Sus álbumes ordenados del peor al mejor según Rock&Pop — Rock&Pop



Durante casi dos décadas de carrera, Taylor Swift ha desarrollado una narrativa discográfica que ha evolucionado junto a ella, y pasó de ser una niña cantando canciones de country, a liderar un imperio musical sumamente exitoso y lucrativo.
En su viaje por distintos géneros y estilos, Taylor publicó un total de 10 discos de estudio hasta la fecha, con el más reciente saliendo hace poco más de un año, a finales del 2022.
Y aquí en Rock & Pop ordenamos su discografía desde el peor al mejor para celebrar su cumpleaños número 34. Aunque cabe señalar que en este caso, no es que Taylor Swift tenga un disco realmente malo, más que nada es una lista desde simplemente bueno hasta lo mejor.
Además, para la lista se consideró sólo la lista de canciones original del disco, nada de versiones limitadas o canciones “From The Vault”.
Del peor al mejor disco de Taylor Swift
10. Taylor Swift (2006)
El primer disco de Taylor Swift es el que menos ambiciones tiene, es el debut musical de una niña de 17 años con un amor por el country y el pop, pero no por eso está desprovisto de grandes canciones.
Los sencillos “Tim McGraw”, “Teardrops on My Guitar” y “Our Song” demuestran la capacidad de la joven Swift de escribir canciones radiales y pegajosas.
Sónicamente el disco no se desmarca mucho del country inspirado por artistas como Shania Twain o The Chicks. Banjos, guitarras lap steel y violines sureños están presentes en todas canciones.
Es un gran inicio, pero que palidece en comparación con las ambiciones que futuros discos mostrarían.

9. reputation (2017)
En 2017 Taylor Swift se encontraba en el ojo del huracán, luego de polémicas con varias figuras públicas, la vorágine de las redes sociales, y el drama. El drama es el tema central del álbum, tanto musical como líricamente.
Las letras sobre traiciones, puñaladas por la espalda y amores apasionados calzan muy bien con los sonidos más electropop que cualquier cosa que Swift haya hecho antes o desde entonces, con influencias del EDM, gracias a productores como Max Martin, Shellback y Jack Antonoff.
A veces el drama y la producción maximalista puede hacer que el disco se sienta un poco repetitivo, especialmente en el centro. Este tipo de canciones brilla más en vivo que como álbum, como lo comprobó la película concierto de Netflix y el éxito de la gira correspondiente.
Sin embargo la habilidad de escritora de grandes puentes musicales brilla en canciones como “Gorgeous”, “Getaway Car”, “Delicate” entre otras, que también demuestran que debajo de la piel de serpiente, hay un corazón de oro.

8. Midnights (2022)
El décimo disco de estudio, y el más reciente hasta la fecha, llegó como una joya en la corona de Taylor Swift como la princesa del pop de su generación.
Construido en torno a los pensamientos nocturnos, de esos que llegan a medianoche. Ese concepto tan abierto permite que la artista desarrolle temáticas más variadas, y sonidos que varían desde el casi dream pop hasta influencias más electrónicas.
El momento en que llegó Midnights fue vertiginoso. Su primer álbum pop en 4 años, estuvo acompañado de bastante hype, y es el primero en venir tras las regrabaciones de Fearless y Red. Quizá por eso se siente que no hay una dirección clara en el concepto. A la vez varias canciones se quedaron fuera de la edición inicial, y vieron la luz después en ediciones posteriores como la 3am Edition o versiones exclusivas, mostraron que  (“Would’ve, Could’ve, Should’ve” y “You’re Losing Me” habrían sido excelentes clímax para el disco)
A pesar de ese gusto a poco en el concepto, hay canciones muy sólidas y pegajosas con letras retrospectivas y relatables. Por algo “Anti-Hero”, “Lavender Haze” y “You’re on your Own, Kid” se volvieron hits.

7. Fearless (2008)
El segundo álbum de Taylor Swift probablemente es el que más significó un salto hacia adelante respecto al anterior. Aunque la visión de este disco sigue siendo de ambiciones country pop, pero la letra y la música sufren de menos adolescencia que en el debut, y goza de más introspectividad.
Comparado con el primer disco, Fearless es más romántico y no tan enamoradizo. Lo que hace que canciones como “Love Story”, “Fifteen” y “You Belong With Me” tomen un cariz más sobre anhelos que romances breves.
Musicalmente el pop country de este disco se siente también más refinado y enfocado, relajado pero agradable y excelentemente producido (El original y también la regrabación de Taylor’s Version).
Aunque no hay canciones malas en el tracklist, sí se siente que se extiende un poco. Sin embargo los momentos altos hacen que valga la pena con creces (el cambio de tonalidad en el último coro de “Love Story” es inmaculado).

6. Lover (2019)
Luego de la dureza y rencor que el personaje de Taylor Swift proyectó durante Reputation, la siguiente era de la cantante se alejó de ese extremo lo más posible. Así nació Lover, un disco mucho más ‘bubblegum pop’ que los otros.
A pesar de esa intención, también hay canciones sobre los haters, como “I Forgot That You Existed”, “Me!” y “You Need to Calm Down” que destacan como puntos bajos del álbum.
Pero en contraste, los puntos altos como “Cruel Summer”, “The Archer” “Daylight” y “Cornelia Street” realmente hacen que el álbum brille y la balanza se incline más hacia los clásicos.
Es un trabajo muy inspirado e introspectivo, que marca el inicio de un cambio en el que Taylor habla más desde la metáfora y la abstracción, pero con la inspiración en su propia historia, que caracteriza su discografía.

