El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, descalificó las críticas hacia la Fiscalía estatal y a su gobierno por el manejo de la investigación en el caso de Luz Raquel Padilla, madre asesinada tras un ataque con gasolina el 16 de julio pasado.
Alfaro defendió el trabajo de la Fiscalía jalisciense —que ha señalado sin tener pruebas que la mujer de 35 años pudo haber cometido una autoagresión— y aseguró que varias críticas vienen de políticos que buscan lucrar con el caso.
“Sería muy fácil simplemente decir que ya tenemos detenido al principal sospechoso en un inicio de la investigación, pero el compromiso debe de ser con la verdad antes que cualquier otra agenda, la verdad por delante de todo, yo confío en que la Fiscalía llegará a la verdad y cuando se agoten las investigaciones se dará a conocer y mientras eso no suceda no comentaré más sobre el caso porque es un tema que la Fiscalía está llevando con cuidado y la vamos a respaldar para que concluya bien su investigación, qué terrible que un asunto tan doloroso lo estén usando algunos vividores de la política para lucrar políticamente, dan pena y dan tristeza”, dijo a medios de comunicación.
No es posible, así los gobernantes 😡
Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, dijo que los que critican el informe de la Fiscalía sobre el caso de Luz Raquel son unos vividores. #JusticiaParaLuzRaquel pic.twitter.com/YIyBK4aX8t
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) July 28, 2022
Al cuestionar que la Fiscalía de Jalisco revictimizó a Luz Raquel al asegurar que ella compró el alcohol y el encendedor hallado en el parque vecinal en el que fue quemada, el gobernador solo reiteró haber dado su opinión y evitó responder.
Además de informar que había dos carpetas de investigación contra Luz Raquel, la Fiscalía de Jalisco salió este 26 de julio a señalar que en mayo pasado la mujer víctima de feminicidio manipuló las cámaras de videovigilancia instaladas por su vecino Sergio Ismael “N” (actualmente detenido y procesado por lesiones) y que, según la madre de este, Luz Raquel fue quien hizo pintas en el edificio donde las dos familias vivían.
De acuerdo con los testimonios que ella misma difundió, sus vecinos la amenazaron y llegaron a agredirla porque estaban molestos con los ruidos que hacía su hijo, un niño de 11 años que vive con autismo.
Tras su muerte, sus amistades y organizaciones civiles han dicho públicamente que ella denunció ser blanco de amenazas de sus vecinos y no fue atendida por las autoridades.
Enrique Alfaro ha negado inacción de su gobierno, asegurando que se cumplió con las medidas establecidas en la ley, de protocolo y que tuvo acompañamiento permanente.
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