Morelia, Michoacán. – Su entrañable amigo de cuatro patas llamado Oso fue el octavo de la camada, don Martín lo recogió desde pequeño para cuidar de él, ahora comparten lo poco que puede obtener de su trabajo por fuera de una tienda de conveniencia.
Don Martín ayuda en abrir y cerrar la puerta del establecimiento, señala que por su edad como por su historia pocos se atreverían a contratarlo, él es una persona sin hogar, desde hace 8 años se encuentra vagando un lugar a otro en la ciudad de Morelia.
Afortunadamente y gracias a su amigo incondicional, la gente llega a ofrecerle comida, la cual cuando es mucha la comparte con otras personas que viven en situación de calle, con un pequeño morral bajo su brazo, guarda sus pertenencias más valiosas, en su mochila que carga en su espalda lleva unos cambios de ropa entre otras cosas que obteniendo a largo del tiempo.
Te puede interesar: Ante falta de denuncia, limoneros “cubren delincuentes”: Ramírez Bedolla
Parece que Oso es el más afortunado, cuenta con una casa propia, su dotación de comida y agua bajo el árbol que cobija a su amigo Martín, se le ve feliz, saluda a los clientes y a las mascotas que salen de paseo, se huelen de manera amistosa, mientras Martín mira de lejos atento, pues busca que su compañero peludo no se meta en problemas o podría ser el fin de este refugio.
Cuenta que no siempre es así, hay días que la comida es escasa, recuerda con lágrimas en los ojos como fue perdiendo todo a causa de las drogas, llegó a sacar de los botes de basura algo que pudiera servir para comer, nada se desperdicia cuando el hambre aprieta.
Quizás algún día Martín y Oso abran la puerta indicada y cambie su vida.
