Doctor O’Ryan asegura que suspensión de vacuna de Oxford “no bota” el proyecto


“La información que está disponible hasta ahora, que no es mucho, es que a raíz de aparentemente de un evento adverso serio que habría ocurrido en uno de los participantes en Inglaterra, no han precisado cuál es, no es de extrema gravedad, pero llevó a determinar –muy probablemente– al grupo externo que evalúa el proyecto, que ve la seguridad global, de poner en pausa el proyecto hasta hacer una evaluación profunda de qué puede significar este caso en particular”, explicó el infectólogo de la Universidad de Chile, Miguel O’Ryan, sobre la decisión de la Astrazeneca de suspender los estudios de la vacuna que desarrolla junto a la Universidad de Oxford.
El especialista, quien comanda el proyecto de Janssen en nuestro país (división farmacéutica de la multinacional Johnson & Johnson), explicó en Radio Universo que lo ocurrido “no es inhabitual en los estudios de productos nuevos, de vacunas nuevas; es un esfuerzo fundamental por centrarse en la seguridad del desarrollo del nuevo producto y lo que se hace cuando ocurre un evento adverso que pudiera estar relacionado a la vacunación, se hace un análisis profundo del caso pata tratar de entender lo que puede haber ocurrido ahí”.
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“Son eventos aislados, se han vacunado varios miles de personas ya y este sería un primer evento que amerita analizarlo en profundidad y hasta que se tenga claridad de qué se trata, se decide poner en pausa el proyecto en otras regiones hasta tener absoluta claridad”, agregó.
Consultado si esta situación bota la vacuna, respondió: “No la bota y esperemos que no sea así. Obviamente, si el grupo que está evaluando determina que (el evento) está muy estrechamente relacionado a la vacunación, pudiera ocurrir, pero lo más probables es que no ocurra eso, que sea un evento aislado relacionado posiblemente a una condición particular del participante que haya despertado algún tipo de respuesta con la vacunación o estar evaluando otro evento durante la vacunación”.
“Seguro va a salir un informe a cabalidad describiéndolo prontamente, pero lo que esperamos ojalá y con bastante probabilidad, es que siendo un evento aislado, una vez evaluado, se determine retomar, reiniciar el proyecto, pero –vuelvo a recalcar- es bueno, es importante dar seguridad. Es muy relevante con estos nuevos productos que se haga algo como poner en pausa el proyecto, con un solo caso, pero suficiente para que se analice en profundidad para ver si puede haber una relación con la vacuna”, sostuvo.
Ante la duda de si la presión del mundo por la vacuna haya podido generado el problema respondió: “Es normal y muestra todo lo contrario. Si hubiera estos intentos de querer acelerar la producción de una vacuna, uno pudiera pensar que un evento aislado en un país pudiera intentar como mitigarse o hacerlo aparecer como no relevante, pero todo lo contrario y eso habla bien de los esfuerzos de los desarrolladores de vacuna”.
Sobre el tipo de reacción adversa que pudo ocurrir, O’Ryan señaló “que hay que diferenciar lo que es la reactogenicidad habitual de las vacunas como el enrojecimiento del brazo, hinchazón y dolor, y la sistémica, que es fiebre y decaimiento, que son reacciones que uno espera porque indican que la vacuna está produciendo un efecto en el cuerpo”. “Es esperable, se mide, no determina que uno esté preocupado. Otra cosa es un evento adverso serio, que es cuando ocurre algo no necesariamente esperado y que habla de algo que pueda comprometer a la persona, hospitalizarlos o algo más grave que pueda comprometer riesgo de vida para la persona. Esos son eventos raros que pueden ser inmunoalérgicos, en que la persona haga una respuesta inmune exagerada que pueda llevar a un compromiso mayor. U otros eventos más raros de tipo neurológico por ejemplo”, explicó.
“Tenemos que saber qué es, si es aislado por una condición del participante, es lo que hay que averiguar en profundidad”, dijo O’Ryan.
¿Plazos? “En general estas pausas tienden a ser relativamente cortas. El grupo que está monitoreando el proyecto de forma externa para dar seguridad (…) analiza el caso en particular, ven qué ocurrió, piden más exámenes para ver los antecedentes de la persona y esos estudios son los que deben estar haciendo en estos momentos. Duran 3, 4 o 5 días y en ese plazo deberían decir si amerita más estudios, una pausa más larga, o decir que es un evento aislado, o eventualmente no relacionado con la vacunación, de tal manera que se recomienda reiniciar el proyecto. Tenemos que esperar un par de días para más información”, sentenció O’Ryan.



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