AMLO se compromete a no usar el Ejército para reprimir



Rodeado por grupos vecinales, solicitantes de vivienda y muchos grupos de comerciantes ambulantes, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, utilizó la Plaza de las Tres Culturas para realizar su mitin de agradecimiento” a la población de la Ciudad de México, por su triunfo en las urnas.
A pie, en microbuses y en autobuses alquilados, hasta esta plaza arribaron grupos civiles principalmente de la delegación Cuauhtémoc, aunque también de otras delegaciones de la ciudad, desde las 9:00 horas, aunque López Obrador llegó hasta el mediodía para dar su discurso de agradecimiento, basado básicamente en la repetición de sus discursos de campaña: cuarta transformación, venta de los aviones gubernamentales, disminución de su salario al 40% de lo que hoy gana el presidente Peña Nieto y cancelación de la corrupción.
En la Plaza de las Tres Culturas también anunció que ya no habrá Estado Mayor Presidencial y que éste se va a integrar al Ejército.
Al recordar al movimiento del 68 en la Plaza de las Tres Culturas, López Obrador se comprometió a no utilizar nunca al Ejército para reprimir a la sociedad.
La otra protagonista principal del acto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaum, también repitió sus 30 compromisos de gobierno, entre los que destacó el “sábado de tequio”, que serán jornadas de “embellecimiento” de la ciudad, con trabajo de funcionarios públicos, la eliminación de los sistemas de fotomultas y la colocación de candados para llantas a quien ignore los parquímetros, además de la duplicación de los apoyos para útiles escolares y unidades habitacionales.

Aunque en el acto no hubo presencia policiaca, fue patente la participación de diversos grupos de seguridad, disfrazados de civiles.
El primer grupo fue el que dio seguridad a la zona interna del cercado colocado en la Plaza para el paso de López Obrador, vestidos de pantalón blanco, camisa blanca, e identificados por un prendedor con la leyenda “Lince”.
El segundo grupo estaba conformado por decenas de hombres con mariconeras al hombro y equipos de radiocomunicación, vigilando la zona externa del cercado metálico, y un tercer grupo estaba conformado por personal de protección civil de la delegación Cuauhtémoc, que instaló un puesto de mando en la esquina de la plaza.
Aunque fue patente la presencia voluntaria de muchas familias e individuos, también pudo constatarse que muchos de los asistentes eran integrantes de organizaciones de ambulantes, sobre todo de Tepito y el Primer Cuadro de la demarcación, que lucían más preocupados por ondear las mantas con el nombre de sus líderes gremiales, que por escuchar los discursos.

Luego de tres horas de espera, al mediodía, algunos de los participantes, especialmente adultos mayores, iniciaron la retirada, aun cuando el futuro presidente apenas empezaba su discurso.



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