Enrique Correa y crisis social: “Probablemente después de un duro viacrucis construyamos una nueva estabilidad, más cara y un país más inseguro”


El ex ministro del gobierno de Patricio Aylwin, y presidente de la consultora Imaginacción, Enrique Correa, se refirió en una columna publicada en el sitio web de la compañía, a la situación en el país tras el estallido social.
En el texto, Correa señala que “después de casi cuatro meses de crisis, el país no se derrumbó” y aseguró que pese a que la economía ha tenido “meses muy malos”, ” los factores claves o pilares de su solidez macroeconómica (sistema bancario sólido, Banco Central autónomo, apertura económica y política fiscal responsable) siguen sólidos, sin riesgo inminente que los amenace. La posición fiscal es menos sólida y más alejada de la regla fiscal que en años pasados, pero la caja del Fisco está bajo control”. En materia política e institucional, el ex secretario de Estado resumió que las instituciones funcionan en ambiente de críticas que no le impiden el cumplimiento de sus funciones.
Correa, sin embargo, asegura que el país convive con una situación de anormalidad y que “en un primer momento, las marchas y manifestaciones fueron masivas y pacíficas, hoy son menos masivas y menos distinguibles de los episodios de violencia que las acompañan”, plantea que “la violencia no ha sido condenada con energía por el mundo político, especialmente por el de oposición” e indica que “el país vive, o sobrevive, por las fortalezas acumuladas en esta década, pero no tiene garantizado su futuro mientras no se restablezca el orden público”.
El presidente de Imaginacción, en su texto plantea que Carabineros no ha podido sobreponerse y derrotar a la violencia y reconoce que “ha surgido un número alto de violaciones a los DD.HH”.
“El origen de la crisis es el desplome económico del sector más vulnerable de la clase media, la capa inferior del C3. Son los recién llegados de la clase media con la pobreza a la vuelta de la esquina”, indica Correa en la columna, donde además indica que “Si ese es su origen, sólo una agenda social potente, ingresos mínimos más altos, mayores pensiones ahora, ayuda en la compra de medicamentos y mejores seguros de salud, debieran ser la clave de la solución”.
Sobre los episodios de violencia, el exministro descarta la participación de agitadores extranjeros y responsabilizó de los episodios de violencia al narcotráfico, los anarquistas y las barras bravas del fútbol.
“Harina de otro costal son los marchantes de los viernes (marcha a la que concurren los otros grupos mencionados). En estas marchas, el rol protagónico lo juegan jóvenes sub 35, más acomodados que los otros, de grupos C2, C3, e incluso ABC1, con formación universitaria y muchos con postgrado, que buscan el cambio radical de todo, el fin de la experiencia neoliberal, como llaman a las políticas públicas de la última década. Esos jóvenes que marchan simpatizan con los violentos, se sienten protagonistas de una guerra o revolución y piensan que la democracia actual es una dictadura encubierta”, añade. Ese grupo, sostiene Correa, “tiene, sin embargo, respaldo de la gente”.
De las consecuencias de la crisis, Correa dice que lo positivo fue el acuerdo constitucional y “la fluida relación de acuerdos entre el ministro de Hacienda, los senadores de la Comisión de Hacienda y el presidente del Banco Central, respaldado éste por todo el Consejo del banco. Estos acuerdos con el ministro de Hacienda trasmiten certezas”.
Según el ex ministro “Ruta constitucional, desempeño de la economía sobre cero y mantención del Presidente hasta el fin del período. Si Chile logra estos tres propósitos, las cosas irán mejor. Todo depende del orden público. Si no se reestablece, los tres propósitos anteriores pueden quedar en entredicho”.
“Probablemente lo que ocurra es que, después de un duro viacrucis construyamos una nueva estabilidad, más cara y un país más inseguro o no tan seguro como el actual”, añade.



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