Peleas de ego mantienen en vilo a Juntos por el Cambio: la coalición se puede partir en el interior del país



Las buenas noticias que le llegan desde las encuestas a la principal coalición opositora, lejos de llevar calma y armonía, fortalecen las aspiraciones de los múltiples candidatos al punto de poner en riesgo la unidad de cara a las próximas elecciones.Las provincias de Córdoba y Mendoza son los ejemplos más destacados de este belicoso clima interno, pero la situación comienza a traspolarse a otras latitudes, como Santa Fe, Chubut, y hasta la provincia de Buenos Aires.“En algunos distritos las diferencias con el Frente de Todos son tan grandes, de 15 o 20 puntos, que la disputa no es por la candidatura sino directamente por quien será el próximo gobernador”, explicó a modo de justificación un histórico dirigente del radicalismo, que prefirió mantener en reserva su nombre.En Córdoba la alianza opositora tiene serias aspiraciones de quedarse con el sillón de la gobernación, que desde 1999 han intercambiado el fallecido José Manuel De la Sota y el actual mandatario Juan Schiaretti, en una sociedad política como hubo pocas en la historia argentina.El verborrágico Luis Juez parecía número puesto para encabezar la boleta de Juntos tras su victoria de las elecciones de 2021, en las que fue elegido senador nacional, pero impensadamente le salió un serio competidor, el radical Rodrigo De Loredo, cercano a Martín Lousteau.Ambos se adjudican méritos y razones para enfrentar el 25 de junio al oficialista Martin Llaryora, actual intendente de Córdoba Capital, quien sueña además con llevarse para su lado unos 15 jefes comunales de distritos chicos, y con ancla en el viejo tronco radical que alguna vez supo manejar Eduardo Angeloz.Juez afirma que le corresponde la candidatura porque es quien más mide en las encuestas, pero De Loredo responde que tiene en respaldo de Mauricio Macri y de la UCR nacional.Mendoza es otro caso testigo del fuego cruzado y las peleas de ego que mantienen en vilo a la oposición y le dan esperanza al Frente de Todos a nivel nacional.En la tierra del sol y el buen vino, el demócrata Omar De Marchi anunció que será candidato a gobernador, ya sea por dentro o por fuera de la alianza. Según trascendió, ya decidió romper con las estructuras partidarias y jugar por afuera.Tan animado está que dejó atrás su rol de armador a nivel nacional para la campaña de Horacio Rodriguez Larreta para disputarle la candidatura al senador nacional Alfredo Cornejo, quien tenía la intención de compartir fórmula presidencial con Patricia Bullrich.Las PASO mendocinas serán en junio y la elección general para cargos provinciales en septiembre.De Marchi no quiere saber nada con enfrentar en las internas al ex titular nacional de la UCR, y pone como argumento que en el frente Cambia Mendoza, sello local de la alianza, también están el Frente Renovador, de Sergio Massa, y la agrupación Libres del Sur.¿Quién representa mejor a Juntos por el Cambio? ¿Cornejo que está aliado al kirchnerismo o nosotros?, chicanean cerca de la candidatura de De Marchi.En Santa Fe, la coalición opositora sumó por primera vez al socialismo, debilitado por las muertes de Miguel Lifschitz y Hermes Binner, pero esta novedad disparó nuevas internas, ya que el PRO se siente desplazado de su rol co-protagónico.Maximiliano Pullaro y Carolina Losada, ambos radicales, son las principales figuras del amplio espacio, acompañado por otro correligionario, el intendente de Rosario, Pablo Javkin.El PRO no tiene contrapeso con esas figuras a la hora de negociar candidaturas y por eso más de un dirigente partidario ha intentado, hasta ahora sin éxito, convencer a Miguel Del Sel, ex actor, exembajador y actual empresario agropecuario, para que vuelva a la política.En la poderosa y estratégica provincia de Buenos Aires se percibe una tensa calma, que en cualquier momento puede desencadenar en una áspera disputa entre dos históricos amigos y compañeros de ruta.Si bien hay otros anotados en la carrera, Diego Santilli y Cristian Ritondo son los protagonistas de esta puja para ver quién se queda con la candidatura opositora para ocupar el lugar que hoy ostenta Axel KicillofEl exvicejefe de gobierno aparece mejor posicionado en las encuestas y cuenta con el respaldo de Horacio Rodríguez Larreta.Varios de sus principales armadores y punteros del conurbano reportan, o han reportado, en cargos públicos, como Lucas Delfino o Martiniano Molina, entre otros.Sin embargo, esa cercanía con Larreta es para algunos su principal debilidad, paradójicamente.“Horacio hará cualquier cosa por ser candidato a Presidente, y eso incluye obviamente bajar a Diego si llegado el caso la negociación se lo pide”, dice con algo de realismo uno de sus colaboradores cercanos.Del lado de Ritondo saben que arrancan de atrás pero confían en que una vez iniciada la campaña los apoyos de María Eugenia Vidal y del propio Mauricio Macri equilibren la balanza.“Nosotros tenemos armados más distritos que Diego y ese plus lo vamos a hacer valer”,  confiaron del lado del ex ministro de Seguridad.Néstor Grindetti, Javier Iguacel y Joaquín De La Torre tambien se lanzaron como precandidatos, aunque por ahora parecen más intentos por captar voluntades a la hora de sentarse a la mesa de negociaciones que por competir con aspiraciones serias.Otro distrito que ya le da dolores de cabeza a los negociadores de cada sector es Chubut, donde el gobierno provincial metió la cola para que vuele todo por el aire en la oposición.El joven senador nacional Ignacio Torres (PRO), quien se inició en la política de la mano del sindicato del Juego, parecía el candidato cantado luego de su resonante triunfo electoral en 2021.Sin embargo, el intendente de Rawson, el radical Damián Biss, plantó bandera y lanzó su candidatura con el respaldo del actual mandamás de la UCR a nivel nacional, Gerardo Morales.El PJ vio en esa disputa una oportunidad y en una de las últimas sesiones legislativas del 2022 eliminó las PASO locales, por lo que si Torres y Biss quieren realizar una interna no contarán con fondos oficiales.Y si van a una disputa abierta correrán riesgo de que el aparato peronista participe y vuelque la elección hacia el contendiente que menos posibilidades de llegar a la gobernación tiene.Estas indefiniciones provocan que Juntos por el Cambio vea peligrar, por sus propias disputas internas, el triunfo en lugares donde ya había ganado en las elecciones legislativas de 2021 y abre la puerta a que el peronismo se entusiasme con recuperar distritos que ya daba por perdidos.



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