Más de 600 niños abusados por 150 sacerdotes: el «impactante» nuevo informe de abusos sexuales en la Iglesia católica de EE.UU.




“La historia descubierta por la investigación es la de un abuso generalizado, pernicioso y persistente por parte de sacerdotes y otro personal de la arquidiócesis”, dijo el fiscal general del estado en una conferencia de prensa.
El informe acusa a la arquidiócesis de Baltimore de encubrir de forma sistemáticay metódica los abusos cometidos por miembros de la Iglesia católica.

“Una y otra vez, los obispos y otros líderes de la Iglesia mostraron una empatía hacia los abusadores, que superó cualquier compasión mostrada hacia los niños que sufrieron abusos”, dice el informe.

Asimismo, enumera los múltiples casos en que los líderes eclesiásticos parecieron proteger a clérigos acusados, en lugar de exigirles responsabilidades.

En gran parte, los abusadores permanecían en su puesto o, a lo sumo, eran trasladados a otra parroquia. Además, las investigaciones que la Iglesia llevaba adelante estaban dirigidas por otros clérigos y no por profesionales independientes, según el informe.

En una declaración publicada en internet, el arzobispo Lori afirmó que los relatos de abusos son “estremecedores y desgarradores“.

“A la mayoría le resulta difícil imaginar que puedan haber ocurrido actos tan perversos. Las víctimas de todo el mundo conocen la dura verdad: estos actos malvados ocurrieron”.

Jean Hargadon Wehner, víctima de abuso en Baltimore en manos del orientador y capellán del colegio católico al que asistía, ha dicho que “sigue enojada”, según informó la agencia Associated Press.

El presunto abusador de Wehner era A Joseph Maskell, mencionado en el informe como sospechoso de haber abusado de al menos 39 personas.

Antes de morir en 2001, Maskell negó las acusaciones y nunca fue procesado.
Teresa Lancaster, una de las víctimas de abuso, habla con los periodistas tras la publicación del informe. Getty Images
Dave Lorenz, defensor de las víctimas de abusos, muestra el informe ante la prensa. Getty Images

Kurt Rupprecht, otra víctima de abuso, en este caso en la parroquia de Salisbury en 1970, aseguró: “Estamos aquí para decir la verdad. No vamos a parar. Nos enfrentamos a esto todos los días. Es nuestra cadena perpetua“.

Para Rupprecht, el sentimiento es de alivio, porque ahora podrá haber un “ajuste de cuentas social, un ajuste de cuentas público”, según dijo a los medios locales.

Terence McKiernan, presidente de Bishop Accountability, un grupo de defensa de las víctimas, calificó el informe de “espeluznante aportación a nuestra comprensión de los abusos a menores cometidos por la Iglesia en Baltimore”.

Todavía puede haber procesamientos

El año pasado, los abogados de las vícitimas pidieron permiso al tribunal para hacer público el informe. La autorización no se concedió hasta el mes pasado, después de que un juez de Baltimore dictaminara que podía hacerse pública una versión editada.

En la versión pública, el documento esquiva los nombres y cargos de 37 personas acusadas de mala conducta. Los nombres se obtuvieron de miembros eclesiásticos, mediante citaciones del gran jurado. Por lo tanto, son consideradas confidenciales en Maryland.

Esto no quita que en el futuro pueda publicarse una versión más completa.

En simultáneo, los legisladores de Maryland aprobaron este mes un proyecto de ley para terminar con la prescripción de las demandas civiles relacionadas con abusos. Esta decisión levanta el límite de edad de 38 años para aquellas víctimas de abuso sexual infantil.

El proyecto de ley, que se encuentra ahora sobre la mesa del gobernador del estado, habilitaría demandas de carácter retroactivo.



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