La UdeC… ¡Se mueve! – El Mostrador



Ante las críticas a la actual gestión en la UdeC no cabe sino decir lo mismo que Galileo cuando fue confrontado por la Inquisición. La universidad, que atravesó un periodo complejo, marcado por el estallido social y una pandemia, logró demostrar el valor de su trabajo. Es decir… Se mueve.
Se le atribuye a Galileo Galilei haber dicho la frase “y sin embargo… se mueve”, refiriéndose a la órbita que desarrolla la Tierra en torno al Sol. El italiano llegó a esta conclusión después del ejercicio científico de observar los hechos. Su opinión no cayó bien en la Iglesia, y fue citado a discutirla. Al terminar la exposición favorable al papado, Galileo no la refutó… pero exclamó su famoso dicho.
Su actitud pasó a ser un símbolo. Si los dichos, las teorías y las propuestas se sostienen en hechos, es porque son verdaderas. Aunque se diga otra cosa.
Y parto esta columna con ese ejemplo, de cara a la elección para ocupar el cargo de rector en nuestra Universidad de Concepción. Para decir que la UdeC… se mueve. Y sostenerlo con hechos, no solo con dichos.
Me baso en esto en la experiencia que tuve al colaborar con la universidad y su actual rector, Carlos Saavedra junto al equipo, mientras ocupé el cargo de secretaria regional ministerial de Ciencia para la macrozona centro sur.
En este cargo, conté con la colaboración constante de la UdeC en temas relevantes, y urgentes, porque apenas asumí se abatió la pandemia sobre el país y la región. Me tocó colaborar en el desarrollo de un ventilador mecánico, el primero hecho en el país, y que fue hecho en la U. de Concepción junto Asmar.
Vi la disposición del plantel para poner a disposición del país laboratorios, para aumentar la capacidad de testeo de coronavirus. Más importante aún, la UdeC fue la única universidad de regiones que se sumó, con infraestructura, equipos y personal capacitado, a todas las mesas de trabajo importantes tanto regionales como nacionales.
Iniciativas como el iCovid, en que junto a la U. de Chile y la U. Católica marcó la pauta durante los meses más duros de la pandemia, o la asesoría prestada al ministerio de Salud con una plataforma de telemedicina, que atendió a 1,4 millones de consultas, demostraron que está en la primera línea, y que el Estado puede contar con su vocación pública.
No puedo dejar de nombrar el hospital de Campaña, así como también las proyecciones de la pandemia que la universidad nos entregaba semana a semana en la mesa social.
Nada más lejano a la inmovilidad que los últimos cuatro años de la universidad. Es decir que, a pesar de los dichos la UdeC… se mueve.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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