Álvaro Elizalde: «Los resultados demuestran que la tesis de la división de la izquierda era errada. La amenaza de un nuevo gobierno de derecha es real»



El Partido Socialista fue el primero en explicitar su respaldo sin condiciones a la candidatura de Gabriel Boric, tras su paso a segunda vuelta y la derrota de Yasna Provoste, en un proceso electoral que nuevamente dividió a la izquierda y la centroizquierda, que hoy tratan de reencontrarse para hacer frente a la candidatura de José Antonio Kast.
“Nos vamos a sumar con todo. Sin exigencias. Lo que está en juego es demasiado importante para tomar decisiones con la calculadora”, dijo el presidente del PS, Álvaro Elizalde, en entrevista con La Tercera, donde responsabilizó, precisamente, a la fragmentación de las fuerzas progresistas del avance de la derecha en el Congreso.
Sobre el resultado de la presidencial, donde por primera vez quedó fuera de la segunda vuelta la candidatura de la centroizquierda, sostuvo que su partido, como uno de los principales de la oposición, debe asumir su responsabilidad, pero que hay también un desafío. “Durante estos cuatro años predicamos la más amplia unidad de la oposición y no tuvimos buenos resultados. Finalmente se impuso la tesis de la división, ya sea porque algunos optaron por el camino propio, la tentativa del reemplazo a los actores tradicionales o los intereses parlamentarios particulares. Ahora estamos padeciendo las consecuencias de la división del progresismo”.
Previo a este proceso, la tienda de Elizalde había determinado romper su eje histórico con la DC y pactar con el Frente Amplio y el PC en lo que fueron unas fallidas primarias, volviendo así a la centroizquierda, con relaciones que eso sí quedaron dañadas. En esta línea, sobre el futuro del pacto con el centro, el parlamentario recalcó que la tesis del PS es que para realizar transformaciones profundas se requiere de mayorías, pero que hay sectores que han planteado que la división es “virtuosa”. “Creen, equivocadamente, que la disputa principal debe darse por la hegemonía entre las fuerzas progresistas, como si la derecha no existiera. Los resultados demuestran que la tesis de la división de la izquierda era errada. La amenaza de un nuevo gobierno de derecha es real”.
El presidente del PS abordó también el efecto de la consigna “no son 30 pesos, son 30 años”, la que a su juicio genera una confusión, porque “da a entender que todos los males son culpa de la democracia. Absuelve a la dictadura de su enorme responsabilidad en las profundas injusticias que subsisten, cuando en rigor la crítica a la transición es precisamente porque no se tuvo la fuerza para desmantelar completamente su legado. La crítica a los 30 años se ha instalado con tanta fuerza que hoy para muchos pareciera más fácil votar por un pinochetista que por un exconcertacionista”.
El senador por el Maule destacó las medidas que ha tomado Boric durante estos últimos días, sobre las señales de amplitud que ha dado a la centroizquierda, también la incorporación de Izkia Siches y el senador Carlos Montes a su comando, pero subrayó que “hay que motivar a aquellos participaron en el plebiscito pero no concurrieron a las urnas”.
Elizalde enfatizó que hay que hablarle a los votantes de los otros excandidatos presidenciales, como los de Franco Parisi, pero también a quienes no fueron a votar. Sobre las declaraciones del alcalde Daniel Jadue respecto a los votantes de Parisi – a quienes tildó de individualistas – cuestionó que “a veces pareciera que algunos voceros de Apruebo Dignidad no quieren que Gabriel Boric triunfe”.



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