Acru en el Luna Park: la consagración de un rapero que no para de subir de nivel

“Me gustaría mucho tocar en el Luna Park lleno de gente. Desde que pasé por ahí, tanto como espectador como una vuelta acompañando a Wos, es uno de los sueñitos que tengo”, le decía Acru a Filo.news en agosto de 2021. “Ya sólo con pensarlo me emociono. Para mí sería histórico”, confesaba entonces. Y lo fue.Quienes siguen a Agustín Cruz desde hace años, sienten su recorrido y llegada al mítico venue porteño casi como propia. El camino incluyó fechas en Groove, Obras, el Harlem Festival, el Lunfardo en el Hipódromo de Palermo y hasta el Cosquín Rock. También un EP cápsula, “YANTAZ”, que afianzó su vínculo con el magistral productor Veeyam y lo llevó al fresco y ecléctico sonido de su reciente álbum conceptual “EL DON”.Pasaron dos años y muchísimas cosas entre esas declaraciones y su consagración en el Luna Park, pero a no equivocarse, el hip hop nacional no dejó nunca de estar en la espalda de Agustín. El setlist del jueves por la noche arrancó fuerte: “TRONO”, el track que abre su último disco, lo sentó justo donde le corresponde al rey del rap argento. “BURNING”, también del trabajo nuevo, siguió para darle paso a una batería de potentes temas: “Estuve Ahí”, “Who’s Back” y la Throw Up Session #2.Aquel despliegue escenográfico que sorprendió del Obras de diciembre queda chico frente a lo que el team detrás de Acru preparó para esta ocasión: una estructura circular en la que hasta se metió a rapear y que, vista de lejos, funcionaba como letra “O” para describir la palabra “DON”. Por supuesto, la clásica pasarela en el Luna no podía faltar.No hizo falta más canciones que esas primeras para darse cuenta que a Acru el Luna Park no le quedaba grande ni a palos. Lo recorrió como su casa y lo hizo propio porque se lo ganó. Sus fans sabían que algún día Acru llegaría al Luna y él estaba completamente ready para hacerlo. Y su equipo también.”¿Qué músico argentino no sueña con poder llenar el Luna Park?”, expresó en su primera intervención extensa con el público. Los ‘olé olé olé Acru’ no tardaron en llegar y sólo cortaron con la música: “CIEN SHOWS”, “DHARMA”, Throw Up #4 y “KIEN” encendieron el ambiente. Desde Chile llegó el primer invitado de la noche, Jonas Sanche, para hacer “Heavy Weight” y cerrar el primer bloque con “DISPARO”.Acru entonando canciones de Boca en clave trompeta de cancha (a la misma hora del show se jugaba la ida contra Palmeiras por las semis de la Libertadores) hicieron de fusión para un buen triplete antes de los otros invitados: “JOSEAR”, Throw Up #1 y “ROMARIO” dieron pie a la guitarra de Ca7riel y el freestyle de Wos.Por un momento se sintió como en los viejos tiempos, cuando Cato formaba parte de la banda de Wos y las improvisaciones en vivo entre ACR1 y él eran frecuentes y en venues más pequeños. A este junte sólo le podía seguir “ANIMAL” y un pogo furioso.”Hattori”, Throw Up #3 y “DONDE ESTÁ DIOS” setearon tres climas distintos, siendo el de la última canción el más particular por poner a todo el público del Luna a corear la frase que da nombre al título como si fuese una gran secta. El “CYPHER” marcó la cumbre del rap nacional en el estadio con la presencia de Kelo y Saje de Kamada, el cordobés Santoz, el rosarino Brapis, y los bonaerenses Urbanse y Kundo.La recta final del show era un hecho y “CORONAR” dio el primer paso, seguida de “QUIZÁS”, “AGRADECIDO” y “CAMINO”, todas pertenecientes a “EL DON”. En el medio hubo un momento para agradecerle a Veeyam (productor de todo el álbum y quien además toca la guitarra en los shows en vivo) e intercambiar lágrimas de emoción. Merecidísimo.”Monoblock” y “Román”, los dos temas más representativos del old school Acru pusieron el cierre perfecto a la noche entre barras, gritos, aplausos, pogos y arengues. Una olvidada de letra por parte del rapero lo hizo más épico aún por ponerse a improvisar con el beat que tantas alegrías le trajo. El level up que Acru ha experimentado en el último tiempo es tanto que da gusto. Aparte de calzarse la bandera del rap nacional, lo hace llevándola siempre un paso más adelante. No por nada tiene el don.



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