translated from Spanish: El desafío de crear ciudades resilientes

Los incendios, terremotos y aluviones que han sucedido en nuestro país en lo que va el 2019, dejando cuantiosos daños y damnificados, son eventos tradicionales a los que históricamente hemos estado expuestos.
Desde nuestro arribo al Ministerio de Vivienda nos hemos dado cuenta que los desastres que dejan eventos como los mencionados, no son propiamente naturales, sino producto de sociedades vulnerables. Las experiencias vividas en los procesos de reconstrucción del 27F, del tsunami de Coquimbo en 2015 y el incendio de Santa Olga en 2017, por nombrar algunos, hizo que nuestro Ministro, Cristián Monckeberg nos encomendara la importancia de no sólo reconstruir, porque se puede caer en reconstruir vulnerabilidad que puede volver a verse afectada al enfrentar cualquier tipo de emergencia.
Lo sucedido en lo que va del año es un tema que el Pdte Sebastián Piñera visualizó mucho antes y por ello el tradicional Minvu, cambió de nombre a Ministerio de la Ciudad y Vivienda, para que además de promover la construcción de viviendas con integración social a través de densificación equilibrada en zonas con potencial de desarrollo urbano, podamos trabajar la planificación de los riesgos de desastres a las futuras obras y realizar obras de mitigación en lo que actualmente está construido. Desde esa perspectiva es que en el Ministerio donde ya existía la unidad de reconstrucción, tomó un nuevo giro llamándose Comisión de Reducción de Riesgo de Desastres y Reconstrucción.
Como ejemplo, a lo aprendido tras el 27F es que hace poco ya inauguramos un parque fluvial en Constitución que tiene características de mitigación para reducir el impacto de otro posible tsunami como el vivido en el borde costero.
Raya para la suma, tras el tsunami de 2015, en el borde costero de Coquimbo, comenzará durante este primer semestre, la construcción del primer edificio tsunami resiliente en nuestro país, que contará con servicios en los dos primeros pisos y departamentos desde el tercer piso hacia arriba.
Como medidas no estructurales, entre otras, nos hemos propuesto fortalecer la educación a la comunidad y potenciar la identificación de las zonas de riesgo en los planes reguladores. De aquí a diciembre de este año, cada Serviu regional contará con un equipo de reducción de riesgo de desastres.
Como Estado hemos aprendido de las experiencias pasadas y por eso trabajamos para no hacer un Transantiago de la reconstrucción, que significarían una cantidad de recursos desperdiciados, sino planificamos la reducción del riesgo de desastre a la hora de ejecutar obras urbanas y de viviendas. Es necesario optimizar los recursos al fisco y desde nuestra comisión actuamos bajo la premisa en que un peso invertido en mitigación, ahorra siete en reconstrucción.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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