5. Speak Now (2010)
Luego de que Fearless fuera aclamado por la crítica, Taylor Swift tenía que hacer algo más grande y más propio para asegurar su legado como una de las cantautoras más destacadas del country, y Speak Now fue ese vital paso.
A diferencia de álbumes anteriores, el tercer larga duración de Taylor es el primero en el que ella escribió sola todas las canciones, lo que ayuda al aura de propiedad y experiencia propia que irradia este álbum.
Las baladas “Dear John”, “Back To December” e “Innocent” revelan el punto de vida más maduro que la artista toma como narradora. A su vez, los singles más movidos como “Back To December”, “Long Live” y “Better Than Revenge” muestran una considerable expansión en los horizontes musicales de Swift.

4. evermore (2020)
Pocos meses después del lanzamiento de folklore, Taylor Swift anunció que lanzaría otro álbum porque simplemente “no podía parar de escribir canciones” en la pandemia, y pocas horas después, vio la luz evermore.
El disco continúa donde su disco hermana dejó, y se mueve entre temáticas líricas muy diversas y literarias. Desde historias de crímenes en “no body, no crime” con HAIM, pasando por tributos a su abuela cantante de ópera en “marjorie”, hasta referencias al libro del Gran Gatsby en “happiness” son solo una fracción de las temáticas que se reflejan en evermore.
Aunque los momentos emocionales que caracterizaron a su predecesor, son un poco más tenues, y en general es un disco más frío, la catarsis sigue presente en momentos de canciones como “champagne problems”, “’tis the damn season” y la brutalmente emocional y quebrada “tolerate it”.
Aunque no contó con mucha promoción previa ni a posteriori, es un disco que quedará marcado en la trayectoria de Taylor Swift como uno de los más sutilmente oscuros de su discografía.

3. 1989 (2014)
El disco más popular y también musicalmente pop de Taylor Swift, 1989 es el piscinazo al estrellato y lejos de la música country. En 2014 la cantante dejó de lado las guitarras y banjos para dar paso a una era de sintetizadores, coros, y éxitos radiales.
Un riesgo que pagó dividendos tremendos, considerando que Taylor Swift perfectamente se podría haber quedado cómoda en Nashville y haber hecho una carrera ahí, decidió ir por los éxitos mundiales. El resultado es un disco que es impenitente en su pop.
Con canciones como “Blank Space”, “Shake It Off”, “Style” y “Bad Blood”, Swift adoptó el lenguaje musical de las radios y conquistó a una generación con ganchos y coros pop que resultaron casi atemporales.
Sin embargo, otros rincones menos explorados del disco ocultan otro tipo de belleza, como la increíble producción de “Wildest Dreams” o el memorable puente de “Out Of The Woods” y la emotiva “This Love”.
Aunque la producción de la Taylor’s Version no es tan pulcra como la original, las composiciones brillan y la perfección pop millenial que manifiesta este disco es muy difícil de igualar.

2. Red (2012)
A veces los álbumes de transición son complicados, y pueden dejar una sensación extraña o incompleta en los oyentes, pero Red de Taylor Swift es todo lo contrario. Es un álbum que experimenta y atraviesa distintos géneros, pero con la artista cómoda y en control en esta nueva aventura.
Desde coqueteos con el pop rock con “State Of Grace” y “22” pasando por sus sencillos más pop hasta el momento con “We Are Never Ever Getting Back Together” “Red” y “I Knew You Were Trouble” (este último con incluso influencias dubstep en el coro).
Hasta llegar al centro emocional del disco que es “All Too Well”. Esta canción marcó la maduración total de la escritura de Taylor Swift, con una narrativa musical que crece y crece en intensidad, en el que ella le entrega al oyente detalles con una especificidad desgarradora sobre una dolorosa relación fallida. La frase “si quieres ser universal, habla de tu pueblo, de tu aldea” se aplica a la conexión que genera que Taylor cante sobre su relación muy personal y real, lo que te entrega una emocionalidad muy pura transparente con la que cuesta no identificarse. Efecto que aumenta con la versión de 10 minutos que sacó junto a la Taylor’s Version de Red en 2021.

1. Folklore (2020)
Lo que menos nos esperábamos muchos en medio de la pandemia, es que Taylor Swift lanzara un álbum de indie pop y folk, y menos que se convirtiera en el mejor trabajo de su carrera. Pero folklore desafió todas las expectativas que teníamos sobre la cantante, y nos llevó a un bosque perdido y entregó un álbum increíble.
El sonido de guitarras sutiles, pianos minimalistas, y voces naturales y resonantes marcó un giro y una maduración musical muy importante, ayudada por la intervención de Aaron Dessner de The National como uno de los productores junto a Swift y Jack Antonoff.
Pero el salto más importante está en las letras: En folklore Taylor Swift no canta (sólamente) sobre ella y su historia, sino que, por primera vez, es un disco que está protagonizado por personajes y escenarios. Por ejemplo, en “betty”, explora el amor adolescente de un chico que sabe que lo arruinó con su pareja, pero quiere intentar mejorar las cosas. O “the last american dynasty”, inspirada en Rebekah Harkness, ex propietaria de la casa de Swift en Rhode Island.
Taylor Swift folklore
Musicalmente, está lleno de momentos brillantes de texturas naturales de instrumentos y voces, como Justin Vernon y Taylor Swift enredando sus versos en “exile”, o los coros de “my tears ricochet” o las guitarras folklóricas de “illicit affairs”.
Es un disco que brilla como una pieza ambientada en una estética de cabaña perdida en los bosques, y que realmente te lleva a otro lado mientras la escuchas; folklore es una pieza esencial de Taylor Swift y de la música de esta década y que vale la pena escucharlo de principio a fin con atención.



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