Autoridades de protección ambiental informaron el estado de salud de un oso negro de 7 meses con diversas heridas, una de ellas provocada por arma de fuego en Santiago, Nuevo León.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acudió a buscar al animal en Ciénega de González tras recibir un reporte.
La autoridad reportó que el personal encontró al oso negro “descarnado, con exposición de músculos y tendones, por lo que procedieron a su contención química y traslado para su valoración por personal médico veterinario especializado”.
Tras realizarle un examen físico general, radiografías, así como toma de muestras de sangre y heces, le detectaron una lesión medular causada por arma de fuego y la presencia de “un cuerpo extraño en la zona torácica”.
🚨Atiende Profepa a oso herido en Santiago, Nuevo León
▪️La denuncia ante la FGR por la comisión de ilícitos ambientales ha sido interpuesta.
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— PROFEPA (@PROFEPA_Mx) October 15, 2022
De acuerdo con la Profepa, los médicos veterinarios propusieron realizar más estudios y mantienen el diagnóstico de salud del oso como reservado, por la gravedad y magnitud del daño.
La Profepa dijo haber interpuesto la denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de quien o quienes resulten responsables por delitos ambientales y pidió una multa de hasta siete millones de pesos, así como una pena de hasta 9 años de prisión.
Autoridades tienen detectado que el oso negro americano se distribuye en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas y se encuentra protegido por las leyes mexicanas, ante la pérdida de su hábitat y la cacería.
En agosto pasado, pobladores del municipio de Castaños, Coahuila, torturaron y asfixiaron a un osezno que deambulaba por la zona. Aunque había policías municipales en el lugar, no impidieron la crueldad en contra del ejemplar.
De acuerdo a imágenes que circulan en redes sociales, un grupo de personas golpeó al animal, luego lo amarró de patas y hocico; y lo jalaron hasta causarle asfixia.
Todo esto ocurrió con ayuda de policías municipales; incluso se ve como una oficial ría mientras graba con su celular el cruel acto.
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