“I May Destroy You”: hablemos de ficción y cultura de la violación


“Estoy aquí para aprender a evitar que me violen. Tiene que haber una manera… porque si no no sé que mundo sería”.Sentada en una terapia grupal junto a otras sobrevivientes de violencia sexual, Arabella piensa en voz alta, intenta entender, ponerle palabras a su dolor. La que habla es ella, pero le da voz a sus compañeras, quienes la escuchan, asienten y le responden “no estás sola”; después de todo, también son parte de ese mismo mundo. La que habla es ella, pero podríamos ser todas.

“I May Destroy You” (2020) es la serie creada, escrita, producida y protagonizada por Michaela Coel, que sigue a una joven escritora que es víctima de una violación cuando sale a tomar algo a un bar y que está basada en la experiencia en la vida real de la autora. En 12 capítulos vemos una historia cruda, oscura y con tintes de comedia; están disponibles en HBO Max. Ganadora de un Emmy en la categoría “Mejor guion de una miniserie” -aunque injustamente ignorada en la temporada de premios en general-, la serie hace foco la cultura de la violación. Pero primero un poco en perspectiva: ¿qué es eso y cómo se suele tratar en la ficción?***No es novedad que crecimos, vivimos y seguimos mirando series y películas, son parte de nuestro ADN y una herramienta de comunicación social y cultural. Cada historia y cada escenario que conocemos devienen en puentes de sentido para comprender la realidad que habitamos. Si hablamos de aquellas que tratan la violencia hacia la mujer, seguro se te cruzan varias por la cabeza.

Foto: Instagram @imaydestroyyou

Pero, ¿cómo se muestra? “En el cine se han narrado las historias de las mujeres los eventos traumáticos que vivían de manera sumamente violenta; por décadas se ha erotizado el sufrimiento que viven las mujeres; existen múltiples películas en donde el consentimiento es inexistente, y es terrorífico que estos actos sean vendidos como amor. Incluso, muchas escenas de violaciones se han filmado con lujo de detalle y han sido defendidos en nombre del ‘arte’. Sin contar con un largo repertorio de películas llenas de chistes machistas y misóginos”, opina Mabe Guzmán, creadora de la página “Club de Cine Feminista”, en diálogo con este medio.Fremdina Bianco, cineasta, docente, escritora e integrante de “Vecinas Cine”, afirma a Filo.news: “Históricamente las películas y series han cosificado completamente al cuerpo de la mujer. La violencia sexual se ha tratado con muy poco respeto y sensibilidad… se busca el morbo, espectacularizar la violencia sexual, que no tiene relación con la construcción de los personajes”.De esta manera, como resalta Bianco, “históricamente el cine ha favorecido a la construcción de esta cultura de la violación”; esto significa a la legitimización de actos que normalizan y justifican la violencia sexual. Es importante hablar del tema, de eso no hay dudas: el problema es cómo se muestra, de qué manera se representa en la ficción.
¿Hay una manera adecuada? El norte siempre es pensar la ficción bajo perspectiva de género, cambiar la narrativa preestablecida que legitiman violencias, cuestionar el orden social patriarcal y opresivo y romper estereotipos. “Tener una mirada crítica al respecto, para no revictimizar, ni caer en lugares comunes llenos de estereotipos sobre los abusadores y víctimas”, reflexiona Guzmán.Bianco suma: “No tiene que ver con los relatos que se cuentan sino con cómo se construyen, cuál es la mirada que le damos a esos relatos. Se trata de empezar a desaprender todas esas cosas que fueron impuestas”. Para  eso es clave el rol de mujeres y disidencias detrás de las cámaras, que aunque no garantizan una visión feminista, sí permite una mirada más inclusiva de las historias y asegura otras voces en pantalla. 

