Indígenas seris mueren en casa ante la falta de hospitales


Al menos 700 indígenas seris de la comunidad Punta Chueca en Hermosillo, Sonora no tienen acceso a los servicios médicos. Desde 2015 el Centro de Salud de la localidad dejó de funcionar y consecuencia de ello hoy en día los habitantes mueren en unos cuantos meses antes de poder ser atendidos, su condición de pobreza extrema les impide viajar al pueblo más cercano ubicado a casi 35 kilómetros.
El 7 de junio pasado esta situación cobró a su víctima más reciente: Reyes Salomón Romero López, quien era el único enfermero del pueblo y pasó más de 4 meses postrado en una cama sin ser atendido; sus últimos días los pasó en un hospital de Hermosillo, pero ya era demasiado tarde.
Antes de morir Reyes Salomón narró, al portal de noticias Proyecto Puente, su experiencia como único enfermero y promotor de la salud en Punta Chueca, así como el abandono, desde hace varios años, por parte del gobierno estatal en el tema de salud.
Pero la falta de atención en Punta Chueca no data de 2015. En 1972 fue inaugurado el Centro de Salud Rural “Casa de Medio Camino”, mismo que en 199 quedó en manos de Reyes Salomón, quien solo tomó una capacitación por correspondencia para ser enfermero y promotor de salud. Es decir, prácticamente desde su fundación, el gobierno estatal no se preocupo por enviar a personal especializado que se encargara de la correcta operación.
Durante su periodo como responsable, Reyes consiguió que en el lugar trabajaran médicos pasantes y personal de salud de diversas áreas y un grupo de investigadores liderados por el doctor Julián Esparza Romero, del Centro de Investigación en Alimentación Desarrollo (CIAD).
El Centro de Salud que fue por muchos años la segunda casa de Reyes, hoy “está lleno de basura y abandonado”, recordaba con tristeza el enfermero.
Los cuatro meses que Romero López pasó postrado en una cama fue cuidado por su madre, una mujer de la tercera edad de nombre Ana María. Aunque su hijo fue trasladado al ISSSTE de Hermosillo (pues era trabajador del Estado) y estuvo internado unos días antes de morir, la mayoría de las víctimas mueren en el mismo pueblo.
“Doña Juana era un anciana bien pobre que se quedó en su cuarto; la encontraron ahí con su propio hijo también… ellos tenían tuberculosis y fallecieron ahí, primero el muchacho y luego la anciana. Los encontraron ahí, ya estaban muertos”, relató Reyes a Proyecto Puente.
La magnitud del problema
Pero Punta Chueca no es el único poblado con este problema, en las mismas condiciones se encuentra El Desemboque, pueblo vecino donde habitan unos 350 indígenas seris.
Punta Chueca se ubica a 34 kilómetros de Bahía de Kino; 45.5 kilómetros del pueblo Miguel Alemán, y a 69.9 de Hermosillo. Cualquier traslado de Punta Chueca a un hospital significa un viaje en automóvil de al menos dos horas, lo cual es prácticamente imposible pues no se cuentan con ambulancias y mucho menos, dinero para comprar la gasolina.
Por estas razones es que cada vez se registran más casos como el de doña Juana y su hijo, personas que prefieren esperar la muerte en su casa al saber que no tienen posibilidad de ser atendidas a por un médico.
De acuerdo con las investigaciones del CIAD y cifras de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, la población seri de Punta Chueca supera por más del doble la prevalencia a nivel nacional de la diabetes tipo 2 en personas adultas. Incluso, mientras en todo el país el 14.4 % de las personas tienen esta enfermedad, en Punta Chueca el porcentaje es de 32.2 %, es decir más del doble de la prevalencia nacional a pesar de que la población no rebasa a los mil habitantes.
Son ignorados
Saúl Molina, gobernador de la etnia seri aseguró, a Proyecto Puente, que en más de una ocasión ha solventado los gastos médicos o el traslado de las víctimas de la comunidad que caen en enfermedad o fallecen en Hermosillo.
“En junio hice una solicitud directa con la gobernadora del estado (Claudia Pavlovich) para rehabilitar el Centro de Salud de Punta Chueca y Desemboque pero no me dicen nada. Estoy preocupado porque el Centro está bien abandonado, no tiene nada, no hay doctor”, asegura Saúl Molina.
Agrega que no solo ha buscado apoyo en materia de salud, sino también en educación, acceso al agua, viviendas dignas y pavimentación, pero hasta ahora “solo ha habido oídos sordos”.
Y a pesar de que el Plan Municipal de Desarrollo de Hermosillo 2016-2018 contemplaba mejoras en Punta Chueca, las autoridades no cumplieron los compromisos, al grado de que actualmente los habitantes seris tienen tres años sin acceso al servicio de recolección de basura y se ven obligados a pagar por pipas que les abastezcan de agua.
Ahora, con la muerte de Reyes Salomón todas aquellas personas con diabetes, hipertensión, tuberculosis o algún otro padecimiento ven reducidas su posibilidades de ser prioridad para el gobierno del estado, toda vez que el era el promotor de salud y quien velaba por la salud de los indígenas seris.
 
Con información de Proyecto Puente.



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