La iniciativa de Bellamente para el 8M que visibiliza la carga mental de las mujeres



Este 8M, la fundación Bellamente realizó una intervención para visibilizar “la forma en que las exigencias estéticas están cargadas de desigualdad de género, “traduciéndose en una alta prevalencia de trastornos alimentarios entre mujeres y disidencias”, explicaron a este medio a través de un comunicado.Con este sentido, empapelaron la vía pública con frases como: “El finde comí mucho, el lunes cierro la boca”, “No voy a ir a la fiesta, nada me queda bien”, “Con la luz prendida no cojo ni en pedo”; que acompañaron con una pregunta. ¿A quiénes nos imaginamos pensando esto?Los carteles no llevaban la cita de quién las piensa. Sin embargo, “la primera impresión de
la mayoría de las personas es que son mujeres quienes tienen estos temas en la cabeza”, aseguran desde la fundación. Y esto se refleja en sus estadísticas: 9 de cada 10 personas con un trastorno alimentario son mujeres y de acuerdo a la Asociación Contra
la Anorexia y la Bulimia (2021) 8 de cada 10 mujeres experimentan insatisfacción corporal.El tiempo, dinero y energía ocupados por la presión social de perseguir los ideales de
belleza nos resta oportunidades de dedicarnos a otras áreas de nuestra vida (como se
abordó en la campaña anterior “¿A qué costo?: Intervención 8M 2022”). Pero además, las presiones estéticas tienen consecuencias severas. Por eso es que llevaron adelante esta acción colectiva, para revetir un delicado panorama, donde cada 52 minutos fallece una persona como consecuencia directa de un trastorno alimentario. (Deloitte Access Economics, 2020).En una entrevista con Filo.News, su fundadora, Cande Yatche analizó en profundidad la problemática de los trastornos alimentarios, las exigencias sociales y la carga mental: “Desde Bellamente lanzamos un estudio que justamente busca poner en datos cómo el uso de Instagram impacta en nuestra imagen corporal. La convocatoria era hacia mujeres que se autopercibieran mujeres, en un rango entre los 18 y 35 años. Así como se están concientizando mucho, sigue habiendo una industria enorme que lucra con que nos sintamos mal con nuestro cuerpo. En Instagram abundan los mensajes como: ‘tenés que cambiar lo que sos’. No se piensa cómo eso puede impactar en la salud de los y las consumidoras. A nivel social somos re concientes de priorizar la salud, que está bárbaro y hay que resaltarlo pero también necesitamos que se nos cuide de los estímulos que nos llegan todos los días, de los medios de comunicación y las redes sociales. Las redes tendrían que tener una regulación de la publicación”, nos contó. Podés leer la nota completa acá.



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