Somos responsables de nuestro bienestar: 3 cosas que tenés que saber para cultivar tu calidad de vida



El concepto de bienestar sabemos que está relacionado con la salud y la calidad de
vida, incluso en los últimos años ha tomado mucho protagonismo el mundo del wellbeing. Por eso es importante que hablemos hoy de lo que implica el bienestar y saber que trabajarlo no es sólo mantener hábitos saludables o mantener el flow que se propone a veces.El bienestar incluye la experiencia de vida de una persona, pero también la comparación de las circunstancias de la vida con las normas y valores sociales. Está relacionado con la salud y al mismo tiempo, es un determinante de la salud. Es por ello que la misma OMS (Organización Mundial de la Salud), en el año 2012 en reuniones oficiales realizadas en Copenhaguen y París comenzaran a plantear la importancia de comenzar a trabajar en el bienestar de la población abordando tres problemas principales: el derecho a la salud, el acceso al cuidado de la salud y sobre todo, se pudieran abordar todos los determinantes que influyen en que las personas podamos estar bien. En este sentido, hoy tenemos una idea mucho más clara de lo que el concepto bienestar engloba.En primer lugar, se define que el bienestar es subjetivo porque se basa en la percepción y experiencia individual de cada persona. Lo que para uno puede ser una fuente de bienestar, puede para otro no serlo, por eso estar bien para alguien es levantarse a las 6 am a correr y para otra persona será poder dormir hasta tarde. Del mismo modo, lo que una persona considera una vida satisfactoria y plena puede ser muy diferente a lo que otra persona valora y busca en su vida.También es importante saber que involucra diferentes aspectos de la vida y que bienestar es un término amplio que se refiere a la salud física, mental y emocional, así como a la satisfacción personal y al desarrollo de relaciones sanas. Siendo una combinación de factores internos y externos, incluyendo hábitos de vida saludables, como también nuestro entorno social y ambiental, acceso a recursos sanitarios, económicos y oportunidades de desarrollo personal.Y por último hay que saber que alcanzar el bienestar tiene que ser un proceso activo, es decir para estar bien, tenemos que hacer cosas que nos hagan bien. Aunque siempre van a existir factores externos que pueden afectarnos, la responsabilidad de cuidar y mejorar nuestro bienestar recae en nosotros mismos. Cultivar el bienestar es un proceso activo y muchas veces parte de ejecutar pequeñas acciones, pueden las mismas no cambiar toda nuestra situación, es decir que quizás no sean determinantes a que estemos bien, pero si pueden ser predisponentes a que nuestra calidad de vida y la percepción de la misma mejore significativamente.Lic. Melisa Mirabet, psicóloga especializada en gestión emocional y alto rendimiento
(@MelisaMirabet).
 



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