Menos es más | EL DEBATE



Hay que reconocerle al nuevo capítulo en la saga Halloween (2018, Estados Unidos), dirigido por David Gordon Green, su tino por hacer un borrón y cuenta nueva luego de esos deprimentes remakes del 2007 y el 2009, esos sosos reboots de 1998 y del 2002, y esas cuatro secuelas “oficiales” (1981, 1988, 1989 y 1995) que solo sirvieron para enredar la historia de Michael Myers con sus cada vez más alucinadas premisas. Vamos, que si hemos de salvar una sola de las secuelas, esa sería la tercera: El imperio de las brujas (1982), que deja a un lado el pueblo de Haddonfeld, a Laurie Strode, a su descendencia y hasta a Michael Myers, para mejor plantear una historia que tiene que ver con un juguetero psicópata que quiere matar a toda la gente que pueda en la noche de Halloween mediante unas máscaras.Así, el cuento moral planteado por Carpenter en 1978 en el que una Figura (Myers es conocido como The Shape) se dedica implacablemente a tasajear la falsedad de una sociedad plagada por jóvenes inmaduros, viciosos y pecaminosos; adultos que prefieren guardar todo aquello que consideren malo debajo de una alfombra antes de enfrentarlo; y niños que crecen siendo cuidados por otros niños; por fin tiene una secuela que retoma estos planteamientos y no agrega nada más. Aquí regresamos a Haddonfeld solo porque lo inevitable sucede: Michael Myers (interpretado por el actor original Nick Castle en algunas escenas, y por James Jude Courtney en casi toda la película), que ha pasado 40 años encerrado en un hospital psiquiátrico bajo el cuidado del doctor Sartain (Haluk Bilginer), se escapa en pleno 30 de octubre. Han pasado 40 años desde los eventos que lo mandaron a dicho hospital, y desde entonces Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) se ha preparado para su regreso: convirtió su casa en un búnker, es diestra en combate cuerpo a cuerpo y en manejo de armas. Ah, y claro, alienó a su hija Karen (Judy Greer), que no la quiere cerca de su hija Allyson (Andi Matichak), pues no quiere que la abuela le “contagie” su pesimismo a la nieta de que el mundo es un lugar en donde el mal existe y debe ser exterminado.Y bueno, esa es la premisa de este nuevo capítulo a la saga Myers: el mundo es un lugar donde el mal existe y debe ser exterminado. No estudiado (digamos que los que “detonan” el regreso de Myers son un par de podcasters, interpretados por Rhian Rees y Jefferson Hall, que quieren comprender qué pasó en 1978), no mantenido por el gobierno (esa cantaleta del doctor Sartain de que no deben lastimar a Myers porque es propiedad del gobierno). Nada. Debe ser destruido tal y como dijo el doctor Loomis (Donald Pleasence) en la original, y lo repite Strode en esta. Así, el Halloween dirigido por David Gordon Green, escrito tanto por su director como por Danny McBride y Jeff Fradley, lejos de arriesgarse en deconstruir a su figura principal a la Nueva Pesadilla de Wes Craven (1994), simplemente se dedica a repasar la película original e invertir los papeles del cazador y la presa. Ah, y a plantear, aunque solo en su primera parte, los estragos del trauma de ser “la chica final”. Que tomen nota los que preparan el regreso de Jason Voorhees: a veces menos es más.



Source link

Related Posts

Add Comment