Esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la producción minera cayó 9,4% producto de las lluvias que azotaron al norte del país durante el segundo mes del año y que ocasionaron el cierre de algunas faenas.
Malas noticias para el bolsillo del país que se traducen inmediatamente en expectativas de crecimiento para la economía chilena no muy distinta al débil resultado registrado en enero.
Al menos así lo ven en la consultora Gemines, desde donde aseguran que la entrega de información sectorial por parte del INE este viernes “ha venido a confirmar las perspectivas de los más pesimistas respecto de las posibilidades de crecimiento para este año”.
A través de un comentario firmado por su gerente de Estudios, Alejandro Fernández, desde Gemines explican que “el Imacec, probablemente, no creció más de 2,1% en los doce meses a febrero, repitiendo la lectura de enero y situándose claramente por debajo de nuestra expectativa previa (2,6%).”
En términos desestacionalizados -agrega- el indicador de actividad no creció o retrocedió levemente, anulando el proceso de aceleración marcada que se había constatado en los meses previos.
“Considerando lo anterior, nuestra estimación de crecimiento anual se revisa a la baja de 3,4% a 3,1%. La minería mantuvo su mal rendimiento (-9,4%), aunque no fue una sorpresa por el efecto del invierno altiplánico”, comentó el ejecutivo.
Fernández también se refirió al sector manufacturero, que empeoró significativamente su crecimiento (0,8%), mientras que EGA (Electricidad, gas y agua) mejoró apenas marginalmente (de 0,0% a 0,9%).
“El próximo martes veremos de si la actividad del comercio altera en algo este panorama pero, probablemente no, ya que estamos asumiendo un crecimiento respetable en esta estimación (5%). Tendremos que esperar hasta el viernes próximo para saber que ocurrió en realidad pero, de mantenerse el resultado previsto, el primer trimestre apenas superaría el 2% de crecimiento”, enfatizó el economista.
Finalmente, respecto al desempleo, Gemines reconoce que hay buenas noticias: bajó a 6,7% respecto de enero y se igualó a la cifra de febrero de 2018. “Pero hasta ahí llega lo positivo”, dicen. “El crecimiento de la fuerza de trabajo y la ocupación se volvió a desacelerar y se mantiene en las cercanías del estancamiento”, señala.
“Además, el empleo asalariado privado cayó. Por lo menos hay una certeza razonable de que estas cifras no representan la realidad del mercado del trabajo”, remató el experto.
