Pese a que cerca del presidente Alberto Fernández rechazan otorgar una suma fija para trabajadores formales, el kirchnerismo continúa presionando por esta medida y apunta contra el mandatario: “Obtura esta necesidad”.Sobre esta alternativa para recomponer el poder adquisitivo del salario de los trabajadores registrados, el diputado del Frente de Todos, Hugo Yasky, sostuvo este viernes: “Hace 6 meses venimos reclamando una suma fija y no lo hacemos por un capricho. Gente que tiene trabajo estable está por debajo de la línea de pobreza”.
En sus declaraciones a Futurock, el legislador dijo que los salarios deben cerrar el año “tres o cuatro” puntos por encima de la inflación y remarcó que esto es “clave” porque los sueldos “vienen corriendo detrás” de la suba de precios.En ese sentido, insistió con una suma fija en detrimento de un bono en cuotas. “Si se establecen 3 cuotas y los montos se diluyen con el tiempo, el efecto de la recuperación no se siente”, explicó.”Si se da un aumento de suma fija, se acortan los tiempos de la recomposición y levantas más a los que están abajo. La manera de resolver esto es a través de la suma fija”, insistió el secretario general de la CTA.
La medida, impulsada por sectores afines a la vicepresidenta, es, sin embargo, rechazada por la Casa Rosada.”Está claro que si la Vicepresidenta lo plantea insistentemente, hay una mirada del ministro de Economía, que incluso ha manifestado que le parece que es una buena salida en este momento, está claro que hay un Presidente que obtura esta posibilidad”, apuntó Yasky.En el mismo sentido que el Ejecutivo, la CGT también se pronunció en contra de una suma fija. Ambos sostienen que la discusión salarial debe darse en el ámbito de las paritarias. “Están demostrando vigor y se negocia al máximo”, dijo la ministra de Trabajo, Kelly Olmos.”Es falso, en ningún momento la suma fija anula la vigencia de la paritaria”, retrucó el diputado. “No entiendo quién se puede oponer a un aumento para los que menos tienen”, añadió. Y sentenció: “El Presidente de la Nación es más sensible a la presión de un sector de la CGT”.
