Rodri Carrera en Caja Negra: “Mi meta más cercana es hacerle la casa a mi vieja”



Es uno de los streamers más populares de la actualidad, cuenta con una audiencia de 4 millones en Twitch, 3.5 millones en Youtube y 2 millones en Instagram. “Fue algo que intenté hacer para probar, la típica de cuando estás en la de buscar qué es lo que te gusta, lo hace feliz, lo que te mueve el piso. Yo tuve la suerte de que una de las primeras cosas que probé es como que… funcionó”, contó. Hoy, en Caja Negra: Carre.⁣”En un principio me arrojé a ser streamer para hacer lo que me gusta. Es algo que yo miro más o menos desde que arrancó. Estoy metido ahí, chusmeando, siempre encerradito en mi pieza, viviendo con mi vieja y nada. En un momento fue algo que intenté hacer para probar, la típica cuando estás en la de probar qué es lo que te gusta, qué es lo que no y bueno, tuve suerte de que hay gente que tarda mucho en encontrar qué le gusta, lo que le mueve el piso. Y yo tuve la suerte de que una de las primeras cosas que probé es como que… funcionó”, reveló sobre sus comienzos.Nació con Comodoro Rivadavia y vivió toda su vida en Bahía Blanca. De chico hizo todas las actividades deportivas que pudo: “Me gustaba básquet, mucho. Es una historia graciosa por qué dejé básquet, ya lo he contado. Me gustaba mucho ir. Ya tenía partidos, me iba a ver mi mamá… Y había un chico que me hacía mucho bullying, me molestaba siempre cuando el profe no miraba. Y un día, estábamos en la fila esperando a que el entrenador nos indique qué hacer y me empieza a molestar… y yo me harté. Me di vuelta y le pegué una piña. El profe me vio, me suspendió y lo cagué a puteadas al profe. Después le dije a mi vieja que no quería ir nunca más”.”Mi mamá me enseño todo lo que sé: mis valores y mis principios los aprendí de ella. Yo siempre la admiré, siempre aprendí de ella. Me doy un poco de crédito a mí mismo… fui alguien que aprendió mucho solo también por cosas que me han pasado en la infancia y la adolescencia, y uno aprende a rebuscársela. Mi mamá siempre me dijo que yo iba madurando más de chico y siempre la admiré muchísimo”, confesó sobre la relación con su madre.Respecto a su padre, contó que él fui quien le despertó interés por los autos: “Me enseñó a manejar cuando tenía 9 años, una locura total. Empecé de a poco, tal vez él manejaba y yo metía los cambios. Después me empecé a interesar mucho por las autos. Leía revistas de autos”.Durante las vacaciones del colegio, Carre viajaba a visitar a su padre: “Fui yo solo esa vez, sin mi hermano, yo tenía 15. Me encuentro con que mi viejo estaba teniendo muchos problemas con la con la novia de él de ese momento y él no quería estar en su casa. Andábamos todo el día en la calle, en auto, dando vueltas, todo porque el no quería enfrentar su realidad. Mientras tanto, empieza a renegar con dolores de cabeza y se tomaba dos ibuprofeno, pum. A mí me parecía raro, pero era pibe y le decía que le iba a hacer mal. Un día estábamos durmiendo juntos y se despierta gritando, no te puedo explicar cómo, nunca escuché a alguien que grite así. Lo llevamos al hospital con su novia y en el camino lo único que gritaba era: ‘Me voy a morir, me voy a morir. Decile a Lucas – mi hermano- que lo amo’. Cuando llegamos le dimos unos calmantes, le hicieron estudios y se dieron cuenta que se le había reventado una vena en la cabeza, pero hacía una semana ya y él lo había estado estirando. Y se le empezó a derramar sangre por todo el cerebro. Ahí quedó con riesgo de muerte. Cuando los médicos se acercaban, nos daban pronósticos y estimaciones, yo dije: ‘Ya está’. Pero se salvó, quedó sin secuelas. Fue un milagro, tiene un Dios aparte, es increíble lo que le pasó”.El streamer ahondó sobre el vínculo que tiene con su papá: “Justo en esa época pasé muchas otras cosas con mi papá que no me gustaron. De hecho, ese fue el último viaje que hice pero no por lo que le pasó a mi papá, por otras cosas. Él se estaba metiendo en muchos problemas, en cosas medio turbias y yo no quería ser parte. Entonces decidí no viajar más, más allá de lo que le pasó. Sentí que hubo un cambio en la relación después de lo que le pasó, porque sentí que lo perdí pero de repente no lo perdí. Lo amo mucho, pero aprendí a decir: ‘Bueno, si le pasa algo ya está’. Porque toda mi vida me preocupé por él y me asusté porque vivió una vida medio loca, y no quería estar mal constantemente por culpa de mi papá. Lo amo, si él me necesita yo voy a estar, pero si se mete en algo que no se tiene que meter… ya está: ‘No me voy a hundir en el barco con vos. Hacé tus cosas bien, sos grande’. Pero lo amo”.El joven streamer recordó algunos episodios de ansiedad que sufrió en sus comienzos: “El 2019 fue un año complicado. Empecé a descubrir la ansiedad. Fue cuando me dio el golpe de realidad de la vida como: ‘Ok, tengo que afrontar la vida. Ya tengo 18, 19 años, tengo que hacer algo con mi vida, tengo que ver si arranco a estudiar algo, qué quiero hacer, qué me hace