Pasantes de Medicina en Zacatecas denuncian inseguridad



Pese a que han hecho marchas y se han reunido en mesas de trabajo con autoridades, pasantes de Medicina en Zacatecas aseguran que no se han diseñado los protocolos necesarios para actuar ante situaciones de violencia en la entidad, como las registradas en agosto con balaceras y bloqueos carreteros de presuntos integrantes del crimen organizado. La queja de los pasantes se resume así: sienten que son dejados a su suerte.  
“He sentido bastante miedo porque la cosa cada vez se pone más fea y yo ya estuve en una situación de riesgo hace dos meses. Pedí mi cambio de sede y no me lo han dado”, dice ‘José’, quien pide omitir su verdadera identidad.
El joven cuenta que hace unos días se enteró ya tarde, porque las autoridades emitieron un comunicado por la noche, de que al día siguiente los pasantes podrían no acudir a sus clínicas. “Pero yo ya estaba en mi sede, porque está en un lugar de difícil acceso y yo vivo ahí en la semana, así que para cuando dieron el aviso, yo ya estaba en el centro de salud”, explica. 

El pasante, egresado de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), dice que nadie de la institución se ha comunicado para saber si él y sus compañeros de otras sedes están bien. “Nadie nos llama para preguntarnos cómo estamos, pese a que estamos solos y en zonas alejadas. Yo me siento bastante indignado, porque nos tienen descuidados y a nuestra suerte”, reclama. 
Hasta ahora, los representantes de los médicos en formación dicen que no saben con exactitud cuántos pasantes hay en zonas de riesgo, pero calculan que son alrededor de 30.  
María, otra pasante de Medicina que se encuentra a una hora de donde sucedieron las balaceras y los bloqueos carreteros recientes, dice que a ella en la jurisdicción sanitaria un día le dijeron que, si todavía no se encontraba en el centro de salud, al siguiente no se presentara. Sin embargo, el director de la clínica le dijo que sí tenía que ir. 

“Yo me quedé el fin de semana en el municipio donde hago mi servicio social y el director lo sabía, así que con ese pretexto me dijo que, si ya estaba ahí, que me presentara en la clínica a dar servicio normal”, recuerda.
Cuando se les pregunta si hay protocolos de actuación en caso de que se desaten balaceras, bloqueos o alguna otra situación de riesgo en donde están prestando su servicio social, los pasantes dicen que solo les han dado cursos en los que les indican puntos como que si llegan delincuentes a sus sedes, hagan lo que ellos les digan. 
“Nos dicen que guardemos la calma y que si quieren que los atendamos, que lo hagamos, pero eso es un riesgo enorme, porque si vienen heridos ni tenemos el material suficiente para atenderlos y, si les decimos eso, no nos van a creer y se van a enojar. Realmente vivimos en una situación de terror constante de pensar lo que nos puede pasar”, afirma ‘José’. 
María asegura que también les han dicho que en caso necesario pueden llamar a la policía. “Pero en muchas zonas a veces se va la luz y no hay señal de teléfono, ya hemos pasado fines de semana incomunicados. También pasa que hay compañeros que donde están ni policía cerca hay y, entonces, les dicen que llamen a los más cercanos que tengan. Esos son sus protocolos”, advierte. 
Animal Político solicitó una entrevista a la UAZ y a la Secretaría de Salud de la entidad para saber por qué, aunque los estudiantes los han pedido y se han realizado mesas de trabajo, aún no hay protocolos que operen ante hechos de violencia. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. 
Josue Yutzin de la Rosa, representante de la zona norte del país de la Asociación Mexicana de Médicos Pasantes en Servicio Social (AMMPSS), señala que se hicieron cuatro reuniones con las autoridades educativas, de salud y de seguridad del estado, después de que los pasantes realizaran marchas para exigir mayor seguridad para desempeñar su labor, en el contexto del asesinato del médico en formación Erick Andrade en Durango. 
Con las manifestaciones pasadas se lograron estas mesas de trabajo con las autoridades. En la última estuvieron representantes de la Secretaría de Salud, la Secretaría de Seguridad, la Fiscalía General del Estado, la rectoría de la UAZ y el IMSS, puntualiza De la Rosa. “En las primeras dos mesas se acordó que se crearía en la UAZ un departamento de atención al pasante, porque hay un encargado de eso pero las quejas nunca se atienden, también se dijo que habría protocolos para actuar ante situaciones de riesgo y hasta ahora nada de eso se ha hecho y la violencia va en aumento”. 
El representante de AMMPSS dice que la situación de riesgo es tal, que hay pasantes que ya han recibido mensajes por WhatsApp en los que presuntos grupos delictivos les advierten que van a atacar a personal de salud, “así que hay una preocupación general muy grande”. “Como colectivo estamos viendo la pertinencia de pedir que se retire de las zonas de alto riesgo, que es la parte sur del estado, a los compañeros”. 
Hasta ahora, lo que sí pasó es que hay una persona en la Mesa Estatal de Construcción de Paz y Seguridad, donde se dirimen los asuntos concernientes a estos temas, para que atienda las cuestiones relacionadas a los pasantes. No obstante, De la Rosa se queja de que el proceso para subir los temas es muy burocrático. 
“Si algo pasa, hay que avisarle al jefe de jurisdicción, y él le avisa al rector de la universidad o al director, y él le habla al jefe de enseñanza estatal y este, a su vez, al representante en la Mesa Estatal de Paz… Pues es un proceso larguísimo”, alerta el portavoz. 
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