Inédito: condenan a 10 años a un ladrón que robó y engañó a 17 asesoras del hogar



Con una llamada al teléfono fijo de la casa comienza todo. La asesora del hogar contesta y escucha desde el otro lado a alguien que le dice que es su jefe, le pide que busque un documento para evitar un embargo. Al no encontrarlo, el “dueño” de la casa halla una solución: le dice que mandará a un amigo para que guarde sus cosas, y que ella debe entregarle todo lo de valor para que no se las lleven. La trabajadora sigue todo al pie de la letra para que, horas después, descubra que jamás habló con su patrón y que participó, sin querer, en un robo.Esta historia se repite en múltiples denuncias del sector oriente. La semana pasada, el 4° Juzgado de Garantía sentenció con penas de hasta 10 años a los primeros condenados por el delito de robo en lugar habitado con seducción de domésticos.”Era siempre lo mismo”, dijo el subprefecto Cristián Vásquez, jefe de la Brigada Investigadora de Robos (Biro) Oriente. “Las llamaba un familiar, o un amigo del jefe, o a veces el mismo dueño de casa diciéndole: ‘Hola mira, ¿sabes qué? Me van a embargar, prepara las cosas”, explicó.Según el fiscal Omar Mérida, “esta es una serie de 17 casos de los que se identificó a Santiago Barrera como autor de estos”. El imputado había participado desde su minoría de edad en este tipo de delitos, por lo que obtuvo una sentencia de 3 años de libertad asistida especial y 7 años de presidio mayor.El subprefecto Vásquez explicó que como “empezó a funcionar el tema y las asesoras caían muy fácilmente, los delincuentes se dieron cuenta de que era fácil este delito”. El oficial destaca también que antes, al ser reconocidos estos delitos como estafas o cuentos del tío, las penas eran bajas.Sin embargo, desde 2017 los casos dejaron de figurar como estafa, siendo delito de robo en lugar habitado con seducción de domésticos. En ellos se engaña al asesor del hogar con tal de que entregue las especias voluntariamente.La primera detenciónEn febrero de 2017, la Biro Oriente descubrió en sus informes la repetición constante de características físicas de un hombre. A través de videos, cámaras de seguridad y huellas lograron dar con el sospechoso.Tras su detención se descubrió que trabajaba en conjunto con otras cinco personas, tres de ellas menores de edad. Además, se confirmó la participación de un reo en la cárcel Colina I, quién estaba encargado de hacer las llamadas.”Pudimos posicionar al tipo en diferentes robos realizados a domicilio con la misma modalidad”, explicó Vásquez, apuntando que “cuando la asesora se daba cuenta, la tomaba, la amarraba, la ingresaba a una pieza y ahí entonces se convertía en robo con violencia”.



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