Los mensajes de familiares de desaparecidos en México



“Solo pedimos a la gente que no sea indiferente a nuestro dolor”.
Patricia Espinosa busca a su hermano Jorge. 
La búsqueda de Patricia comenzó el 24 de febrero de 2012. Fue el día en el que recibió un mensaje de su cuñada y le anunció que Jorge, su hermano, había caído en manos de Los Zetas. El joven, que padecía sordera, había marchado a Piedras Negras, Coahuila, en busca de trabajo. “Estaba con otros cuatro amigos, también trabajando. Ellos estaban en un crucero en Piedras Negras y estaban vendiendo cosas, en venta ambulante. Llegaron unas camionetas y se los llevaron”, dice.
Te puede interesar: Conacyt anuncia herramienta para la búsqueda de desaparecidos
Desde entonces la familia no tuvo noticias de él. Aunque sí que escucharon rumores. 
“Nos dicen que está como indigente en Ciudad Juárez, Chihuahua. Y lo fuimos a buscar allá. Fui en compañía de la Fiscalía, hemos ido en búsqueda, pero no hemos tenido ningún resultado”, dice, mientras entrega flores blancas y rojas a los ciudadanos que salen del metro en el Zócalo, durante el acto del Movimiento por Nuestros Desaparecidos.
Para Patricia, uno de los puntos más difíciles de este proceso es la incomprensión a su alrededor. “Hay mucha gente que es indiferente a nuestro dolor. No están de este lado”, afirma. “Sinceramente, le pido mucho a Dios que ni uno más esté de este lado, que ya no haya desaparecidos. Nada más hemos estado pegando fotos de ellos por si nos dan alguna información de que los ven. Nada más, solo pedimos a la gente que no sea indiferente a nuestro dolor”, dice. 
Patricia Espinosa; busca a su hermano Jorge.
Sobre las medidas anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, muestra cautela. “Nos prometió que iba a poner todo para encontrar a tanto desaparecido, pero hoy en día no hemos obtenido resultados”, dice. 
“Esperamos que con el nuevo presidente se haga algo, nosotros ya estamos enfermos”
Arturo Rojo busca a su hijo Jorge
Vicente Rojo vendía pintura casa por casa en Piedras Negras, Coahuila, cuando desapareció el 21 de marzo de 2009. Estaba con otros 11 compañeros de trabajo. Nunca se volvió a saber nada de ellos. Desde entonces, la familia Rojo sigue buscando. Su padre, Arturo, muestra la fotografía de su hijo en un cartel que le cuelga a la altura del estómago. Dice que está cansado, pero llegó al acto del Palacio Nacional con su esposa y dos hijas, de los seis, contando a Vicente, que componen la familia.
Leer más: Las siete acciones de búsqueda de desaparecidos propuestas por AMLO
“Me siento decepcionado. Siempre hemos estado buscándolos y nada de nada. Tengo el expediente en Seido (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada), y en Saltillo, porque mi hijo desapareció el 21 de marzo en Piedras Negras, Coahuila. Estamos yendo cada mes, cada mes y medio. Nada más nos cambian los ministerios públicos para darnos largas, pero, en sí, no se ha visto nada”, asegura. 
“Esperemos que con el nuevo presidente se haga algo. Ahora vemos que le está echando ganas”, afirma. Su esperanza es algo vital. “Ya mi esposa y yo… ya estamos enfermos”, dice. Resopla. Toma aire. Los ojos se enrojecen, pero continúa. “No sabemos si aguantamos mucho tiempo. Hay una necesidad de nosotros, queremos encontrarlo como dios quiera que nos lo mande”, dice.
Arturo Rojo, busca a su hijo Jorge
En su opinión, el nuevo gobierno sí ha marcado una diferencia. “Ahorita nos estamos viendo que nos están atendiendo mejor, ojalá salga algo”, afirma.
Vicente Rojo dice que la edad hizo mella en el proceso de búsqueda. “Nosotros ahora estamos cansados. Antes, cinco años anduve día y noche buscándolo, pero ahorita la enfermedad, ya me siento cansado”. Afirma. Sin embargo, ahí sigue, con la fotografía de su hijo en el pecho y varias flores en la mano, con la esperanza de encontrarlo, sea como sea.
Entérate: “¿Le has visto?”: Familiares de desaparecidos exigen justicia en 18 ciudades del país
“La orden era no investigar, porque hay policías involucrados”
María Antonia Melo Cadena busca a su hermano Matusalén. 
El 21 de octubre se cumplirá una década de la desaparición de Matusalén Melo Cadena en Torreón, Coahuila. Se encontraba acompañado de tres compañeros, todos ellos ingenieros agrónomos. Su hermana María Antonia dice que hay policías municipales y un agente federal involucrado. Por eso, asegura, la investigación nunca avanzó. 
“El trato ha sido indolente. No quieren investigar, no se quieren investigar a ellos mismos. En algún momento tuvo avance, pero avanzábamos tres pasos y retrocedíamos dos. Luego no querían seguir investigando, porque se encuentran con ellos mismos. La orden era no investigar”, afirma. 