Foto: Instagram @imaydestroyyou

Hija de padre y madre ghaneses, a sus 35 años Michaela Coel estudió teología, literatura, música, poesía y artes dramáticas en Londres. Para graduarse de la universidad presentó la obra “Chewing Gum”, que se transformaría en una serie de televisión con la cual ganó el premio BAFTA por “Mejor Actuación Femenina en una Comedia” y “Talento Revelación”. Fue durante la grabación de esa serie cuando fue víctima de violencia sexual en la vida real por parte de dos hombres. “Después de esa experiencia, empecé a hablar con mis amigos y me di cuenta de que ellos también tenían cosas que querían compartir sobre el consentimiento sexual. Eso me motivó a llevar esta historia más allá”, decía en una entrevista para Golden Globes, donde agregó: “El trauma se había convertido en mi narrativa y lo que hizo este proceso fue dominar esa narrativa en lugar de dejar que ella me dominara a mí”.

Foto: Instagram @imaydestroyyou

Así fue como durante dos años y medio escribió la serie, donde ella manejaba sus propias reglas, narrativas del guion y proceso creativo, en coproducción con HBO y la BBC. Guzmán destaca el trabajo que hizo en la serie y analiza: “La recomiendo mucho. No es imposible que un hombre pueda retratar las vivencias de las mujeres con respeto, pero en mi experiencia es difícil de encontrar, sobre todo en el cine mainstream.  Por ello, es importante la incursión de las mujeres en el cine y las disidencias sexuales, porque amplían el panorama, no desde una mirada estereotipada de sus identidades, acercándose a un público más diverso y acercando a la audiencia a otras vivencias”.“Necesitamos ser narradas por nosotres mismes -explica Bianco y continúa- para esto tienen que ocupar espacios de poder. Nos ha pasado por ejemplo estar en alguna lectura de guion con varones y que no hayan detectado e incluso se hayan reído de chistes machistas, y con mujeres y disidencias hay algo ahí que hace ruido y que molesta. Eso tampoco evita que tengamos prácticas sexistas, pero hay más posibilidad de debate. Ahora se abre un poco más el juego, con personajes femeninos empoderados y masculinos desde un lugar diferente”.Ahora bien, ¿cómo se aplica todo esto a “I May Destroy You”? ¿cómo cuenta la historia y en  qué rompe estereotipos?***Decíamos que la serie sigue a Arabella Essiedu, una joven escritora que escaló a la fama tras publicar su primer libro, “Crónicas de una millennial harta”, inspirado en los tweets que publicaba a diario. Tal es así que consigue un contrato con una editorial para desarrollar su segunda novela, aunque todavía debe averiguar qué quiere contar y de qué se va a tratar. Ella es una mujer independiente, que aprovecha cada oportunidad para salir de fiesta y divertirse, que vive endeudada y que comparte cada momento de su vida a través de las redes sociales. Un perfil con el que más de una persona podríamos sentirnos identificadas. Pero todo cambia cuando una mañana despierta con un golpe en la cabeza, con su celular roto y sin recordar lo que pasó la noche anterior. Algo estaba mal. “Tengo la imagen de un tipo en el baño haciendo algo raro”, le describe a su amiga sobre el hombre que ve a través de flashbacks. Cual rompecabezas, empieza a unir pieza por pieza e intentando recordar lo que en verdad prefiere olvidar: que fue drogada y abusada sexualmente. 

Foto: Instagram @imaydestroyyou

“Hay niños hambrientos, hay guerra en Siria, no todos tienen un celular, hay problemas peores”, se dice a sí misma, a la psicóloga, a sus amigas; incluso busca tutoriales en Youtube que expliquen por qué a veces la memoria puede hacernos creer que vivimos algo que nunca pasó. Pero sí pasó. Se anota a clases de yoga, a hacer manualidades, gimnasia con la amiga y talleres de pintura, encuentra refugio en las redes, donde se vuelve referente para cientos de mujeres. Sin embargo, por mucho que quisiera, nada parece funcionar. Y lo sabe porque las imágenes de esa noche siguen apareciendo, siempre mostrando solo la cara del agresor en plano cenital.La serie rompe estereotipos en diferentes niveles: no pone el foco en la investigación policial del caso, sino que se para en el punto de vista de las víctimas; específicamente en la violencia sexual y las diferentes formas de atravesar el trauma posterior. Vemos a una mujer dañada, contradictoria, con errores, que no está todo el tiempo triste, que por momentos empatizamos y por otros no, pero que justamente no le importa si la queremos, porque es un proceso muy personal; para superar el dolor no hay una única forma posible, y a ella no la paraliza ni la define.

