El viernes 14 de octubre a las 16:00 horas, Blanca Paredes, denunciante de violencia vicaria, inició una huelga de hambre frente a las puertas de Casa Jalisco, lugar donde vive y desde donde despacha el gobernador Enrique Alfaro.
Paredes buscaba hablar con el funcionario para obtener un avance en su caso, pues su denuncia es contra el exmagistrado José de Jesús Covarrubias Dueñas, quien es su expareja y se niega a dar pensión alimentaria a sus hijos.
De acuerdo con Paredes, Covarrubias también la amedrenta, al asegurar que la denuncia jamás procederá porque él tiene nexos con altos funcionarios, entre ellos, el propio gobernador del estado.
Durante más de 60 horas, la mujer permaneció sin comer en espera de una respuesta de Alfaro. Compañeras suyas —otras mujeres denunciantes de violencia vicaria—, colectivas feministas y algunas personas en general acamparon con ella.
Tras el llamado del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM) y medios de comunicación, el gobernador la atendió este lunes cerca de las 8:00 de la mañana.
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— Cladem Jalisco (@clademjal) October 17, 2022
En su charla, grabada por colectivas que acompañaban a la denunciante, Alfaro le dijo que el caso no le compete, sino al Poder Judicial, y le ofreció que sea revisado por Enrique Ibarra, secretario de Gobierno, y la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres.
Después de ello, Paredes fue trasladada a un hospital para ser atendida. La denunciante recalcó que espera “hechos, no palabras” por parte del gobernador.
Con anterioridad, Paredes ha dicho que la violencia aumentó por parte de su expareja cuando decidió apoyar a su sobrina, una adolescnete de 16 años, quien denunció al exmagistrado por abuso sexual.
Desde abril, la familia hizo público el caso y señaló que teme por su integridad.
Tras la denuncia, de acuerdo con la familia, el exmagistrado Covarrubias dejó de dar la pensión alimentaria, amenazó con obtener la patria potestad de los dos hijos y denunció a Paredes por diversos delitos. “Lo que quiere es asustarme con esas denuncias para que yo no siga, quiere asustarme con la idea de quitarme a mis hijos”, dijo Paredes en una conferencia de prensa en abril.
Aunque hubo pruebas suficientes para avanzar en el caso de abuso sexual, cuando se solicitó a Covarrubias presentarse a la primera audiencia, no llegó. Las autoridades tardaron en solicitar su orden de aprehensión. Una vez emitida, la Fiscalía de Jalisco lo buscó sin obtener resultados. Medios locales han reportado que se le ha visto en restaurantes lujosos de Zapopan. Mientras siga prófugo, el proceso judicial en su contra no podrá avanzar.
Además de este caso familiar, el exmagistrado enfrenta otras dos denuncias de exalumnas suyas. Ellas denunciaron haber sido víctimas cuando él daba clases en diferentes espacios de la Universidad de Guadalajara.
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