Un niño fue baleado durante un asalto a un supermercado de General Rodríguez



Un niño de 7 años fue herido de un balazo en una pierna al quedar en medio de un forcejeo entre un sargento ayudante del Ejército Argentino y un ladrón que entró a robar a un supermercado del partido bonaerense de General Rodríguez.Ocurrió el sábado a la tarde en un supermercado situado en Rojas y Calderón de la Barca, donde el niño realizaba compras junto a su padre. En el lugar también se encontraba un militar, vestido de civil, junto con otros clientes. En esas circunstancias, un delincuente ingresó en el comercio; mientras, afuera, lo esperaba un cómplice en una moto.

El sargento ayudante del Ejército intentó evitar el asalto y forcejeó con el ladrón, pero en medio de la disputa se produjo un disparo de una pistola calibre 9 milímetros que impactó en la pierna derecha del chico.”Pá, me voy a morir, me duele mucho”El menor fue sometido a una operación en la que le extrajeron dos de las esquirlas que recibió durante el robo y permanece internado, “estable y lúcido”, en el Hospital Militar de Palermo.Su padre, Mario, dijo que su hijo se encuentra “contento”, y reveló lo que el niño le dijo luego de resultar herido: “pá, me voy a morir, me duele mucho”.Acerca del hecho, explicó que él y su hijo se encontraban en el fondo del comercio cuando los delincuentes ingresaron al local. “No supe nada de la situación, solo vi el forcejeo, y cuando vi el arma en medio de los dos intenté escapar con mi hijo. Hubo dos detonaciones mientras iniciamos el primer paso para escapar; evidentemente una fue hacia el piso y habrá levantado las esquirlas de la bala que le agarraron (al chico) las zonas de la tibia y peroné”, indicó.”Lo quería esconder en algún lado porque me vi venir una situación terrible; yo pensaba que estaba asustado y le vi las dos piernas sangrando de la rodilla para abajo”, añadió Mario, quien, desesperado por que su hijo no se desangre, lo tomó en brazos para sacarlo del lugar.Fue a su casa a buscar a su esposa y, desde allí, se dirigieron al Hospital de General Rodríguez. “Cuando lo suturaron y vi seis orificios me quería morir”, expresó.
Tras el intento de robo, la Policía detuvo al agresor cuando intentaba escapar, mientras que su cómplice, que logró darse a la fuga, fue detenido dos días después. También se logró el secuestro de un arma calibre 9 milímetros que será peritada para establecer si fue la utilizada en el hecho.Ambos delincuentes se negaron a declarar ante la fiscal Alejandra Rodríguez, a cargo de la UFI 9 de General Rodríguez, por lo que continuarán detenidos.La causa quedó caratulada como “robo agravado por el uso de arma de fuego y lesiones”.



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