Mundo.- Francesca Di Giovanni, italiana de 66 años, se convirtió en la primera mujer que alcanza un alto cargo administrativo en la Secretaría de Estado del Vaticano, la oficina más importante de la sede de la Iglesia Católica, según informó la Universidad Nacional Autónoma de México.El papa Francisco la nombró subsecretaria del Sector Multilateral de la Sección para las Relaciones con los Estados.
Aunque la funcionaria reconoce la importancia de nombrar a una mujer para un puesto de esa categoría, sobre su cargo consideró que la cuestión del género no es lo fundamental.
Es la primera vez que una mujer tiene una tarea de dirección en la Secretaría de Estado. El Santo Padre ha tomado una decisión innovadora, que más allá de mi persona, representa un signo de atención hacia las mujeres
afirmó.Trabajo durante años como notaria en áreas relacionadas con migrantes y refugiados, derecho internacional humanitario, comunicaciones, derecho internacional privado, situación de la mujer, propiedad intelectual y turismo, según informó el servicio de prensa del Vaticano.Históricamente el puesto que ocupará era dominado por hombres, sin embargo, el papa Francisco designó a Francesca Di Giovanni un puesto de alto rango en la Secretaría de Estado, el centro neurálgico administrativo y diplomático del Vaticano.
El puesto que desempeñará es parte de la división conocida como Sección para las Relaciones con los Estados, donde asumirá el rango de subsecretaria, será en rigor uno de los dos viceministros de Relaciones Exteriores. Compartirá el cargo con el otro subsecretario, monseñor Mirosław Wachowski.El papa se había mostrado favorable a otorgar a las instituciones vaticanas, mayor apertura hacia las mujeres en diversos cargos dentro de la Santa Sede. Di Giovanni será parte de la media docena de mujeres que los ocupa. Las dos más destacadas son Bárbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos y Cristiane Murray, subdirectora de la oficina de prensa.Al respecto, el pontífice en una de sus primeras homilías del año dijo:
La mujer es donante y mediadora de paz, debe ser completamente involucrada en los procesos de toma de decisiones. Porque cuando las mujeres pueden transmitir sus dones, el mundo se encuentra más unido y más en paz. Por lo tanto, una conquista para la mujer es una conquista para toda la humanidad
Con información de Gaceta UNAM.
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