El Sindicato de la minera Escondida acordó rechazar la última oferta de la empresa en el proceso de negociación colectiva, lo que debería ser refrendado en una votación de los trabajadores a celebrarse desde este sábado.
Según un documento interno del Sindicato, al que tuvo acceso el diario Pulso, en asambleas realizadas en los últimos días los 2.500 miembros del sindicato aprobaron por aclamación votar en contra de la oferta, lo que podría desembocar en una huelga.
“Hemos concluido las asambleas de socios, en dos días nos desplegamos en Iquique, Calama, Antofagasta, Mina, Copiapó, Vallenar y la Serena. La asistencia de los socios fue excepcionalmente alta y allí pudimos revisar la verdadera oferta de la empresa, sin adornos”, sostiene el documento citado por Pulso.
En las asambleas se determinó que la oferta “rechaza hacerse cargo de temas más que importantes de los trabajadores” y además “establece condiciones perjudiciales”, agrega.
“No se hace cargo de reconocer el esfuerzo cada vez mayor que se nos exige y que permite a esta empresa ser la mayor y más exitosa minera del mundo. Es por ello que por aclamación y de forma contundente en todas las asambleas, los socios se expresaron por rechazar esta oferta y votar la huelga legal”, sentencia.
La votación de los trabajadores se extenderá hasta el próximo miércoles y en caso de aprobarse la huelga, las partes pueden pedir la mediación de la Inspección del Trabajo y extender las negociaciones por cinco días, prorrogables por otros cinco.
El sindicato, en el documento, sostiene que sus próximos pasos, en caso de aprobarse la huelga, “buscarán alcanzar un acuerdo justo y razonable con la empresa”, para lo cual “deben ser eliminadas las condiciones perjudiciales de la última oferta y avanzar en nuestros puntos principales”.
“Ese nuevo espacio de conversación se dará si la empresa muestra un cambio de actitud, partiendo por solicitar ella los buenos oficios (a la Inspección del Trabajo)”, sostiene.
El pasado martes, la empresa, controlada por la australiana BHP Billiton, presentó su última oferta, que incluye un aumento salarial del 1,5 % real, y ajustes anuales según la inflación, más un incremento en el total de bonos, préstamos blandos y otros beneficios, desde 15,5 a 18 millones de pesos por trabajador (de 24.105 a 27.990 dólares al cambio actual).
Además se incluyó una compensación por la pérdida de un plan habitacional, que consideraba una ayuda de hasta 26 millones de pesos (unos 40.400 dólares), para la compra de una vivienda, de la que los trabajadores debían devolver sólo unos 6 millones de pesos (unos 9.300 dólares).
Esta ayuda, según la empresa, ha sido utilizada por alrededor del 20 % de la plantilla, grupo que será compensado con un préstamo de unos 13 millones de pesos (unos 20.200 dólares), que se condona al séptimo año.
Con este último beneficio, dijo la empresa, se llega a un total de bonos y otros beneficios de 31,5 millones de pesos (unos 48.900 dólares), para un quinto de la dotación.
La negociación actual es la tercera en Minera Escondida en menos de dos años; a comienzos de 2017 fracasaron las tratativas, lo que derivó en una huelga de 44 días, que terminó cuando el sindicato se acogió a una norma para mantener la vigencia del contrato colectivo anterior por 18 meses más.
El pasado abril, fracasó un intento de negociación anticipada, por desacuerdos entre las partes.
Los trabajadores demandan un aumento salarial del 5,0 % y un bono de término de negociación equivalente al 4,0 % del dividendo que la empresa, que es la mayor productora privada de cobre del mundo, pagó a sus accionistas, lo que equivale a unos 25,9 millones de pesos por trabajador (unos 40.200 dólares).
La huelga del año pasado supuso para Escondida una merma en la producción del 7,8 %, hasta las 903.000 toneladas, aunque la mejora en los precios del cobre le permitieron aumentar un 20 % sus ganancias, hasta los 1.192 millones de dólares.
