El operativo para hallar el cuerpo de “Cangri” incluyó un grupo de “sherpas” bolivianos


Tres camionetas, una decena de personas, y tres días de una intensa y minuciosa búsqueda se necesitaron para encontrar el cuerpo de Sebastián Leiva, más conocido como “Cangri”, y el de un amigo suyo, que aparecieron el domingo sin vida en el desierto boliviano, a un kilómetro de la frontera con Chile. Tras casi una semana desaparecidos, y sin que las pericias de la PDI, Carabineros y el Ejército dieran resultados, fue un operativo montado por familiares y amigos del exchico docurreality el que logró dar con el joven, un hallazgo que sus protagonistas poco a poco comienzan a reconstruir.
La búsqueda particular partió el viernes, pero el joven que ganó notoriedad por su paso en la serie “Perla” se extravió el martes. Una semana antes, “Cangri” había llegado a Antofagasta para grabar un videoclip con amigos, pero ellos se devolvieron mientras que Sebastián se quedó para atender unos negocios de autos que tiene en la zona. Sus familiares cuentan que luego viajó a San Pedro de Atacama, donde finalmente el martes se perdió su rastro. En aquella localidad se encontró el chip de su celular, del que nunca se despegaba.
Con una denuncia por presunta desgracia en curso, su hermano Nicolás y unos amigos arribaron a San Pedro para iniciar su propia búsqueda. Carabineros encuestó a todos los alojamientos del lugar y en ninguno había registro a nombre de Sebastián Leiva.
Orientados por lugareños, los improvisados investigadores cruzaron la frontera hacia Bolivia, siguiendo una pista que apuntaba a que el “Cangri” fue visto con un guía del vecino país que le ofreció un tour. Felipe Valenzuela, amigo de Sebastián que lo acompañó al norte para filmar el videoclip, afirmó que en terreno altiplánico supieron de un asalto a tres chilenos en el que les robaron su vehículo y vendieron en el mercado negro.
Ante la idea de que estuviera abandonado a su suerte, la familia contrató a un grupo de bolivianos que aseguraban conocer el sector y garantizaban el hallazgo de personas. Tras pagarles en dólares, ingresaron con ellos al desierto en camioneta, parando cada 100 metros para buscarlos e inspeccionar las pisadas y marcas de llantas en la tierra. “Eran como los sherpas, casi como un sabueso. Sabían si las huellas eran de un día o más. Se arrastraban por el piso y tocaban y olían”, narró Valenzuela a Chilevisión.
Rodrigo Vera, uno de los amigos de “Cangri” que lideró el operativo, dijo que estas personas conocían el camino donde buscar. “Ellos siguieron huellas en pleno desierto. En ese lugar no hay camino, es un cerro”, contó en Mega.
Al tercer día, uno de los buscadores halló un cuerpo que resultaría ser de un amigo de “Cangri”, que según La Segunda registra antecedentes penales. Metros más allá estaba Sebastián. Ambos vestían short y polera, indumentaria impropia para las temperaturas bajo cero de la noche.



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