El lunes 26 de abril va a quedar marcado a fuego para todo el periodismo argentino. Propios y ajenos la definieron como una fecha oscura para un oficio que, salvo por contadas excepciones, viene rengueando hace ya un tiempo.Recapitulemos. El viernes por la tarde, en su programa Un Buen Momento por Radio La Red, el periodista Gustavo López criticó que los grandes futbolistas como Paulo Dybala o Sergio “Kun” Agüero aceptaran ser entrevistados por Ibai Llanos, uno de los streamers hispanohablantes más importantes del mundo, sino el más.”Antes me ganaba la nota Niembro, antes me la ganaba Bonadeo, antes me la gana Closs… ¡ahora me la gana Ibai!”, dijo López, indignado y con las risas de sus compañeros de fondo. Si bien esto fue el viernes, las declaraciones recién repercutieron el domingo cuando se volvieron tendencia en Twitter y varios streamers colegas como Goncho Banzas y Coscu reaccionaron.
Pero no fue hasta el lunes que el mismísimo Ibai habló sobre el tema. Ahí, compaginando humor con un poco de rechazo, el español le contestó y las redes volvieron a estallar. Mientras los productores de F360, el programa que López conduce por ESPN, gestionaban sacarlo al aire, otros medios anunciaban los fallecimientos del ex director técnico Carlos Timoteo Griguol y del locutor y conductor radial Cacho Fontana.Fueron sus familiares los que, en medio del dolor por los delicados estados de salud de ambos, salieron a aclarar que esos anuncios eran completamente falsos. Fueron Antonella Fontana, la hija de Cacho, y Milagros Marchesini, la nieta de Griguol, las que se encargaron de desmentir las noticias y de, indirectamente, seguir mostrando las costuras del periodismo.
Cómo las nuevas generaciones no van a preferir streamers antes que periodistas? Con lo nefastos que son los medios de comunicación argentinos. Con tal de tener la primicia hacen lo que sea. Me quedo con la tranquilidad de que los dinosaurios van a desaparecer — Mili�� (@MiliMarchesini)
April 26, 2021
Posteriormente, el streamer salió al aire con Gustavo López y en Twitter nadie se quedó callado y hubo unanimidad: Ibai Llanos demostró -aunque no lo necesitaba- haber estado a la altura del asunto a pesar de que los ninguneos habían sido claros y explícitos por parte del periodista.Ahora bien, hubo consenso con la actitud de Ibai, pero entre los periodistas quedaron algunas preguntas y frases retumbando entre el silencio desolador que dejó el streamer cuando terminó de hablar con la mesa de ESPN.Y es que el statu quo no es fácil de asimilar para ese periodismo que siempre se vio cómodo con el maquillaje, el calor del estudio y rating. Las redes sociales y las nuevas tecnologías constantemente patean el tablero del periodismo tradicional, poniendo en jaque sus formas, métodos y preferencias y eso incomoda.Bizarrap siendo el artífice de la sección musical más popular del país desde la comodidad de su habitación; el Kun Agüero y Neymar jugando al Among Us con AuronPlay y DjMaRiio; Dybala cruzándose con Papo y Dtoke en Marbella Vice y después siendo entrevistado por Ibai son hechos que parecen aislados pero que, en su conjunto, redefinen las formas de consumo y eso, al periodismo que se desvive por la primicia, le plantea muchas disyuntivas.¿Cómo atraer al público joven para que elijan la televisión antes que Twitch o YouTube? ¿Cómo asimilar que las nuevas tendencias no son peores que las viejas y tienen el mismo derecho a ser tratadas como tales respetuosamente? ¿Cómo encarar una entrevista con un gamer o freestyler si no me lo enseñaron en la escuela de periodismo?
¿Qué pasa en las escuelas de periodismo?
Las críticas después del acontecimiento y el choque entre Twitch-TV fueron varias hacia el periodismo tradicionales, pero también hubo algunas dirigidas directamente hacia las carreras de Periodismo y de cómo pueden encarar sus estudiantes un contexto de pleno recambio.”La ansiedad por la primicia siempre existió, pero me parece que el tema del SEO, los buscadores y la necesidad de posicionarse primero para tener más clicks en las búsquedas llevaron esta cosa a límites que contradicen la esencia del periodismo, que es publicar información que fue chequeada”, comenta en Roque Casciero, periodista y docente en TEA y UBA.”A los alumnos todo el tiempo se les trata de transmitir que hay que chequear con, por lo menos, tres fuentes o una fuente que sea la hija o el representante”, sigue, sobre las críticas que hubo después de los tweets de los familiares desmintiendo la muerte de sus seres queridos. “También es cierto que, como docente, tratás de transmitir y después llegan a ciertos medios y, en cinco minutos, les queman la cabeza para salir primeros”.