feliz’. Y todas esas voces que te dan vuelta en la cabeza. Me trajo muchas complicaciones a mi cabeza. Mi mamá trabajaba todo el día caso. Ella no sabía, pero yo estaba el 70% acostado en mi cama, con las luces apagadas. Con la compu jugaba más a la noche e iba a la escuela amanecido. Eso fue mi 2019″.”Pude salir de ese momento después de una charla con mi mamá que le comenté mi situación, que no sabía qué hacer con mi vida. Y mi mamá, como un ángel, una luz en mi vida, me dijo: ‘Tranquilo, vos mandale, hacé lo que sientas, es parte de la vida’. Y bueno, fui tratando de salir de esa, cambiar la rutina, verme más con mis amigos. Me ayudaron mucho y en simultáneo intentaba volver a stremear”, contó sobre cómo intentó mejorar su situación.Pero a medida que sus números del stream mejoraban y se iba haciendo más conocido y la exposición aumentaba: “Me di cuenta que durante un año completo, disocié de mi personalidad. Soy alguien que se representa mucho con el cariño, las energías, y me di cuenta que estuve mucho tiempo sin decirle a mi amigo que lo quería o a mi mamá. Cuando me cayó la ficha, me angustié un montón. Eran como las 2 de la mañana y la llamé a mi mamá llorando. Estuve horas diciéndole todo lo que sentía. Mi mamá también se largó a llorar y me dijo: ‘Era obvio que te iba a pasar. Mucha gente de golpe, todo muy rotundo mucha experiencia nueva. Era obvio. Tranquilo, no te preocupes, es normal’. Y ahí bajé mil cambios. No me había permitido procesar lo que me fue pasando en la vida. Le dije: ‘A partir de hoy te prometo que voy a trabajar todos los días para volver a ser la persona cariñosa que era antes’, y lo estoy logrando”.Relató una experiencia puntual en la que se asustó por cómo se sintió: “Estaba en un shopping con mis amigos de Bahía que me vinieron a visitar. De repente  me vienen a pedir una foto, no sé, ponele tres o cuatro chicos que estaban juntos y cuando ellos me piden fotos viene un grupo de tres o cuatro chicos más que me ven. Cuando ven esos tres o cuatro chicos, vienen tres o cuatro chicos más… Me acuerdo que le aprieto el brazo a mi amigo fuerte, a Joaquín, que él no entendía qué me estaba pasando porque nunca había actuado así… se lo aprieto y le digo: ‘Amigo, sacame de acá’, y me termino de sacar las fotos, como medio shockeado con los que estaban ahí porque no los quería dejar ahí tirados a los pibes y mi amigo me lleva rápido para el estacionamiento. Estaba re pálido, me subo al auto, salgo, bajo la ventana y donde respiro aire, ahí caí y dije: ‘Uh, qué onda con esto? qué es?’ Y ahí empecé a explorarlo. Empecé como a a entender qué era la ansiedad, qué era ese mundo medio nuevo. Y bueno, con el tiempo lo sabés llevar. O sea, yo por ejemplo, cuando me agarra eso trato de distraerme con otras cosas, respiro, llamo a mi vieja. Hay que buscar ayuda, es importantísimo. Hay mucha gente cercana que le sirve ir a terapia. Es muy importante”.”Recuerdo que arranqué con El Rubius cuando literalmente no era ni tan conocido. No tenía ni 500.000 suscriptores. O sea, a ese nivel de que lo miraba hace mucho y lo miraba mucho a él. Recuerdo que miraba otros youtubers también, pero El Rubius fue como que el que me enganchó viste como que me quedé ahí”, contó sobre sus comienzos consumiendo contenido y relató cómo lo conoció: “Me acerco a saludarlo en la primera Velada del Año. Le digo: ‘Hola Rubius, ¿cómo andás? Soy Carre’. Automáticamente me abraza, me levanta y me empieza a hacer como si fuera un bebé. En ese momento se me congeló el mundo. O sea, vine a saludarlo con intención de que esté todo bien, me saco una foto. Y yo quedé shockeado. Después, se ve que cuando vuelve a la casa de la Velada habla de mi reacción a ese clip de cuando me levanta y ahí ya me empieza a conocer”.Una de sus amistades del mundo del stream es Spreen y en diálogo con Julio Leiva contó cómo se conocieron: “Estaba con el Demente jugando al Minecraft y me dice: ‘Hagamos un server con Zaina’, y nosotros no teníamos ni puta idea. Y ahí llega un tal Spreen DMC que sabía configurar servidores y todavía no era muy conocido. Con el tiempo empieza a crecer y hablábamos por Instagram cada dos por tres. La primera vez que me lo cruzo es en un evento de Markitos de bowling y Spreen cae medio tarde. Veo que estaba como medio introvertido, con vergüenza y yo lo empiezo a segundear, a sacarle charla. Me invitó a la casa otro día y nos quedamos toda la noche charlando de la vida y ahí nos dimos cuenta que algo había. Coincidíamos, éramos similares y fuimos formando un lazo”.Si vamos a la caja negra de su vida, ¿cuál es el momento que lo convierte en la persona que es hoy?: “El momento que me convierte en Carre es cuando mi mamá me agarra y me dice: ‘Hacé lo que te haga feliz, yo te voy a bancar en todas’. Y ahí fue cuando me tiré al lance”.Hacia el final de la entrevista se abre la caja negra. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un clic en tu vida?



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