Pichu en Caja Negra: “Con Sin Codificar estamos más presentes que nunca”



El humorista se sentó en los sillones de Filo.news junto a Julio Leiva en un mano a mano muy divertido. El actor Oscar Fernando Straneo Díaz logró consagrarse como comediante e hizo reír a millones de personas. Sus actuaciones en Sin Codificar y VideoMatch marcaron momentos icónicos de la TV que ahora circulan como virales una y otra vez. Viene de ganar el Martín Fierro 2023 a Mejor Labor Humorística, y ganó premios Carlos, Tato y más. Hoy, en Caja Negra: Pichu.En esta entrevista, repasa su carrera en TV, cine, teatro y radio: desde sus comienzos en Uruguay hasta llegar a ser uno de los humoristas más populares de Argentina, el país que lo adoptó.”Teníamos un segmento en Sin Codificar que era ‘Yo quiero ser’, ponele ‘Yo quiero ser Ricky Martin’ o Paul McCartney, o Luis Miguel. Entonces me toca a mí ser Luis Miguel y cantaba La chica del bikini azul. El productor Gustavito, le mando un beso, me dice: ‘Mirá que va a estar una chica con una bikini azul’. Y bueno, yo tratando de ser lo más parecido a Luis Miguel, que es difícil imitarlo. Y de repente: ‘De pronto Flash’ y veo que pasa… y yo me morí, porque la verdad no tenía ni la más remota idea que iba a pasar y ese fue Imanol Rodríguez, el hijo de Miguel Ángel Rodríguez, que laburaba con nosotros. Yo no sabía que iba a pasar eso. Esas son las cosas lindas que tenía el programa, nos sorprendíamos entre nosotros”, recordó sobre uno de los momentos más virales de Sin Codificar, que aún hoy sigue circulando en las redes sociales.Nacido en la otra orilla del Río de la Plata, el humorista comentó: “En Uruguay se puede poner cualquier nombre. Yo buscaba en Google a una señora que le pusieron Walt Disney Fernández… Sandalia se llamaba mi abuela paterna y mi otra abuela era Alaides, que era brasilera. Entonces como hablaban portuñol, a veces no entendían mucho las cosas. Mi vieja le dice a mi abuela, porque venían los padres de mi papá a presentarse: ‘Por favor, acordate sandalia, acordate sandalia’. Y mi abuela cuando llegan dice, te juro eh: ‘Pase, pase, doña Chancleta’. Mi vieja se quería matar, pobrecita”.Respecto a ese tema, recordó otra anécdota familiar: “Mi otro abuelo, por parte de mi vieja, siempre le dije ‘Nonito’, ‘Nono’, ‘Abuelo’, ‘Abuelo Nonito’… todo de abuelo. Yo tenía 42 años y antes de que se fuera con San Pedro, le digo: ‘Abuelo, ¿cómo es tu verdadero nombre? porque yo siempre te dije Nonito’, y me dice: ‘Nonito’. ‘¿Qué?’, le digo y me mostró su cédula. Se llamaba Nonito Maglio”.”Yo soy Oscar Fernando. Mi viejo se llama Juan Oscar Nelson. ¿Para qué? Para que le digan Pocho. Tengo otro tío que se llama Juan Víctor Washington. ¿Para qué? Para que le digan Titi. Otro se llama Héctor Ramón y le dicen Moicano. El otro, Daniel Darío: Teta. Y yo toda la vida fui Pichu”, cerró.La primera vez que actuó en público tenía solo 9 años y luego fue progresando: “Empecé en Uruguay conduciendo un programa infantil, primero haciendo un personaje que era el Capitán Amianto. Era un astronauta, como dijo Gustavo Paván alguna vez, nunca tuve un personaje cuerdo. Estaba re loco. Era en un croma y estaba el Mortal Combat, el videojuego que estaba de moda: “Vamos a luchar con Sub-Zero y vamos a luchar con Scorpion”, y yo me tiraba al piso, me caía solo, me pegaba yo solo. Y ahí empezamos con la locura. Después pasé a conducir con Ana Laura, que todavía ella trabaja en Uruguay. Cinco años estuve conduciendo el programa infantil y me encantaba. Me gustan mucho los chicos”.Si vamos a la caja negra de su vida, ¿cuál es el momento que lo convierte en la persona que es hoy?: “En el carnaval, cuando íbamos a competir al teatro de verano. Ahí tenías que demostrar, no podías fallar. Me enseñó a ser fuerte arriba del escenario y ahí creo que me convierto en Pichu. Yo cada vez que salgo al escenario voy a dar todo y siempre, como buen charrúa, con garra y fuerza. Entonces ahí creo que me transformo en lo que es Pichu, y eso viene del carnaval”.Hacia el final de la entrevista se abre la caja negra. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un clic en tu vida?



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