un documental sobre periodismo y violencia



“A veces tengo pesadillas. Me dicen que grito”.
Jair Cabrera es fotoperiodista. Tiene 31 años y viene de Iztapalapa. En la última década, Cabrera retrató homicidios, secuestros, pueblos fantasmas, operativos policiales.
Su trabajo es el reflejo de la violencia que sacude México desde hace al menos una década.
De forma consciente, Jair traspasó esa regla no escrita por la que el periodista trata de no convertirse en el protagonista de la historia.
Fue hace cinco años.
Así nació “Disparos”, un documental dirigido por Rodrigo Hernández y Elpida Nikou y que se estrenó en 2018. La cinta ha pasado por festivales en diez países. Ha estado en Ambulante, en Guadalajara; en Berlín, en París. Estuvo en la Fiesta del Cine Mexicano. Desde hoy, Ambulante la lleva a salas culturales de más de 20 estados y salas comerciales de otros tres: Ciudad de México, Baja California (Tijuana) y Nuevo León (Monterrey).
En la capital podrá verse en la Cineteca Nacional, la Casa del Cine y Le Cinèma IFAL. En Tijuana, en el Cinemex Tijuana, y en Monterrey, en la Cineteca Nuevo León.
Aquí pueden consultarse las proyecciones por todo el país.
La película narra la historia de Jair Cabrera, joven de barrio, fotoperiodista, que se interesó por la imagen a través de los talleres de Jesús Villaseca, un ícono del periodismo fotográfico en México. “Se esfuerza para hacer que los chavales hagan en lugar de hacer disparos con las balas hagan con las cámaras”, dice Hernández.
Desde entonces, la cámara de Cabrera retrata los horrores con los que México se ha encontrado en doce años de “guerra contra el narco”.
“Se trata de una historia esperanzadora, a veces la propia gente del barrio es la que da esperanzas a otros”, dice Rodrigo Hernández, su director. Se trata del primer proyecto de los dos directores. Un documental.
Lee: Todas las películas que podrás ver en la 67 Muestra Internacional de Cine
“Estamos distribuyendo la película porque sentimos que es fundamental visibilizar la situación de la vulnerabilidad de las periodistas en México y la importancia de iniciativas culturales para jóvenes en las periferias de la ciudad”, dijo Meghan Monsour, directora de Programación de Ambulante.
“La historia de Jair es interesante porque viene de una zona de Iztapalapa muy complicada y su evolución laboral es muy parecida a la que había tenido México. Empezó retratando su barrio, con una delincuencia normal. Cuando él fue creciendo, la violencia fue creciendo, y él lo fue retratando”, afirma Hernández.
Cabrera y sus imágenes son el hilo conductor de una película en la que se mezcla la entrañable honestidad de su protagonista con la brutalidad de lo que retrata. Es una voz muy humana superpuesta a imágenes de cadáveres, de carros calcinados, de casas destruidas.
“He retratado las secuelas que ha dejado la violencia del narcotráfico. Pueblos fantasma, gente que huyó completamente del lugar, entiendes que las autoridades no tienen ni voz ni voto. El país esta fuera de control. Completamente quebrado”, dice Cabrera, en un momento de la película.
Entérate: Sala Negra y El Faro narran la violencia y las migraciones de Centroamérica
El trabajo de Cabrera también lo llevó a ser protagonista de hechos violentos. Como narra en la película, fue secuestrado por un grupo armado en Guerrero. “Lo que pasó me jodió mucho. Es como si me hubiesen quitado una parte de inocencia”, dice en la cinta.
“Creo el documental es importante porque trata diferentes temas que han pasado en este país: la falta de oportunidades en los barrios de la ciudad de México, el arte y la cultura, la fotografía como alternativa ante la situación complicada que se vive, las desapariciones, la violencia contra los periodistas, el exilio de los periodistas”, dice Cabrera.
En su opinión, “uno de los temas muy importantes es la corrupción a todos los niveles de gobierno”.
“Más que ver a Jair Cabrera o Jesús Villaseca, todos estamos vulnerables ante la situación que vive nuestro país desde hace mas de diez años”, dice el fotorreportero.
En su opinión, la clave está en el mensaje, en la alternativa de poner la educación por encima de las armas. “Es importante el documental porque es que salga a la luz los niveles de corrupción y violencia en los que estamos sufriendo la población”, dice.
Dar un paso adelante y convertirse en protagonista es una decisión “complicada” para un periodista acostumbrado a tener otro rol. “No es fácil verse en una pantalla, que te graben en momentos de intimidad. Pero ahora veo el resultado, la gente me escribe, estoy orgulloso, el fotoperiodismo con una meta: visibilizar las luchas sociales, la violencia, ahora me siento afortunado”, asegura.
El fotoperiodista espera que el documental “sea inspirador” y la audiencia “vea de dónde vengo y que existen alternativas”.
Por cierto, spoiler: Jair Cabrera pidió asilo en España después de ser secuestrado. Nunca recibió respuesta.
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia. Tú puedes ayudarnos a seguir. Sé parte del equipo.
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.#YoSoyAnimal



Source link

Related Posts

Add Comment