Hablamos con uno de los mayores coleccionistas de Barbies del mundo



“No sé cómo mostrarlo”, dice entre risas Jian Yang en una entrevista por Zoom con Filo.news, mientras se para a grabar las grandes vitrinas llenas y llenas Barbies que hay a su alrededor. Son las 9 de la mañana del miércoles en Singapur, las 10 de la noche del martes en Argentina. Con su remera de Ken, el piso rosa, una casita de muñecas de fondo y una sonrisa llena de orgullo, de una punta del mundo a la otra se presenta: “Vivo así, vivo con todo rosa”.***
Su primera muñeca en realidad era de su hermana. “Obviamente se la robé -recordó y siguió- ella tenía un traje de entrenamiento. Es la misma que apareció en Toy Story. Amé a Barbie desde ese momento”. Como te contábamos, nunca se propuso coleccionar, simplemente siguió jugando y comprando nuevas. Pero eso que empezó siendo un juguete, de repente, estaba presente en cada momento de su vida. Y el paso de los años, lejos de alejarlo, lo acercó más a las muñecas: “A medida que fui creciendo, me di cuenta que ellas te ayudan a alcanzar logros. También te motivan a trabajar más duro para poder comprar más”.Hoy, a sus 43 años, se define como fotógrafo de juguetes en su biografía de Instagram, como publicista en la entrevista y como autor, skater, nadador, ciclista, esquiador, wakeboarder, chef e incluso ‘partyboy’ en su charla TED. Y claro, colecciona muchas, muchas -¿ya dije muchas?- Barbies, aunque no se identifica con el término ‘coleccionista’: “Creo que eso implicaría que busco algo por su valor, que las vendería, que compraría juguetes y no los sacaría de la caja, pero no”, aclaró durante la charla con este medio; en su lugar, se definió como “un niño que nunca dejó de jugar con sus juguetes”.“No juego con muñecas como ‘hola Barbie, hola Ken’, no hago ese tipo de juego de niños. Lo que hago es ir a las cosas, de trabajo, restaurantes, fiestas, y llevo mi muñeca, y esa sería mi forma de jugar, y después lo publico en Instagram”, amplió. Es en esa red social donde hoy tiene más de 35 mil seguidores, donde tiene su foto de perfil con un muñeco de sí mismo y donde publica más fotos de sus Barbies que suyas.Justamente eso es lo que atrae a su audiencia, que estalló masivamente en 2017, durante un viaje de negocios a Sri Lanka. Imprescindible en su valija, Jian llevó su muñeca Barbie con él, y en los momentos libres, aprovechaba para crearle vestidos con el papel higiénico que tenía en el hotel. Esos ingeniosos diseños fueron tapa de medios como Vogue y eventualmente inspiraron la creación de su libro “#Flushable Fashion” (“Moda desechable”), que en resumen convoca a “una celebración visual de una nueva moda sostenible: vestidos de papel de seda biodegradables, intrincados y fabulosos creados por Jian en sus viaje”.Con la simpatía y carisma que lo caracteriza, vive con más de 12 mil muñecas Barbies en su casa. Se trata de la colección más grande de Asia. Y hace hincapié en el contexto: “Hay que recordar que esto es en Singapur, y es un país muy caro. Sé que mis amigos latinoamericanos dirán como 3000 dólares por una muñeca, ¡qué! pero te acostumbras a gastar mucha cantidad de dinero en cosas”, explicó.¿Cuál es su favorita de toda su colección? ¿Hay alguna que desea conseguir a futuro? frente a esas preguntas tradicionales, que definió como “ambiciosas”, se rió y contestó: “No tengo, son muchas, las disfruto todas”.***
Los inicios de Barbie se remontan a 1959 de la mano de Ruth Handler, una empresaria estadounidense que se inspiró en la muñeca Bild Lilli. Desde ese momento no dejó de crecer bajo la marca Mattel -que lideró junto a su esposo, Elliot Handler-, a tal punto que se convirtió en uno de los juguetes más famosos de la historia como bien sabemos. La frase ‘tú puedes ser lo que quieras ser’ llegó a todas partes del mundo, donde abrazó culturas, costumbres y tradiciones, y se adaptó a numerosas series, películas y videojuegos animados.