La presión arterial se refiere a la presión ejercida por la sangre contra nuestras arterias. Esta presión es medida en centímetros de mercurio, una unidad para medir las presiones. Se considera que la presión arterial de una persona es normal, cuando es igual o está por debajo de 120/80 mm Hg. Cuando la presión arterial está por encima de estos niveles, se diagnostica como hipertensión arterial.
Causas de la hipertensión arterial
La hipertensión arterial es causada por diferentes factores. Entre ellos el hábito de fumar. Igualmente, la ingesta alcohólica y el sobrepeso o la obesidad son factores que influyen negativamente para la alta presión arterial. La falta de ejercicio físico, el estrés y una inadecuada alimentación, complementa el cuadro de las causas.
Tratamiento
Aunado a los buenos estilos de vida, el tratamiento no farmacológico puede incluir: dieta baja en grasas (embutidos, cerdo, leche entera) y moderada en hidratos (arroz, papas). Igualmente, Ingesta de frutas, legumbres, vegetales y cereales integrales.
Por otro lado, minerales como el calcio y el magnesio, contenidos en yogurt, huevo, nueces y pan, son favorables. Además, disminuir el consumo de sal y reducir el consumo de ácidos grasos saturados de origen animal, son ideales para la prevención de la hipertensión arterial. Mientras que el aumento de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6 (que se encuentra en el pescado azul, y el maíz) son muy recomendados.
Aparte de las recomendaciones que hemos mencionado, la mayor parte de los pacientes hipertensos requieren de tratamiento médico que incluye medicamentos. La mayor ventaja de los medicamentos es que son muy seguro y eficaces en la disminución de la presión arterial. El médico determinará los fármacos adecuados de acuerdo a las condiciones específicas del paciente.
