Uno de los casos más enigmáticos del estallido social es el que tuvo lugar en la bodega de la empresa textil Kayser, en la comuna de Renca, donde cinco personas -supuestos saqueadores según Carabineros- perdieron la vida en extrañas circunstancias.
La tesis que se maneja es que las cinco personas fallecieron producto de haber inhalado humo tóxico de un incendio que se propago por el recinto mientras este era saqueado. Según informes policiales, los fallecidos serían saqueadores aturdidos por el humo y calcinados por las llamas que se desataron en el lugar. Sin embargo, una decena en envases, botellas y bidones, fueron hallados al interior del recinto, los cuales presentaban orificios y lucían aplastados.
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Un informe del Equipo Chileno de Antropología Forense y Derechos Humanos (ECHAF), entregado el 6 de enero de 2020 a Fiscalía Centro Norte, da cuenta de múltiples irregularidades procedimentales e incumplimiento de protocolos, así como la probable existencia de lesiones promortem y perimortem, es decir, antes y durante el deceso de las cinco personas.
La autopsia de una de las víctimas, Andrés Ponce, determinó la presencia de un hematoma subdural, una lesión sangrante dentro del cráneo; lo que según el Servicio Médico Legal (SML) tendría relación a un efecto postmortem producto del calor. Según los antropólogos del ECHAF “se espera al menos una declaración de cómo se forman hematomas subdurales por el calor”.
En ese sentido, los cuerpos de Andrés Ponce y Yoshua Osorio, dos de las víctimas encontradas entre los escombros de la textil, serán exhumados. Esto, a petición de la defensa de las familias ante la Fiscalía, encargada a la abogada Alejandra Arriaza. Se espera que las diligencias se realicen los días 1 y 2 de febrero.
Las familias de las cinco personas reclaman que nunca se esclarecieron sus muertes y que existieron graves imprecisiones en las autopsias, así como también la falta de antecedentes que esclarecieron las condiciones en que perdieron la vida Andrés Ponce, Yoshua Osorio, Manuel Muga, Julián Pérez y Luis Salas, quienes no sólo estaban calcinados por el incendio, sino que también presentaban impactos de bala, fracturas y otras lesiones atribuibles a terceros.
El presidente de la comisión investigadora del Caso Kayser, diputado Andrés Giordano, apuntó que la instancia “tiene todas las facultades para ampliar su rango investigativo a otros casos semejantes, porque lo ocurrido en la fábrica Kayser no son casos aislados”.
“Parece que a todas luces la investigación segrega y discrimina, porque se trata de familias de una comuna de Renca, sin apellidos rimbombantes y que no han tenido las respuestas que merecen del Estado”, concluyó el parlamentario independiente.
