¿Y el origen de los bienes culturales? ¿De verdad deben ser devueltos?



A propósito de la vuelta de un moai pascuense —Tau— que se encontraba en un museo en Santiago a Rapa Nui, y también con motivo de el artículo propuesto para la nueva constitución, “los pueblos y naciones preexistentes tienen derecho a obtener la repatriación de objetos de cultura y de restos humanos pertenecientes a los pueblos”. Tengo más incertezas que seguridades respecto de lo bien o mal que esto se convierta en una regla general.
Las dudas son de distinta índole, por el modo en que los objetos salieron del lugar, regalados, comprados, robados, esto hace que la redacción de la Constituyente empiece a resquebrajarse. Pensemos en una obra legítimamente adquirida por un museo.
Otra duda es sobre quién se debe atribuir la titularidad de mandatario de “los pueblos”. En esta parte los cuestionamientos me saltan a propósito de la legitimación activa, porque salvo contadas excepciones que se creen de razas o pueblos puros, los demás somos mezcla de genes y de culturas por lo que atribuirse la representación de un concepto inasible…. Esto me hace recordar la escena de la película “Tiempos Modernos” cuando por azar el protagonista aparece encabezando una marcha de trabajadores enarbolando una bandera roja. La segunda duda que me asalta es si lo que ocurre en Isla de Pascua es disociable de lo que ocurre en otras partes de Chile y por lo tanto uno puede decir que son un pueblo distinto.
El concepto de pueblo me recuerda algunos capítulos muy oscuros de la historia moderna. Con estas distinciones podríamos llegar al absurdo de querer repatriar a Valparaíso los cañones de la Armada que se encuentran en Las Salinas, comuna de Viña del Mar.
Por último, me pongo en el caso de que el moai, o la materialidad con valor histórico o cultural tenga un origen indeterminable (no es el caso con el moai, pero ha habido casos así) o pertenezca a una cultura que ya no tiene nexos con un determinado territorio. Me refiero a dos casos específicos, el primero, de la escultura “Juventus Victoriosa” (Victorious Youth ) que aunque de la cultura helenística, fue encontrado bajo el mar, en aguas internacionales, alejado de las costas de Italia, y más lejos de las griegas, ¿a qué cultura pertenece?
También, me refiero por ejemplo a las figuras de Buda de origen Afgano, si se encuentran en un museo, ¿a quién debieran devolverse, al Talibán para que los destruyan, o al gobierno Indio? Lo mismo, una familia (del alcalde) de apellido Edmund. ¿Es el apoderado idóneo de los pascuenses para atribuirse la representación del pueblo pascuense?
Ha habido soluciones como museos itinerantes (repatriación de objetos africanos desde Francia), respecto de obras culturales africanas cuya localización y autoría ha sido de difícil determinación, pero esa pertenencia general hace también que el cuidado quede mermado por incerteza de las responsabilidades.
Como digo, tengo más dudas que certezas, pero la generalización ideológica y vociferante puede hacernos perder el norte de lo sensato y del sentido común.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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