Incluso relata cómo el antiguo responsable de secuestros de la SEIDO, Gualberto Ramírez, le dijo que “no quería molestar a los policías porque eran compañeros”. 
María Antonia relata el penoso camino de despacho en despacho sin que nadie preste atención. De SEIDO a la fiscalía de desaparición forzada. Y de ahí, a esperar. “Sigue sin hacer nada, siguen las omisiones, sigue esa ausencia de voluntad. Hace poco tuve una reunión con la subprocuradora, Sara Irene Herrerías, me dijo que al parecer la búsqueda no era una prioridad de esta administración. Ha cambiado tres veces de Ministerio Público, y siguen sin hacer nada a pesar de que les lleves la información”, protesta.
“Sigue con la excusa de que son pocos MP y 40 expedientes para cada uno. Estoy de acuerdo en que están rebasados, pero esta no es nuestra culpa, es algo que tiene que ver con la inacción de las autoridades”, dice.
La mujer se muestra esperanzada con los anuncios realizados por López Obrador y el subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, Alejandro Encinas. “La mañanera de hoy fueron buenas noticias, nos sorprendió gratamente”, afirma. Puntos importantes: “Que mande el mensaje que las desapariciones son prioridad, el mecanismo extraordinario forense, que es algo que estamos pidiendo”. Un reto: “la fiscalía debe ser consciente de que debe entrar al tema”.
“Estamos en un país en el que no existe la justicia”
Dionisia Pelcastre busca a su hijo, Guillermo David.
Guillermo David Ramírez Pelcastre falta en su casa desde el 22 de septiembre de 2017. De 20 años y taxista de profesión, el joven fue visto por última vez en la colonia Ciudad Cuauhtémoc, Ecatepec, Estado de México, a bordo de su coche. Desde entonces no hay noticias sobre su paradero.
“Estamos en un país en el que no existe la justicia, no existe la protección que el gobierno tiene que dar a los ciudadanos”, dice la mujer. 
El próximo mes se cumplen dos años sin que esta madre, que tiene otros cinco hijos, conozca el paradero de Guillermo David. En este tiempo, dice ya ha conocido la desidia de las instituciones. Sin embargo, muestra su esperanza en que el gobierno de López Obrador suponga un cambio en la relación de la administración con las víctimas. “Hasta ahora ha habido más comunicación, algo mas de avances y respeto”, dice. Pero lo que ella necesita son resultados. Y en esto se fía menos. “Hasta no ver, no creer”, dice.
“Tenemos que seguir exigiendo la presentación con vida de nuestros hijos”
Cristina Bautista Salvador busca a su hijo, Benjamín.
Benjamín Ascenscio Salvador es uno de los 43 estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. Su madre Cristina muestra un gran cartel con su rostro y el lema “Vivo se lo llevaron, con VIDA lo queremos”. 
En dos meses se cumplen cinco años de una desaparición que marcó el mandato del presidente Enrique Peña Nieto y que se convirtió en símbolo de las desapariciones forzosas. Tras diversas versiones, encubrimientos y engaños, los 43 siguen sin aparecer. Ni vivos, ni muertos. 
Cristina explica el dolor de la ausencia. “Es muy triste. Falta un ser querido en la casa y es muy triste, preocupante, desesperante. Uno no vive tranquilo”, asegura. La falta se convierte en la obsesión de los que se quedan. “Hemos dejado nuestras comunidades, nuestras familias, nuestro trabajo, para buscar al otro hijo que nos falta. En cada comunidad, en cada casa, falta. Uno va a comer y su silla está vacía y entra la desesperación”, afirma.
Cristina Bautista Salvador busca a su hijo Benjamín.
Para el quinto aniversario de la desaparición, Cristina explica que las familias preparan diversos actos, tanto en Iguala, donde homenajearán a los tres normalistas fallecidos, como en Ciudad de México, donde está prevista una marcha el 26 de septiembre. 
Sobre las nuevas autoridades, Cristina muestra esperanza. “Las autoridades actuales están bien, tienen la voluntad de buscar a nuestros hijos”, dice. “Nos abrieron las puertas, como madre tengo la esperanza de que sí vamos a llegar a la verdad”, asegura. Esto, en un caso como de Iguala, es un cambio notable. Basta con recordar cómo Peña Nieto llamó a “superar” las desapariciones apenas tres meses de que estas tuviesen lugar. 
El tiempo es una losa para las familias, según Cristina. “Cuando pasa más tiempo, sientes más desesperación. Tenemos que seguir exigiendo la presentación con vida de nuestros hijos”, afirma.  
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia. Tú puedes ayudarnos a seguir. Sé parte del equipo.
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.#YoSoyAnimal



Source link

Related Posts

Add Comment