A veces quedamos con la sensación de que estamos enseñando una profesión que no se ejerce de la manera en la que nos enseñaron a nosotros.
Y es que, Casciero, como integrante de Silencio, medio que da cabida a la música joven y a los sonidos más tradicionales de Argentina en iguales cantidad, está acostumbrado a las respuestas de los haters (recordar el revuelo que se armó en redes después del “Te guste o no te guste somo’ el nuevo rock and roll” en su tema “Sangría”) que desprestigian a los Wos, los Bizarrap, las Nicki Nicole, las Billie Eilish, los Trueno.La solución está ahí y es la misma para todos esas ramas del periodismo bastardeadas: seguir generando contenido hasta que los que repudian se den cuenta de que ellos son los que están equivocados.Codearse con movidas ajenas: curso intensivo
El desconocimiento, como en cualquier aspecto de la vida, es válido también en el periodismo. Así como hay que deconstruir ciertos tabúes nocivos del oficio, también hay que derribar esa solemnidad del periodista que se las sabe todas y está siempre informado de todo lo que pasa a su alrededor.Ahora bien, ¿cuántas veces se vieron o escucharon notas donde el entrevistado se notaba incómodo? ¿Cuántas veces vimos a periodistas hablar de algo que no sabían solamente para desprestigiar algún videojuego, artista o youtuber?
Hernán Panessi lleva más de quince años haciendo periodismo y tanto desde su programa radial FAN como en varios medios gráficos siempre lo motivó la cultura joven: el freestyle, la música, los videjuegos y más. Sin querer dar una fórmula pedagógica, explica que, por respeto al público y al entrevistado, “es importante conocerlo al dedillo” a la hora de notear o hablar sobre algo en específico.”Mientras más seriamente esté encarada es mejor para todo: para el artículo final, para la empatía que logres en la entrevista, para que llegues a donde querés llegar con más eficacia y eficiencia y que, después, ese producto final sea mejor”, dice.Y agrega: “Es necesario estudiar y ser respetuoso con eso. Así se encara. No importa a quién tenés adelante; todos merecen ese respeto. Un buen abordaje periodístico se logra estudiando, yendo a la fuente y, cuando uno no sabe… preguntar. Hay que preguntar desde la cercanía y con una curiosidad sincera”.
Panessi precisa que las jóvenes estrellas ya no juzgan los medios, sino la confianza que tienen con los nuevos comunicadores o periodistas. Ahí se paran los futbolistas, que le confiesan a Ibai sus novedades cuando, hace algunos años, lo hacían con los grandes medios tradicionales.Por otro lado, ubica que el prejuicio entre generaciones de periodistas (que siempre existió) ahora es también para con las nuevas tecnologías. “Ahora es de tecnología a tecnología: de medios digitales a medios tradicionales”, define.Y, mientras suelta una breve risa porque sigue hablando de cultura joven a pesar de “ya no ser un joven”, confiesa que no quiere caer en ese prejuicio porque, con él, se pierden muchas cosas: “Se pierden abordajes interesantes, se pierde el aprovechar la posibilidad de conocer qué piensan los nuevos referentes y cuál es la configuración de los nuevos medios”.
Los nuevos talentos no van a querer salir en los medios tradicionales si los están tratando con distancia, sin entenderlos o, algunas veces, hasta menospreciándolos. Es lógico.