Foto: Instagram @imaydestroyyou

“Es muy transgresora, rompe con el estereotipo o lugar común que tenemos en mente de cómo es, cómo se comporta una mujer después de vivir un suceso traumático”, opina Guzmán, y Bianco señala: “También habla de la noche, y me parece que esto nos da a pensar mucho cual es la relación que tenemos nosotras con la fiesta, de reclamar nuestro derecho al goce y a divertirnos en la mayor seguridad posible. A su vez me parece que ayuda a entender que una habla cuando puede, hasta donde y cómo se expone”.Esto se aplica también a sus amigues, Terry (Weruche Opia) y Kwame (Paapa Essiedu), quienes también atraviesan experiencias traumáticas: ¿qué pasa cuando dos amigos se hacen pasar por desconocidos y te proponen hacer un trío, que vos creés que es algo casual pero que estaba previamente planeado, lo hubieras hecho igual? ¿qué pasa si tenés relaciones consensuadas y, cuando decidís parar, la otra persona vuelve a hacerlo contra tu voluntad? ¿qué pasa si la otra persona se quita el preservativo en pleno acto sexual sin avisarte?

Foto: Instagram @imaydestroyyou

En cada una de las historias se exploran los diferentes tipos de abuso y las áreas grises del consentimiento en las relaciones de plena época post #MeToo, la importancia de marcar los límites en esos escenarios confusos, en respetar el ‘no es no’, de la salida colectiva y redes de contención. Todo lo aborda desde una naturalidad y cotidianidad con el que trata también a otros temas tabú, como ver a las protagonistas en el inodoro, usando toallitas, hablando de menstruación en pleno acto sexual, como también el racismo: “Antes de ser violada nunca le presté atención al asunto de ser una mujer. Estaba demasiado ocupada siendo negra y pobre”, dice Arabella en la mitad de la serie.Además, la serie no solo rompe estereotipos en la representación de las víctimas, sino también con los victimarios. Como vimos hasta acá, “I May Destroy You” no trabaja los extremos, ser bueno-malo, sino que muestra cómo los agresores no son monstruos o animales necesariamente, sino que pueden ser personas que ya conocemos, e incluso cuestiones como el rol de cómplices frente a diferentes tipos de violencias. 

Foto: Instagram @imaydestroyyou

“Es importante incluir en esta discusión e incomodidad a varones, porque tienen que cuestionar sus masculinidades y romper pactos de silencio y complicidad machistas. El violento no es necesariamente alguien que aparece de la nada, son sanos hijos del patriarcado, son nuestros padres, novios, amigos”, explica Bianco. De hecho, cuando Arabella se encuentra con su violador no vemos un solo final, sino que lo conocemos en tres versiones diferentes; porque no hay una sola forma de vivir el trauma, como tampoco de empezar a superarlo. Mientras tanto, le da cierre a su libro: finalmente ya sabe lo que quiere contar. “No estás bajo mi almohada, estás acá conmigo, así que no me asustas. Me sumergí en esa oscuridad y esa oscuridad está en mí ahora mirándote”, dice la protagonista casi al final de la serie hacia uno de sus abusadores.  ***“I May Destroy You” es una de las series que viene a revolucionar la forma de contar las historias sobre relaciones sexoafectivas en la era en que vivimos (como “Insecure” o “Unbelieveble”), que viene a poner sobre la mesa la importancia de generar debates y que quizá sean horizonte para el tratamiento de la violencia sexual en la pantalla.“Yo creo que una película le puede salvar la vida a alguien, puede ser una advertencia a alguien”, opina Bianco y cierra: “La cultura nos tiene que invitar a pensarnos como sociedad y tratar de generar preguntas que nos lleven, poco a poco y ojalá más pronto que tarde, a ciertas respuestas, y que eso nos lleven a un lugar más seguro y más libre”.



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