Exdefensa Sub 20 cuenta cómo se adaptó para hacer clases online de obstetricia en medio de la pandemia


Pocos futbolistas estudian y juegan en un club en forma paralela. Esa fue, en parte, la historia del exdefensa Edzon Riquelme. A fines de 2003 dio la antigua PSU, en 2004 entró a estudiar obstetricia en la Universidad de Concepción, pero junto a su debut en Deportes Concepción vinieron las convocatorias a la Sub 20, el Sudamericano 2005 y el Mundial en Holanda ese mismo año.
“Hice el primer semestre y congelé casi un año y medio por las giras, Sudamericano y el Mundial. Cuando estaba en Naval y fuimos campeones en tercera para subir a la Primera B en 2008, ya estaba en el tercer año de carrera”, rememora a hoyxhoy. Estando en Lota Schwager y cerca de terminar, optó por retirarse y centrarse en los estudios. “Comenzaba con el internado, era insostenible entrenar y estudiar”, acota.
Tras su egreso trabajó en el Cesfam de Penco, en el Hospital regional, y desde el año pasado está a tiempo completo como profesor de obstetricia en la Universidad San Sebastián de Concepción, a cargo de los campos clínicos, los que ahora están suspendidos debido al coronavirus.
Además, ha debido adaptarse para hacer sus clases de simulación clínica de manera online a través de la plataforma Classroom Collaborative: “Estamos haciendo reforzamientos y adelantando asignaturas teóricas del segundo semestre. Yo en lo personal traté de innovar un poco y como tengo una silla ginecológica y un ecógrafo acá en la casa, puse una cámara y traté de hacerles un escenario simulado, pero el problema es que no pueden realizar la acción”, detalla.
Lamentablemente los campos clínicos están suspendidos y el trabajo en terreno podría volver recién en julio. “El caso de los estudiantes curriculares que son de cuarto año hacia abajo es el más complicado. Necesitan supervisión directa de docentes porque no manejan todo aún”.
Dejar el hospital y dedicarse full a la docencia dice que fue un salto lógico debido a sus necesidades, pese a trabajar de manera diurna de 8 a 17 horas. “Era un buen horario, pero es poco flexible, y yo trabajo paralelamente en una iglesia cristiana, por lo que necesitaba el tiempo para en algunos momentos movilizarme o hacer actividades externas”.
Situación del Covid-19La cancelación de consultas de rutina, dada la adaptación de muchos centros asistenciales por el coronavirus, es otra de las realidades a las que ha debido enfrentarse. “Yo y mi señora, que también es matrona, estamos participando en atenciones vía telefónica, tratando de manejar consultas porque las mujeres no pueden ir, ya que se está priorizando las urgencias con pacientes embarazadas”.
Ese monitoreo que se está dejando de lado, dice él, va a terminar generando un efecto dominó dentro de la salud pública: “Controles ginecológicos, exámenes preventivos, todo eso se dejó de lado y es lamentablemente otro colapso que se va a venir en un tiempo. Se va a armar un taco que no solo tiene que ver con el coronavirus en sí, sino que tiene que ver con esas prestaciones que antes de la pandemia ya colapsaban un sistema”, advierte.
No olvida el fútbolFútbol y matronería. Pese a retirarse Riquelme no olvida el balón. Como estudiante fue becado por la Universidad de Concepción. Estuvo con el equipo en sus últimos años de estudio. Después un amigo lo invitó al club de barrio José Victorino Lastarria, en el sector Pedro del Río. Este año se cambió al Juventud Kennedy.
Con tono jocoso y soltando un par de risas, reconoce que al pasar los años los exjugadores tienden a confiar de sobremanera en sus capacidades por todos los años de fútbol en el cuerpo. “A veces alterno de contención porque uno cuando se retira se empieza a creer bueno. Ahora estoy jugando de central, me mantengo bien ubicado, gano por arriba, trato de anticipar y me manejo con la experiencia”, detalla riendo.
A 15 años también de esa primera generación que llegó a dos Mundiales Sub 20 con José Sulantay, revela una anécdota que dice marcó a ese plantel y muestra el trabajo del DT, de quien cree no se le ha reconocido toda su influencia en los éxitos posteriores del país.
“Antes del Sudamericano fueron Matías (Fernández) con (Fernando) Meneses y el Nico Canales a hablar con los dirigentes porque querían negociar los premios. Él preguntó quién andaba haciendo reuniones y nosotros le explicamos. Y nos dijo textual: ‘A ustedes no los conoce nadie, están armando sus primeras armas, el que quiera ir conmigo va, el que no se va altiro. No voy a estar viendo premios antes, quiero que ustedes demuestren allá lo que son y después verán’. Y todos nos quedamos callados y nos fuimos a acostar. Hasta ahí llegó la negociación”.
“Él quería potenciar ese espacio, que las Selecciones tuvieran la impronta de ir ante cualquier rival y estar de igual a igual. Después en Canadá (2007) los chicos se lucieron”, recuerda con cariño.



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