Puntualizando sobre la conversación entre Ibai y Gustavo López, Panessi lamenta: “Es una cagada que para que nos tengan cabida tengamos que bardearlos. Nos separa más de lo que nos une y la onda es: ‘Está bien, nos llevamos años pero tenemos cosas para aprender una generación de la otra'”.Si bien hubo muchísimos comentarios de repudio, otros argumentaron que al periodista la jugada le salió perfecta: logró que, durante unos minutos, todo Twitter Argentina estuviera prendido a su programa. Sin embargo, Panessi discrepa: “Sobre todo por el público. Uno se debe a su público y otro está construyendo de otro lado. Hoy el mundo digital se acerca más a la noción de comunidad que tiene Ibai que a jugar con herramientas más picantes para conseguir resultados”.Las repercusiones dentro del mundo del streaming
“No le quieras mear la cancha porque saltamos todos (…). Toda la mierda que soltó nos pega a nosotros”, advirtió Coscu en uno de sus streams hablando sobre el tema. Y es que, en esa frase, hay mucho más que una simple arenga colectiva a favor de Ibai, porque sus declaraciones no son contra el español; son contra todos: gamers, streamers, youtubers, jugadores casuales, jugadores profesionales y periodistas de eSports y/o de videojuegos.”Acá estamos hablando de un streamer español que mueve un montón de gente y que tiene mucho aguante acá en Argentina. No sé si le pega a la comunidad; yo creo que le pega a un trabajo y está tan mal como si mañana saliera un abogado a decir que ser periodista es nefasto”, refuta Carolo Vázquez, admitiendo que, si bien le jode la chicana, vivió el episodio “comiendo pochoclos”.Al mismo tiempo, critica a los streamers que le pegaron al periodismo y a todos aquellos que ningunean el trabajo ajeno, sea cual sea. “Ensañarse con la tele, la radio y los medios tradicionales es caer en la misma que ellos. Para mí no hay que atacar una profesión, sino que hay que salir atacar a los dinosaurios que, lamentablemente, ejercen una profesión y hacen quedar mal a los que también la ejercen”, afirma.
Y el problema no es la tele o la radio o el “medio tradicional” el tema es que está lleno de dinosaurios que no le van a dar espacio a nadie menor de 30 años y menos que menos nadie que viva de internet. — Carolo (@CaroloVazquez)
April 26, 2021
“Lo que más me chocó a mí de todo esto es que yo tuve un cruce con un periodista que trabaja en TyC Sports, Ibai tuvo un cruce con un periodista que trabaja en ESPN y tanto TyC Sports como ESPN tienen sus propias plataformas de gaming”, agrega. “Entonces, esta gente ni siquiera sabe que en sus canales, los que les dan de comer, le están bastardeando el trabajo a sus propios colegas”.”¿Y por qué el periodista deportivo no sabe que en el canal donde él trabaja hay un programa de videojuegos? Porque tal vez no lo comunican mucho; o porque tal vez no les dan mucha bola; o porque tal vez sólo se hace por hacer y por tener contenido, no porque realmente les importe”, se contesta Carolo.Y lanza una fuerte crítica sobre aquellos clubes y canales de TV que se dedican al tratamiento de los eSports: “Yo creo que lo hacen porque entienden que hay mucha gente y mucho público joven que les interesa captar, pero no lo terminan de entender ni de invertir el tiempo el presupuesto que se necesita. Terminan diciéndole a alguien que ya trabaja en ese canal de TV: ‘Che, fijate qué podemos hacer con los eSports o con los streamers’ en lugar de analizar una nueva pata de consumo, un nuevo target. Entiendo que hay intenciones, pero me parece que hace falta meter a gente del palo a manejar esas cosas”.Conclusiones
Siguiendo con la teoría de la ecología de los medios, propuesta por Marshall McLuhan y después retomada por otros teóricos como el argentino Carlos Scolari, la televisión nunca va a ser sepultada por Twitch o YouTube: siempre va a encontrar un modo de adaptarse a los nuevos cambios que vengan. Si nos guiásemos por la experiencia, los diarios deberían haber desaparecido cuando se creó la radio e ídem la radio con la televisión.A esto suscriben tanto Panessi como Carolo, aunque esta última redoblando la apuesta: “Necesitás una combinación de los dos mundos y me parece que, desde los medios tradicionales, no se da el brazo a torcer y les cuesta levantar el teléfono y asumir que hay pibes de 20 años que saben mucho más que ellos. Pero me parece que, a la larga, lo van a tener que hacer, porque si no se terminan generando este tipo de rispideces al pedo; se termina mostrando una marcada diferencia entre generaciones y una pelea constante: la gente de Twitch odiando la tele y la gente de la tele odiando Twitch, cuando, para mí, son espacios que podrían y deberían convivir”.”Hay que aprovechar el conocimiento de las nuevas generaciones y las herramientas que están funcionando y que, incluso, pueden convivir tranquilamente: no son herramientas de suplantación. Yo no creo que Twitch venga a reemplazar a la tele o Instagram a la radio. Hay público para todo y así está bien. Nosotros como periodistas no tenemos que ir en contra de la tecnología porque terminamos perdiendo”, sentencia Panessi.
