KISS volvió a decir adiós en Buenos Aires a pura pirotecnia, hits y rock and roll



El monstruo de cuatro cabezas volvió en su doceavo show en Argentina para, tal y como lo hicieron el año pasado extender la gira “End of the Road” con la que se vienen despidiendo tras 50 años de mucho rock and roll. En esta oportunidad la banda liderara por Paul Stanley, Gene Simmons, Tommy Thayer y Eric Singer encabezó el headline del festival checo Master of Rock en donde además tocaron Scorpions, Deep Purple, Helloween, Avantasia y Horcas en el predio del ex parque de la ciudad el pasado viernes 28 de abril. 
 22:00 hs puntual  comenzaban a mostrar el recorrido de los KISS hacia el escenario por las pantallas que minutos después se iluminaría y las 35 mil personas presentes vitorearían al ver descender a los rockstar de las tarimas aéreas, que acompañadas por fuegos y pirotecnia, presentaban a la banda con su hit “Detroit City”. 
 El set list sería exacto al que hicieron en abril del año pasado, salvo por el cambio de “Tears are Falling” que reemplazaron por  “Makin Love”, y no faltaron los clásicos que “los kisseros” cantaron durante toda la noche. 
 La banda que desde hace rato es más que solo Rock and Roll, ya que sus shows suelen ser de los más divertidos de la escena rockera con sus grandes puestas en escena, su imponente vestuario y todos los chiches que los chicos usan para entretener y divertirse entre ellos. En esta oportunidad no fue una novedad para los más fieles, ya que repitieron exacto el show que realizaron hace un año atrás con la gira con la que se están despidiendo.Pero tal y como lo cita nuestra reina madre Mirtha Legrand “el público se renueva” y los performance volverían a entregar lo mejor que tienen al tiempo que en cada presentación se toman su tiempo para lucirse de manera individual y en conjunta. 
 Es así que vemos a Simmons bañarse de sangre y escupir tal cual representa su alter ego en “I Love it Loud” o al guitarrista líder Tommy Thayer disparar con su guitarra a las tarimas para salvarnos de la invasión alienígena que nos acosa, o el momento romántico de la noche cuando Eric Singer interpreta “Beth” dando descanso a el público que prenderá sus celulares para acompañar la balada. Por supuesto no podemos olvidarnos del gran showman Paul Stanley que siempre en constante dialogo con la gente, y pidiendo mil veces perdón, por su precario español dirá, una y otra vez, cuanto aman al público argentino y jugará con ellos para integrarlos a la puesta milimétricamente pensada y por la que ya cerrando el espectáculo volará de una punta a otra del escenario llamado “B” ubicado sobre la torre de control para saludar a todos y tocar “Love Gun” y “I Wan Made for Loving You”. 
 No obstante “Lick it Up”, “God of Thunder”, “Calling Dr Love” sonaron fuerte y encendiendo a la manda multigeneracional que abarcaba desde niños con sus caritas pintadas hasta adultos de todas las edades que los Kiss supieron encantar a lo largo de estos 50 años de carrera. 
“Buenos Aires, sé que esta es la doceava vez que tocamos en este país”, comenzada diciendo Stanley que jugaba con los números en español para luego anunciar lo tan temido por la audiencia a la que animó a convertirse en animales y hacerlos sacar al suyo desde adentro a modo de introducción de “Psycho Circus” tras decir que esta era la última vez que visitarían el país. 
 Más tarde llegaría una suelta de globos blancos con el logo de la banda para “vestir” los cielos con “Do you Love Me”, y para cerrar llegaría el clásico “Rock and Roll all Night” con la que quemarían los últimos cartuchos, y vestirían el campo con papelitos de colores que bañaron la audiencia, que una vez más decía adiós, a la estruendosa, y glamorosa banda.



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