas lesiones en su piel, desde ayer mismo Capitanía de Puerto permitió el acceso a los lancheros turísticos, quienes ofrecen un viaje a las entrañas de la casa del mamífero para que los visitantes convivan con él, para que gocen de su presencia y admiren a tan magnífico, noble y humilde ser vivo que engalana el puerto.El viaje  La travesía comenzó en el malecón de Topolobampo, donde el lanchero turístico Said Dávalos Pillado, capitán de la embarcación Las Amacas 1, entregó chalecos salvavidas y gel antibacterial a dos viajeros para inmediatamente después comenzar el recorrido que los llevaría a conocer al cetáceo que enamora a todos los que saben de su historia.Leer más: Habrá baja presión de agua 15 días en Los Mochis por trabajos en plantaAsí fueron los tres surcando las aguas del mar de Cortés. Pasaron por el muelle donde atracan y desde donde zarpan tanto el buque carguero Santa Marcela como el Baja Ferries, famoso por transportar pasajeros de Topolobampo, Ahome, a La Paz, Baja California Sur, para después pasar por muelles privados; en uno de ellos hacían un desembarco de mercancía. Así, poco a poco, casi sin percibirlo, el malecón, el caserío y los topolobampenses fueron quedando atrás para dar paso a escenarios dignos de inmortalizarse en pinturas o en el cine, como la tan famosa Flor de mayo, película que se filmó en 1957 y que tuvo como protagonistas a María Félix, Pedro Armendáriz y Jack Palance. Turistas en la embarcación La Lupita II, los primeros en tocar y jugar con el noble delfín en El Bichi. Foto: Javier Padilla/ Debate A ambos lados de la embarcación se observan sitios como el Cerro de Punta Prieta y el Cerro Partido, pero también algunos arrecifes artificiales creados por dueños de viejas embarcaciones que van y dejan los cascos de estas muy cerca de Topolobampo, y ni qué decir de la playa Las Copas, donde a lo lejos se veían personas acampando. Paradisiaco cada centímetro del puerto. Después de alrededor de 25 minutos, la embarcación bajó la velocidad y esa fue la mejor indicación para saber que habían llegado a su destino. Estaban en territorio Pechocho y como tal había que disminuir la velocidad al máximo, para cuidarlo y protegerlo de cualquier peligro. Gran amigo. Desde niño, el lanchero Saíd ha convivido con el Pechocho. Hoy él lleva a su familia a visitarlo. Foto: Javier Padilla/ Debate Experiencia inolvidable Al entrar al hogar del mamífero en la ensenada, desde lejos podía verse la aleta del Pechocho entre el agua y poco a poco se mostraba en toda su magnitud a los visitantes al acercarse a centímetros de la lancha y permitir que lo acariciaran. “Se deja querer”, dijo Said Dávalos Pillado, y es que la primera familia que arribó a El Bichi pudo jugar varios minutos con él y gozar de su presencia. Lo tocaban y rascaban, y él iba y venía, se acercaba y alejaba de la pequeña embarcación. Se perdía entre el agua y de pronto volvía a emerger hasta que llegó el momento de la despedida. Felices le dijeron adiós hasta el próximo encuentro.Una vez que con sus movimientos se despidió de sus primeros visitantes, le tocó el turno de atender a los viajeros de Las Amacas 1, que también habían hecho el recorrido en exclusivo para conocerlo. Encanto natural. Cerro de Punta Prieta con su faro. Foto: Javier Padilla/ Debate Y tal como lo hizo con sus amigos de la pequeña embarcación Lupita II, el Pechocho se desvivía por dejarles ver lo amistoso que es, pues igualmente se acercaba para dejarse acariciar y recorrer juntos parte de El Bichi, como mostrando su cálido hogar.E igual como sucedió con la Lupita II, Las Amacas 1 tuvo que partir de regreso al puerto, y en el recorrido se observó a una embarcación con tripulantes a bordo que iban a vivir tan inolvidable y energizante experiencia. El Pechocho está sano y después de un mes vigilado y en recuperación, ayer se le veía: estaba feliz de tener a sus amigos humanos de vuelta en su casa, en la ensenada El Bichi, ese lugar que él eligió para vivir desde hace más de 30 años y que lo resguarda como el gran tesoro que es.  Grandiosidad. Cerro Partido, con su faro en la parte más alta, desde donde se logran panorámicas espectaculares. Foto: Javier Padilla/ Debate Pueden entrar con el Pechocho, pero con precauciones Fue ayer mismo que Capitanía de Puerto de Topolobampo informó que estaba permitido el acceso a la caleta donde permanece el Pechocho. Esto una vez que sanó de las heridas en el lomo provocadas, dice el oficio, por la propela de una embarcación. Sin embargo, pidió poner en práctica las recomendaciones emitidas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que son no nadar con el Pechocho, evitar el número de embarcaciones a las permitidas y navegar con precaución.El comunicado está dirigido a prestadores de servicio de turismo náutico, propietarios de yates y embarcaciones de recreo, pescadores y público en general. Así se garantiza que entre todos se resguarda el hábitat del amigable animal, pero también su vida.Como se recordará, fue la primera quincena de diciembre del año pasado cuando unos pescadores se percataron de las heridas en el lomo del delfín, por lo que informaron a las autoridades correspondientes, quienes decidieron cerrar el lugar hasta que el Pechocho sanara. Incluso, un pescador estuvo durante todo ese tiempo en la ensenada vigilando que nadie entrara. Por fortuna, el Pechocho ya fue dado de alta y se encuentra en perfecto estado de salud. Diversidad. Toda una gama de flora y fauna la que vive y convive en los espacios del Mar de Cortés en Topolobampo. Foto: Debate El Pechocho y Saíd, la gran amistad de toda una vida Para Saíd Dávalos Pillado, el Pechocho es un amigo al que visita de manera permanente, sea a través de los viajes turísticos que ofrece o por cuenta propia, porque aprendió a quererlo desde que él era un niño y el delfín un joven mamífero que acababa de llegar a la ensenada El Bichi. Informe. Saíd Dávalos anuncia a Capitanía de Puerto del recorrido que dará y el número de personas a bordo. Foto: Javier Padilla/ Debate Leer más: Pide iglesia de Los Mochis evitar reuniones o festejos para bajar los contagios de Covid-19Esa amistad que comenzó hace más de 30 años, cuando su papá lo llevaba a ver al delfín que adoptó a Topolobampo como su casa, con los años se hizo más fuerte, lo que se reflejó ayer al verlo desde su embarcación y emocionarse solo al ver la aleta del mamífero, y remover el agua para que este se acercara, tocarlo y rascarle su piel porque eso le gusta, dice el presidente de la Federación de Sociedades Turísticas de Topolobampo, el guía de turistas, el hombre mar y el niño de ayer que emerge desde sus entrañas en el hombre de hoy para gozar de cada rincón de la bahía y muy en especial, del Pechocho. Dan de alta a delfín El Pechoco y recibe visitas en Sinaloa



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