De feminicidio

La joven profesora de Los Mochis, Fabiola Vianey, fue asesinada. Las autoridades tienen en prisión a su homicida. Los reportes del crimen señalan odio y saña contra la víctima. Ningún ser humano debe ser privado de su vida. Pero, además, con los feminicidios, Sinaloa muestra una barbarie que debe de parar. El gobernador, Rubén Rocha Moya, informó: “Ellos trabajaban juntos, eran maestros los dos y la versión que se ha corrido es que la maestra le debía al maestro, pero resulta que en los registros del teléfono de la maestra esta que él le está cobrando a la maestra una cantidad, se debían, pero fue demasiado odio, para el caso de la acción que se cometió y era solo cosa de dinero, pues finalmente podría resolverse de otra manera, pero esto es lo que sabemos, se está investigando, ya está la carpeta, la persona, el maestro, el autor, el responsable ya está en la cárcel bajo juicio” (Noticieros Televisa, 20/Jun/2022).La respuesta expedita de las autoridades, permite abordar de inmediato el análisis de la patología social que produce estos feminicidios. Como señaló el gobernador de Sinaloa, “resolver de otra manera”, de hecho, las deudas económicas se deben resolver por las vías mercantiles y civiles. No, por la acción violenta y el homicidio. Una joven profesora y madre es asesinada por una deuda de dinero: “Según las primeras investigaciones, el móvil del homicidio fue por una supuesta deuda de 50 mil pesos que tenía con otro maestro” (Noticieros Televisa, 20/Jun/2022).DE ODIO Y FEMINICIDIO. Además, el crimen de odio, la saña con que se cometió, de acuerdo a las descripciones de las heridas es muestra de una patología que señala ominosamente a todos los sinaloenses. Saña: “Furor, enojo ciego…Intención rencorosa y cruel”; Ominoso: “Abominable o despreciable” (Diccionario español de la RAE). Ante esto debe haber una acción social y de gobierno que busque: Primero, el origen de esta patología social, las bases y los mecanismos que la desencadenan. Segundo, las acciones que deben de hacerse desde las esferas locales. Lejos está la Ciudad de México para los cientos de miles de mujeres sinaloenses. Y, tercero, el llamado a una acción social en donde se insista consuetudinariamente en el respeto a los derechos humanos, con un especial énfasis en el respeto a la igualdad de género.Cada familia sinaloense DEBE de iniciar ese ejercicio de acción social. No se puede estar supeditados a que el gobierno haga todo, ya el hecho de que haya instancias de gobierno especializadas en la atención a la mujer es un logro muy destacado. Además, la titular, Teresa Guerra Ochoa, desde la academia y la acción social ha avanzado, de manera importante, en los análisis, clasificación y descripción para la búsqueda de la patología social de violencia contra la mujer en Sinaloa. Pero, se debe seguir analizando. Incluir el elemento psicoanalítico y encontrar explicaciones que orienten la acción pública y social de discriminación y violencia contra la mujer en Sinaloa.PÁRRAFOS: DE UNA VUELTA MÁS AL SEÑOR SOL. Volver a dar una vuelta al sol, ahora que está Riguito, hace que se retome la licencia del novelista Elmer Mendoza y recordar una canción de Violeta Parra. Dice la poeta chilena, porque ella siempre estará en presente: “Volver a los diecisiete después de vivir un siglo es como descifrar signos, sin ser sabio competente. Volver a ser de repente, tan frágil como un segundo. Volver a sentir profundo…Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber, ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento…”. Después viene el verso que ha acompañado décadas de vida: “Todo lo cambia el momento cual mago condescendiente”. Y, por ese momento, se le ha enseñado a Riguito, desde sus primeros años y constantemente: A una niña y una mujer NUNCA le puedes pegar. Y él pequeño pregunta, ¿y si me pega ella? ¡Aléjate! Es la orden. NUNCA le pegues a una niña o a una mujer, corre, aléjate y dile a la profesora, papá, mamá o a la persona adulta que está contigo. Pero tú, NUNCA le pegues a una niña o una mujer. Regresando a la poeta: “Nos aleja dulcemente de rencores y violencias. Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes…Encontró el amor con su manto como una tibia mañana. Al son de su bella diana hizo brotar el jazmín, volando cual serafín al cielo le puso aretes y mis años en diecisiete los convirtió el querubín” (Violeta Parra, Volver a los diecisiete). Riguito hace que cada tarde, con su “adiós señor Sol”, se vuelva a los cuarentas para tener la fuerza y con él surfear olas, en la bicicleta ir a las veredas y caminos sin carros, nadar en la alberca, y, diario, leer las hojas del libro que va escogiendo.



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