“Creo que el hecho de que yo coleccione muñecas hasta hoy es la prueba de que su evolución es relevante y exitosa. A través de los lentes de la muñeca, puedo ver mucho del mundo y su cultura”, reflexionó Jian; de hecho, mostró en la videollamada a su Barbie Argentina, que luce su vestido de tanguera y que adquirió en el marco de la colección “Dolls of the World” (“Muñecas del mundo”): “Fui a ver el musical Evita Perón, y llevé esta muñeca conmigo. Espero ir a Argentina un día”.Foto: Instagram A pesar de su carácter cosmopolita, Barbie no deja de ser un producto estadounidense. Y eso lo resalta Jian y lo tiene muy presente de cara a la película que llegó a los cines el 20 de julio, dirigida por Greta Gerwig (“Lady Bird”) y protagonizada por Margot Robbie, Ryan Gosling, Will Ferrell, Simu Lu, America Ferrera, Ariana Greenblatt, Ncuti Gatwa, Emma Mackey, Alexandra Shipp, Michael Cera, Dua Lipa, Issa Rae, Kingsley Ben-Adir, Rhea Perlman y Kate McKinnon.“Recibo mucho esta pregunta últimamente, pero no la respondí correctamente. Creo que hay dos partes”, dijo tras ser consultado sobre uno de los estrenos del año y amplió: “Tengo muchas ganas de ver cómo Barbie cobrará vida. Es la casa de los sueños, el -Chevrolet- Corvette, todos usando esa ropa, me encanta”.Otro de los puntos a favor, según su perspectiva, es la construcción del personaje de Ken, que pudimos ver en todos los adelantos. Para él, “Ken siempre fue minimizado, es como un accesorio de Barbie muy parecido a un auto, una casa… Nunca tuvo una personalidad independiente para mí. La película está tratando de cambiar esa narrativa, porque muestra que quienquiera que seas, podés ser Barbie, y lo mismo para los hombres con Ken; y el hecho de que trabaje un actor muy famoso como Ryan Gosling, significa que tendrá un personaje importante”, pronosticó.De hecho, confesó que es un personaje que lo interpela de cerca: “Nunca lo había pensado, pero que sí me siento identificado con él. Para Ken el mundo gira en torno a su novia, y él es solo su cosa hermosa que siempre está ahí. Viste esos momentos en que sentís como un complejo de inferioridad, que no sos lo suficientemente bueno, que sos el segundo después de alguien”, se sinceró el publicista.Foto: InstagramNo obstante, Jian continuó su análisis: “Lo que personalmente me asusta es el hecho de que la magia de la muñeca es que nadie puso una personalidad en ella. Si vos en Argentina comprás una muñeca delgada y rubia, es de una forma; mi muñeca delgada y rubia, la misma que la tuya, sonaría muy diferente en mi cabeza, con diferentes costumbres y valores. Cuando los asiáticos juegan con Barbies en su casa, se quitan los zapatos y los ponen en la puerta, porque los asiáticos no usan los zapatos en la casa. Es la misma muñeca, pero depende del lugar del mundo en el que esté, tiene diferentes personalidades”.  “Pero cuando ponés una película, estás determinando que Barbie ahora es Margot Robbi, que tiene acento americano, que tiene novio que es Ryan Gosling. Básicamente estás creando ese ecosistema. Creo que el mundo Barbie nunca se creó”, argumentó Jian y señaló: “Cuando veo la película de Barbie y veo a Simu Lee, todo lo que veo es un asiático americano, que pusieron un actor asiático en una película muy blanca”.En este sentido, Jian abrió el debate sobre el tipo de representación y el ideal que se construye en ese relato: “Yo nunca pude pagar la casa de mis sueños cuando era niño, así que cuando era joven, mi Barbie nunca tuvo una casa. Y ahora, si ves la película ella tiene la casa y tiene el auto… si fuera un niño ¿me debería sentir mal porque no puedo pagar esa casa ni el auto? porque Barbie debe tener la casa y el auto”.Para él, según resume, la película presenta pros y contras. Lo cierto es que serán puntos de debate y ejes de análisis que estarán en boga esta semana por el estreno, que promete convocar a miles y miles de espectadores en todo el mundo.***“Mis amigos están planeando una fiesta de Barbies, así que les voy a prestar a ellas”, nos muestra Jian en el paneo de su habitación, donde tiene muñecas de todos los tamaños, estilos y diseños. Aunque estas semanas se hable mucho de Barbie, para Jian fue un tema de conversación de toda la vida. Por eso cierra: “Creo que nunca dije que iba a coleccionar Barbies, fueron mis juguetes que nunca se fueron”.



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