Organización Mundial de la Salud incluye adicción a los videojuegos como trastorno mental

La Organización Mundial de la Salud definió la inclusión de la adicción a los videojuegos como un tipo específico de trastorno mental, medida que implicará añadirla a la décimoprimera edición de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-11), que comenzará a regir desde el 1 de enero de 2022.Esta decisión obedece a un progresivo incremento en la preocupación por este fenómeno, que ya el año pasado había sido considerado por el organismo internacional, añadiéndolo a su lista de comportamientos potencialmente perjudiciales y relacionados con las tecnologías.La definición del trastorno se manifestaría a partir de un patrón de comportamiento de juego continuo o episódico pero recurrente, sea en línea (a través de Internet) o fuera de línea.En consecuencia se expresa un progresivo “deterioro en el control sobre el juego” es decir, en aspectos como la duración, frecuencia e intensidad de las sesiones. El trastorno implica entonces un “incremento en la prioridad dada al juego, al grado de que prevalece sobre otros intereses y actividades de la vida diaria”, y en particular, se le considera como enfermedad cuando la persona “continúa o incrementa el juego a pesar de que tenga consecuencias negativas”.Dentro de las consecuencias se puede expresar un profundo deterioro “a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas importantes de funcionamiento”.Esta definición no estará excente de polémica, de hecho la medida tomada el año pasado, provocó que la Asociación Internacional de Desarrolladores de Videojuegos advirtiera que condenaría toda pretensión de clasificar la adicción a los videojuegos como un trastorno mental.

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