La dificultad de aprender a escribir y leer en pandemia



Debido a la pandemia son múltiples los aspectos de la vida que han tenido que adaptarse, siendo la educación uno de los que más complicaciones ha tenido en este proceso. El aprendizaje remoto ha sido criticado, debido a las dificultades que hay para medir su efectividad y de mantener a los estudiantes concentrados.
¿Te imaginas haber aprendido a leer y escribir en pandemia? Este es el caso de miles de niños, los cuales ingresaron este año a la educación básica. Primero básico es el único curso que está principalmente enfocado en que los alumnos adquieran estas capacidades, siendo un gran desafío aprenderlas y enseñarlas de manera remota.
Pelusa Orellana, especialista en alfabetización y vicedecana de Investigación de la Escuela de Educación de la Universidad de los Andes, explicó la importancia de los primeros años de educación en la adquisición de las habilidades de lectura y escritura. ”Los primeros años de escolaridad formal son los que permiten desarrollar el dominio del código, es decir, la capacidad de asociar letras a sonidos para eventualmente decodificar y leer textos extensos en forma comprensiva. A partir de tercero básico, el principal desafío es comprender textos mucho más complejos y de distintas disciplinas y poder usarlos para aprender”.
La situación nacional respecto a los niveles de lectura ya presentaba inconvenientes previo a la pandemia. En el 2019 se dieron a conocer los resultados en comprensión lectora de la prueba PISA, la cual es implementada por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos. Estos arrojaron que los países latinoamericanos se encuentran por debajo del promedio. Además, Chile a través de los resultados de la prueba Simce también ha visto una disminución del nivel en esta área.
Según comentó Pelusa, previo a la pandemia se identificó que existen brechas en la calidad de la compresión lectora entre niños y niñas, pudiendo esta haber aumentado durante este tiempo. “Antes de la pandemia, e históricamente teníamos brechas enormes en habilidades lectoras entre niños y niñas -ellas tenían mejor comprensión lectora que ellos- como también entre grupos socioeconómicos y en relación a la motivación por leer. No sabemos si la pandemia acortó o ensanchó estas Es probable que las haya ensanchado especialmente para quienes, por ejemplo, no tuvieron acceso a libros porque no tienen en sus casas, o no se relacionan con personas que les lean, que les hablen de libros, etc”, afirmó.
La importancia de aprender a escribir y leer hizo que un grupo de amigos se organizará y creará un proyecto para ayudar a los niños en durante este importante proceso. Salvemos el 2020 partió en mayo, luego de una serie de investigaciones y catastros en torno al área de la educación. La iniciativa busca ayudar a estudiantes de primero básico a adquirir las capacidades de escritura y lectura, a través de un acompañamiento personalizado.
El catastro que hicieron previo a iniciarse el proyecto los llevó a centrarse en la educación básica, en específico en los niños que iniciaban el aprendizaje de lecto-escritura. “Si en un contexto normal, la educación tiene vacíos, cómo sería con esta intermitencia de clases. Normalmente en escuelas, en contextos más vulnerables, el proceso pedagógico es difícil. 158 mil niños y niñas pasan a segundo básico sin lograr un nivel adecuado de lectura”, indicó Gabriela Miranda, vocera de Salvemos el 2020.
La iniciativa se desarrolla gracias a mentores, que de manera voluntaria y sin importar su carrera, apoyan y dan seguimiento al proceso de aprendizaje de los niños. Según comentó Gabriela, para participar lo importante es contar con ganas de ayudar, compromiso, flexibilidad de horario y tener claro que se debe permanecer hasta que el niño culmine el año escolar. Actualmente continúan recibiendo voluntarios, ya que existen varios establecimientos esperando participar del proyecto.
Durante este segundo semestre fue que la iniciativa se consolidó, creciendo la cantidad de voluntarios, estudiantes y establecimientos que forman parte de este. Pese al poco tiempo de funcionamiento, ya existen indicios de que el trabajo está dando frutos. “Con el primer liceo que partimos, los niños que comenzaron en categoría no lector, actualmente están el 100% leyendo. Eso nos da la primera luz de que vamos bien en lo que estamos haciendo”, detalló Gabriela.
Analizar todo el proceso para ver si la metodología es la idónea, recabar información respecto al desempeño de estos meses y reestructurar el proyecto, son los pasos que siguen para Salvemos el 2020, el cual pese a la reapertura de los colegios planea continuar existiendo los próximos años.
Lograr medir y comparar los efectos que la pandemia ha generado en la educación y en específico en el proceso de aprendizaje de lecto-escritura, es fundamental para evaluar el futuro. Proyectos como Salvemos el 2020 son cruciales en estos momentos, ya que la educación remota imposibilita a los profesores realizar un detallado seguimiento del proceso de aprendizaje de cada alumno.



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