En febrero se cumplirán cuatro años de la muerte de Natacha Jaitt, y desde su fallecimiento su hermano, Ulises Jaitt pide justicia y esclarecimiento de los hechos sucedidos en la madrugada del 23 de febrero en la casa de eventos Xanadú.En el día de ayer, Ulises llevó al ciclo radial que conduce en Radio XLFM de lunes a viernes de 13 a 15, a Valentino Yospe Jaitt, su sobrino e hijo de Natacha de 17 años que habló por primera vez de la muerte de su mamá.Allí el menor contó que se apoya mucho en su perro Jake al que adoptó tras el fallecimiento de su mamá y que está abocado a terminar los estudios, al tiempo que recordó que la filtración del cuerpo sin vida de Natacha lo hizo ir a terapia.“Era una buena madre, se ponía mal si no aparecía después de dos minutos”, comenzó diciendo antes de recordad cómo fue la última vez que habló con ella: “Llega el viernes a la tarde, yo estoy volviendo de la escuela…. Unos amigos me invitan a tomar un helado antes de seguir mi rumbo, me quedó con esos amigos (…) y llegué 15 minutos más tarde a casa. Ese mismo día, llegó y me dice “¿Por qué tardaste más? Sabes que me preocupo”, rememoró.Luego agregó: “A las 21:15 de la noche, ella me dice ‘Voy a tener que ir a un lugar. Sabés que laburo, no sé si tenés algún amigo para que no te quedes solo’. Ubiqué a un amigo que estaba cerca de casa y ella me dijo ‘Avísame’. Salimos los dos juntos, me fui a la casa de mi amigo y ella me dijo que se tomó un taxi”, expresó sobre aquella secuencia.“Ella me dijo, ‘Gracias Valen, me asusté porque no sabía si habías llegado o no. Te amo mucho. Mañana nos vemos. Avísame si llegas a ir a casa o si te paso a buscar’. Yo le contesté que la amaba y ella me mandó un mensaje que decía ‘Te amo mucho, cuídate’. Ahí quedó”, manifestó.Al tiempo que narró cómo se enteró de la muerte de Natacha, y contó que al día siguiente no encontraba su celular por lo que fue hasta la computadora y desde allí abrió la aplicación de Whatsapp web. “Me cayeron como 50 mensajes de la nada”, yo no sabía que estaba pasando”, reconoció.”Yo decía ‘¿Qué onda? No entiendo nada. ¿Qué pasó con mamá? Habrá pasado algún quilombito y no me enteré’”, advirtió Valentino, que explicó que descubrió lo que había pasado en las noticias de Google.“Me desgarré. Primero lo procesé y dije ‘esto tiene que ser joda’. Entro y ahí me entero. Me pongo mal, empiezo a llorar, me empiezo a desgarrar, grito de la desesperación queriendo ver a mi mamá. La mamá de mi amigo sabiendo lo que había pasado, me empieza a abrazar, mi amigo no entiende nada porque no estaba enterado, porque en ese momento tenía la misma edad que yo. No me calmé, seguía llorando, pero por lo menos no estaba gritando del dolor por haberme enterado de la muerte. Te llamo a vos, venís al otro día, empezamos a charlar y me contás lo que pasó”, explicó.Minutos más tarde se sumó al pedido de su tío y habló del accionar de la justicia: “La justicia en este caso la ignoró a mi mamá, no le dio lugar, capaz porque es una mujer, no sé qué quilombo hay atrás. La abandonó física y emocionalmente. La fiscalía sabe que esa mujer tiene una familia, que tiene hijos, hermanos, primos que quieren saber que pasó porque es una muerte que no se sabe bien lo que pasó”, aseguró.“Para mí, a mamá la mataron. Por lo que escucho, por lo que vi. Yo sé cómo era mamá, no estaba en cosas raras, lo puedo decir hasta que me muera. Fue un caso muy raro, primero porque fue a la noche… Habían pasado varias cosas, había hablado en los medios, la habían amenazado, ella avisó que no iba a suicidarse, que no se iba a matar. La justicia no hace nada”, se indignó y apuntó contra Gonzalo Rigoni por alterar la escena de la muerte.“Es el mismo hijo de puta que le sacó la foto a ella mientras estaba tirada fallecida. Le saca la foto a mi mamá y la pasa a sus compañeros judiciales. Yo, que estoy conectado a las redes sociales, veo la foto. ¿Por qué tengo que ver a mi mamá muerta? Por este tipo que es una mala persona, desamorado y no tiene empatía por la familia que puede llegar a ver”, explicó, y dijo que está yendo a un psicólogo porque quedó traumado psicológicamente.
